Sin terminar de suturar la brecha que se ha hecho en las europeas, Sumar ya tiene un nuevo desgarrón que habrá que coser con tiento. Acuciado por la necesidad de amarrar la Generalitat para Salvador Illa, el Gobierno ha abierto la puerta a negociar un nuevo modelo de financiación “singular” para Cataluña y esto ha hecho levantar las orejas a todas las firmas regionales que se agrupan en la marca de Yolanda Díaz.
Tras algunas semanas de apagón, este martes había cola en la sala de prensa del Congreso de los Diputados. Todos los portavoces de los partidos integrados en Sumar pedían la vez para hacer evidente el desgobierno en el puente de mando de la coalición y las diferencias que tienen al afrontar este debate: “Nos plantamos”, soltaba Jorge Pueyo de la Chunta. El único diputado de la formación aragonesa asumía en ON desde el atril que igual estaba contribuyendo “al ruido” o quizá “al bloqueo” o a una “repetición electoral”, pero lo justificaba asegurando que está en el Parlamento para defender los intereses de sus paisanos. Pueyo lamentaba que el PSOE “esté dejando a los pies de los caballos a los aragoneses al abandonarles entre dos tierras con una financiación muy diferente”.
Fue el más contundente, pero no el único; Àgueda Micó de Compromís dejó claro que el Gobierno no tiene apoyo para reformar la financiación de nadie “si lo hace sin llegar a un acuerdo con las Comunidades infrafinanciadas” y claro, ella puso sobre la mesa el caso de la Comunidad Valenciana.
Al final la sensación la resumía Aina Vidal de los Comuns, que sentenciaba que lo de negociar la financiación “no será fácil, ni rápido ni unilateral”. Prisa es precisamente lo que tiene el PSOE que necesita apuntarse el Govern de la Generalitat para evitar que su poder autonómico siga menguando y para vender las bondades de la Amnistía y la política de reencuentro con Cataluña. Una vez más las necesidades de la parte socialista de la Moncloa van en sentido contrario a las de sus socios de coalición.
Yolanda Díaz, con menos poder interno
La reunión de grupo de Sumar este lunes ya dejó claro que en este tema nadie se atiene a los mandatos de la dirección y que el debate tensa a un equipo que ya tiene serios problemas de química en su vestuario. De todas formas, desde la dirección algunas fuentes templan los ánimos: “Esto de la financiación está magnificado por las circunstancias del momento, pero es imposible acordarlo antes del verano y se terminará desinflando”. Defienden que este melón no se abrirá y votará en estos meses porque es demasiado complicado. Lo decía Iñigo Errejón ante los periodistas: “Donde se va a concretar realmente el tema de la financiación es en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado”.
En la dirección del propio Partido Socialista reconocen que la vía Esquerra “está muy verde porque nos acabamos de sentar a hablar”. Las voces consultadas asumen que no hay en este momento una mayoría para hacer ningún cambio en ningún sistema de financiación y que toca esperar al Partido Popular.
De esta forma queda claro que el PSOE no confía ahora mismo en la solidez del apoyo de sus socios de Gobierno. Defienden desde la cúpula del partido de Díaz que “es perfectamente compatible reformar la financiación catalana para que sea singular y corregir la infrafinanciación valenciana”, pero parece que sus colegas no terminan de creérselo. Si Yolanda Díaz y los suyos no consiguen convencerles, los 27 diputados de Sumar podrían convertirse en menos en caso de tener que votar alguna modificación que tenga que ver con la espinosa financiación autonómica.