A escasos días de cumplirse el décimo aniversario de la abdicación del rey Juan Carlos I, la Agrupación Sabatini ha reunido este miércoles, en el Ateneo de Madrid, a tres de los más importantes actores en el transcurso de aquella decisión: Rafael Spottorno, exjefe de la Casa Real, a Elena Valenciano, exjefa de gabinete de Alfredo Pérez Rubalcaba, y a Javier Ayuso, exdirector de comunicación de la Casa Real.
Preguntados sobre los motivos de la abdicación, Spottorno ha comenzado señalando que el principal era dejar a las nuevas generaciones completar, lo que el monarca entendía, un recorrido democrático que tenía interiorizado desde que Francisco Franco le designó como sucesor.
Pese a mencionar las “variantes” entremezcladas en aquella decisión, ha destacado que la “interpretación auténtica”, la que da el autor, “es la mejor y la más creíble”. Una referencia al discurso de Juan Carlos el 2 de junio de 2014.
Por su parte, Valenciano ha anotado que la abdicación fue una “buena decisión”, también porque contaba con un heredero “más que preparado”. “Sirvió para aplacar la hostilidad que había contra la Corona”, ha venido a resumir la postura de la expolítica socialista.
Asimismo, el exjefe de la Casa Real ha añadido en este apartado una cuestión opacada. Y es que debido al carácter “personalísimo” de dicha abdicación, pues nadie influyó en don Juan Carlos, esta provocó que la reina Sofía “perdiera su condición de reina sin ser consultada”.
Sobre esta decisión, y ligándolo con el futuro de la familia real, ha añadido que tanto don Felipe como doña Letizia estaban presentes en las reuniones donde se planeó cómo debía ser la coronación del heredero.
Desde un punto de vista político, Spottorno y Ayuso, miembros del círculo personal del monarca, han indicado que durante el primer trimestre de 2014 la Casa Real recibía los resultados de unos trackings o sondeos internos en los que se mostraban que más personas desaprobaban la gestión del rey que las que la apoyaban. Una opinión contraria a la que reflejaban sobre la labor de Felipe cuando aún era príncipe de Asturias.
Cabe destacar que al hilo de esto, los sondeos previamente iniciados en 2012, ya con el incidente generado por la caza en Botsuana de por medio, señalaban que la elección ciudadana de la monarquía siempre prevaleció sobre la opción republicana.
Acerca de la cuestión política, Spottorno y Valenciano han señalado que la época política en la que don Juan Carlos abdicó era difícil debido a la aparición de nuevos partidos, además del hundimiento en una crisis económica. Un “año complicado” debido también a la “amenaza” de una consulta para declarar la independencia o no de Cataluña, ha aportado Spottorno, y un cuestionamiento al Estado de derecho y al PSOE por parte de la izquierda ligada a partidos como Podemos, ha añadido Valenciano.
Sobre la cuestión legislativa de la abdicación, Spottorno también ha dicho que era imprescindible contar con los grupos mayoritarios del Congreso y Senado para apoyar esa ley orgánica que recogía un acto de “relevancia histórica”. En este aspecto, ha subrayado que, aunque Rajoy tenía mayoría absoluta, hubiera sido un “disparate” no contar con el consenso que representaba el PSOE. Una colaboración, liderada por Rubalcaba, que ha calificado como “imprescindible”.