El triángulo Ábalos-Aldama-Koldo aterriza en los próximos días en el Tribunal Supremo. Si el juez no acepta su solicitud se aplazamiento, el calendario de alto voltaje lo estrena el exministro de transportes José Luis Ábalos el doce de diciembre. Cuatro días después se sentará delante del juez el conseguidor de la trama, Víctor de Aldama, y el diecisiete lo hará el ex asesor del exministro, Koldo García. El objetivo es aclarar los tejemanejes de este triángulo durante la etapa de Ábalos al frente del ministerio de transportes. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil resume el funcionamiento del entramado así: “Los hechos que se reflejan en este informe muestran no sólo la influencia de Aldama en el MITMA (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) a través de presuntas prácticas corruptas, sino también el intento de éste de influir en otros órganos de decisión, mediante el empleo del binomio Koldo-Ábalos”.
Ya no queda nada de esa buena sintonía que relata la UCO. A Aldama, el ‘nexo corruptor’ de la trama, lo detuvieron por otro caso, el de los hidrocarburos. Apenas estuvo dos meses en prisión provisional. Sabía que si tiraba de la manta y colaboraba con la justicia su situación procesal mejoraría. Tras una declaración de dos horas ante el juez que instruye el caso ‘Koldo’, logró la libertad con medidas cautelares. Todo eran palabras que salpicaban a la plana mayor del PSOE y del Gobierno de Sánchez.
Pero en particular, apuntó a las comisiones que habría pagado a Ábalos y a Koldo. Dijo que aportaría pruebas y este miércoles envió un documento al juez Leopoldo Puente que instruye el caso en el Tribunal Supremo. En él hace referencia a los contratos públicos que desde el ministerio de transportes se habrían adjudicado a las empresas de su esfera del empresario con el objetivo de cobrar comisiones. Y explicó que el modus operandi. En el escrito aseguró que Ábalos firmó un contrato de alquiler con opción a compra de un piso propiedad de Aldama. Era una garantía de que Ábalos cobraría las comisiones. Si el dinero no llegaba a su bolsillo, el exministro se quedaría con el piso valorado en casi dos millones de euros.
Koldo declarará el 17
Este es el contexto que manejan las defensas de Ábalos y Koldo para preparar sus declaraciones. Por eso están en contacto para ir por la misma dirección. En conversación con Artículo14, Koldo García anuncia que declarará el próximo día 17, pero no está dedicando tiempo a ello: “Yo no tengo que preparar nada. En mi declaración responderé lo que me pregunten. No tengo nada que ocultar. No tengo por qué mostrar pruebas que desmientan nada porque Aldama no ha probado nada. Yo sí he aportado documentación sobre mi patrimonio y mis ingresos”, asegura refiriéndose a un informe presentado por sus abogados en el que puntualizan a la UCO: “El informe de la UCO entiende que hay un incremento patrimonial de un valor total de 317.500,00€ sin necesidad de formalizar hipoteca. Cuando la realidad es que su patrimonio asciende a 98.421€”, reza el escrito enviado al juez.
Koldo García asegura que no teme entrar en prisión: “Mi único miedo es que mi hija me deje de llamar papá”. Admite que “no ha sido un santo”, que ha hecho “cosas ilegales para ayudar a la Guardia Civil y salvar vidas en la época de ETA”. Y añade: “He colaborado 35 años con ellos de manera gratuita. El coronel Vázquez lo ha ratificado ante el juez en su declaración del lunes”.
Está tranquilo y pese a que ya no mantiene la misma relación con Ábalos sostiene que es “la mejor persona que ha conocido en su vida”. Entiende el distanciamiento que quieren marcar los líderes del PSOE: “Es normal no quieren que los despidan. Yo en el PSOE tengo amigos que no voy a decir quiénes son porque los despedirían como a Alvarito”. Se refiere al exsecretario general de Puertos del Estado Álvaro Sánchez Manzanares, cesado por el actual ministro de transportes Óscar Puente tras el estallido del caso.
En la conversación mantenida, Koldo desmiente punto por punto todas las preguntas sobre la supuesta corrupción que le rodea. Asegura que no cobró comisiones, que el contrato de alquiler de Ábalos que aportó Aldama como prueba “no tiene ningún sentido”. Tilda de “tarada “a la empresaria Carmen Pano que aseguró en los medios haber llevado 90.000 euros a la sede del PSOE. El único tema tabú es el Delcygate: “De eso no voy a hablar. Hice mi trabajo y me fui”. No dice más sobre la visita de la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, a España cuando pesaban sobre ella sanciones internacionales.