El exasesor ministerial Koldo García, investigado en la ‘operación Delorme’ –conocida como ‘caso Koldo’–, ha denunciado ante la Fiscalía General del Estado la actuación “violenta, desmedida, excesiva y totalmente desproporcionada” de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el registro de su domicilio de febrero de 2024.
En su denuncia, a la que ha tenido acceso Europa Press, Koldo García explica que esa entrada y registro tuvo lugar previa autorización judicial del magistrado instructor de la Audiencia Nacional Ismael Moreno en su domicilio habitual en el que convivía junto a su mujer y su hija menor de edad.
Lamenta que, a pesar de que los agentes conocían que convivía con una menor y de que él tenía total disposición para facilitar la entrada, se desplegó “un descomunal operativo de una veintena de agentes que irrumpieron con pistolas y subfusiles en mano, con equipamiento antiterrorista, cascos y pasamontañas, con una extremada violencia, tanto física como verbal”.
Incide en que su hija por entonces tenía 3 años, y suma al escrito la grabación de la entrada y registro “donde se puede observar los hechos (…) y la actuación inexplicable, injustificada y desmedida por parte de los miembros de la Guardia Civil (UCO)”.
A su juicio, en esa entrada “se violaron todos los protocolos vigentes en este tipo de intervenciones y se puso en riesgo la integridad física” de la menor, que desde entonces “sufre secuelas traumáticas como consecuencia de lo vivido”.
Les ofreció las llaves
Koldo García indica asimismo que dado que era consciente de que era objeto de seguimientos, “resultaban evidentes”, para facilitarles el trabajo se ofreció “a entregarles las llaves de la vivienda para que pudieran entrar de la manera más pacífica posible sin violentar ni romper la puerta”.
“Lo hice en el espacio temporal de los últimos 6 meses anteriores a la entrada y registro, es decir, desde septiembre de 2023 hasta finales de enero de 2024. En dicho periodo de tiempo me dirigí, en no pocas ocasiones, a la Guardia Civil y, en concreto: hasta en tres ocasiones a un comandante de la Guardia Civil del Servicio de Información, cuyos datos de identidad puedo detallar”, explica.
Suma que también se dirigió “hasta en dos ocasiones a un teniente coronel de la Guardia Civil destinado en la UCO, cuyos datos de identidad puede detallar; y hasta en cuatro ocasiones a un coronel de la Unidad Central Especial 2 (UCE-2), cuyos datos de identidad también puede detallar”.
Subraya que lo que él buscaba era “mitigar el impacto que una actuación de tal entidad” pudiera tener sobre su hija, y añade que también se lo trasladó a un general de Brigada de la Guardia Civil. “Jamás pude imaginar que protagonizarían una actuación como la que hicieron en mi vivienda a sabiendas de la presencia de una menor”, explica.
Y vuelve a lamentar que pese a esos ofrecimientos los agentes desplegaron “una brutalidad, violencia y agresividad excesiva, con pistolas y subfusiles apuntando directamente a la cabeza, provistos de equipamiento antiterrorista y pasamontañas, como si de una operación antiterrorista se tratara”.
Por eso, pide a la Fiscalía General del Estado que a la vista de la grabación de video y audio que acompaña a la denuncia, “valore los hechos denunciados por si la actuación de la UCO demandase la apertura de diligencias de investigación”.
Y esto, añade, sin perjuicio de que si lo estima necesario pueda dar traslado de los hechos denunciados “a la Fiscalía de Menores como institución que tiene encomendada la función de promover la acción de la Justicia y la defensa de la legalidad, así como de los derechos de los menores, velando por el interés de estos”.