El primer informe de la historia de la oficina de igualdad del Parlament por acoso de género no dejó precisamente en buen lugar a Junts. El partido de Carles Puigdemont, Jordi Turull y Albert Batet negó cualquier tipo de responsabilidad y autocrítica tras conocerse un documento que daba por acreditadas situaciones de discriminación de género a raíz de una denuncia de la diputada Cristina Casol, quien aseguró a Artículo14 que “un acoso machista como el de Junts nunca lo he sufrido en toda mi vida”.
Pero Junts se dio por exculpado de todas las conclusiones de ese informe porque, al fin y al cabo, el documento no demostró la culpabilidad del único denunciado, el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet. Y, a continuación, pasó a la ofensiva. Primero, fulminó a Casol de sus filas y, luego, presentó una querella contra los tres profesionales que redactaron el informe (una experta en igualdad, una abogada y un psicólogo). Todos ellos acudieron este viernes a la Ciudad de la Justicia para declarar y lo hicieron arropados por unas 50 personas, que acudieron con una pancarta pidiendo frenar las coacciones a las trabajadoras.
Una pancarta de apoyo a las trabajadoras querelladas por Junts, que este viernes declararon en la Ciudad de la Justicia de Barcelona
¿Pero por qué esta querella? Eduardo Cáliz, el abogado de dos de las querelladas, no tiene dudas del motivo. “Esta querella no tiene ningún fundamento jurídico, está hecha con la única intención de coartar a las trabajadores para evitar la elaboración de segundos informes e impedir el trabajo en contra del acoso y las violencias machistas”, opina el letrado.
Su interpretación es que Junts logró paralizar con esta maniobra jurídica el segundo informe que el mismo equipo de profesionales tenía entre manos, en este caso a raíz de otra denuncia presentada por la diputada Aurora Madaula, que llegó a deplorar en público “violencias silenciosas” de compañeros del partido. Ciertamente, su caso ha quedado congelado en la oficina de igualdad.
La dirección de Junts actuó sin miramientos. Se deshizo de Casol con toda la contundencia, la expulsó de todos los grupos de comunicación de Junts y forzó su conversión a diputada no adscrita del Parlament. A Madaula, por el momento, también la ha desterrado de las listas al Parlament, aunque todavía mantiene abierto un hilo de comunicación con ella.
¿Qué va a ocurrir ahora?
La defensa de las querelladas está convencida de que la Justicia va a archivar en breve la denuncia de Junts. En el procedimiento de este viernes, las investigadas se acogieron a su derecho a no declarar ante las preguntas de Junts, puesto que están convencidas de que esta querella se ha presentado únicamente con una “intencionalidad coactiva”.
Los abogados de las expertas querelladas lamentaron que Junts acudiera a este recurso, muy común en este tipo de situaciones. “Es un instrumento muy habitual, tanto por parte de los agresores y de las instituciones que quieren esconder muchas agresiones que se están produciendo en organismos públicos y otros espacios para coartar la libertad de las víctimas y para intimidar a futuras víctimas e impedir nuevas denuncias”.
La consellera de Igualdad en funciones, Tània Verge (ERC), quiso acudir a la concentración de apoyo, a la que también se sumaron políticas de Comuns y de la CUP. “Es intolerable que un partido político que aprobó la ley contra las violencias machistas, la cual establece que personas independientes deben conducir las investigaciones en este tipo de casos, que han firmado su compromiso de colaborar en los casos en que se activa el protocolo por acoso del Parlament, esté ahora amenazando, coartando e intimidando no solo a tres profesionales sino a todas las mujeres. Junts está enviando el mensaje de que si denuncias puedes acabar perseguida en los tribunales“.
“Exijo a Junts que retire esta querella, que pida disculpas públicas como gesto de reparación, y exijo también a la fiscalía que revise sus procedimientos, porque admitir a trámite una querella por injurias que resulta de una investigación derivada del protocolo de acoso del Parlament es simplemente infame y vergonzante”, dijo también la consellera.