Junts da marcha atrás a la moción de censura a Orriols a golpe de encuesta

La formación de Puigdemont temía disparar todavía más a Aliança Catalana en el voto y sufrir más fugas de electores

La líder de Aliança Catalana, alcaldesa de Ripoll y cabeza de lista del partido por Girona a la presidencia de la Generalitat, Sílvia Orriols
La líder de Aliança Catalana, alcaldesa de Ripoll y cabeza de lista del partido por Girona a la presidencia de la Generalitat, Sílvia Orriols Efe

Aunque Junts mantenía conversaciones muy avanzadas para desalojar a la alcaldesa de Ripoll (Girona), la ultra Sílvia Orriols (Aliança Catalana) a través de una moción de censura consensuada con PSC, ERC y CUP, el partido de Carles Puigdemont ha optado finalmente por dar marcha atrás a esta iniciativa ante el riesgo de propulsarla en las encuestas.

La explicación oficial, no obstante, no ha sido precisamente esta, sino que Junts ha vinculado su decisión final al contexto político en Ripoll. “No es viable sustituir un gobierno en minoría por otro gobierno en minoría porque hay riesgo de que la ciudadanía crea que se trata de un simple cambio de sillas“, argumentó Junts en un comunicado conjunto entre la dirección del partido y la local de Ripoll.

Las conversaciones de una moción de censura se pusieron en marcha al perder Orriols una cuestión de confianza que había presentado ella misma como mecanismo para forzar la aprobación de los presupuestos municipales (se les da luz verde al cabo de un mes si no hay una alternativa política). Pero después de varias semanas dándole vueltas al asunto, Junts ha considerado que “las condiciones que se viven en Ripoll la hacen de momento inviable”.

Alimentar el victimismo

El partido de Puigdemont concluyó que sacar adelante una moción de censura aumentaría el riesgo de que Orriols capitalice el “victimismo y una confrontación social de difícil reconducción, como mínimo a corto plazo”.

“Ya hemos visto que a Aliança Catalana esta estrategia le interesa y no tiene ningún límite ético para conseguir su propósito”, añaden desde la formación, que defiende que una supuesta alternativa a Orriols debe ser fuerte, con gran apoyo popular y fruto de la voluntad mayoritaria de los ciudadanos de Ripoll.

Lo cierto es que el pulso vivido a nivel municipal tiene un potente trasfondo autonómico. Es decir, que no se trata de un asunto a pequeña escala local, sino que Junts tiene más que presente que mantiene límites electorales con Aliança Catalana y, de hecho, está sufriendo fugas de votos en esa dirección, según acreditan las encuestas.

Las encuestas

El último estudio del Centro de Estudios y Opinión (CEO) de la Generalitat concluyó que Aliança Catalana —un partido basado a nivel ideológico en el discurso contra la inmigración y en la independencia de Cataluña— se disparaba hasta los 6/7 diputados (ahora tiene 2) y se colocaba por encima de CUP y de Comunes.

Ante este escenario demoscópico, Junts tiró de manual y dijo que su objetivo es combatir a la alcaldesa de Ripoll desde las urnas y no desde los despachos: “A derrotarla allá donde la democracia habla más claro que nunca, que es en las urnas”.

Para Junts, Orriols se ha dedicado a defender el interés de su proyecto político, a explotar su “victimismo” y a utilizar el ayuntamiento para ponerlo al servicio de su estrategia electoral.

Tras constatar que en Ripoll hay un gobierno en minoría, acusan a la alcaldesa de haberse instalado en la “confrontación sistemática”, lo que impide la posibilidad de llegar a acuerdos, y de convertir el municipio y a sus habitantes en instrumentos de la estrategia de su partido en una campaña electoral permanente, puntualizan. Por ello, consideran que Orriols asumió la alcaldía pero no ha sido capaz “de tejer las alianzas necesarias” para defender el interés general del municipio.