Carles Puigdemont ya tiene el equipo deseado en Junts para poner en marcha la reconstrucción del espacio independentista. La militancia de Junts votó sin fisuras todas y cada de una de sus propuestas, sin poner problemas de ningún tipo ni a las personas que protagonizarán esta nueva etapa, ni tampoco a las ideas. Su mano derecha, Jordi Turull, secretario general, pudo componer y descomponer la organización a su antojo, de tal manera que más de media dirección es nueva —y en ella destacan tres mujeres (Judith Torono, Mònica Sales y Míriam Nogueras)—.
Desaparece Laura Borràs de la primera línea, pero quizá lo sustancial son más las ideas que las personas, puesto que Junts ha confirmado en el congreso extraordinario de este fin de semana que el ADN Convergència ha vuelto sin complejos después de una primera etapa en que el artefacto político jugó a ser un poco de todo. Ya no es así. A lo largo de las intervenciones de este fin de semana, se han escuchado apelaciones a ocupar el centro político —esto es lo que hizo Convergència históricamente— y se ha hablado de manera inconfundible sobre la defensa de una rebaja fiscal en Cataluña.
Agenda liberal clásica
De hecho, toda la propuesta fiscal la abandera el exconseller de Economía Jaume Giró, más conocido, en realidad, por su trayectoria empresarial (Naturgy, Repsol, Petrocat, Petronor, La Caixa) que por su trayectoria política. En síntesis, la bandera de Junts será defender una “reducción justa” de los impuestos de Sucesiones y de Patrimonio, la deflactación de todos los tramos del IRPF y la revisión del impuesto de Sociedades a las pequeñas y medianas empresas. Asimismo, abogan por una fiscalidad más progresiva para los autónomos con un sistema de cuotas mensuales a la Seguridad Social rediseñado.
Orden con la inmigración
También han entrado de forma contundente las ponencias de Junts en el Congreso en el tema de la inmigración, un asunto que ha propiciado la irrupción de la xenófoba Aliança per Catalunya en el Parlament de Cataluña. Junts, que lleva ya un tiempo preocupada por la pérdida de electores que reclaman más mano dura con la llegada desordenada de extranjeros, propondrá la creación de una Agencia Catalana de Inmigración que se encargaría tanto de “la fijación de cuotas” como de “las condiciones de llegada, acogida e integración de los recién llegados”.
Sin abandonar este paquete de medidas relacionadas con extranjeros llegados a Cataluña, las ponencias aprobadas alientan que el conocimiento efectivo del catalán y de la cultura y valores cívicos de la comunidad se conviertan en requisitos. Y atribuye a la mencionada Agencia Catalán de Inmigración un papel crucial para organizar todo el flujo de llegados.
Seguridad
Respecto a vivienda, Junts entra de lleno en el capítulo de la ocupación y subraya que “no puede ser considerada una forma de acceso a la vivienda” recordando que Cataluña lidera las infracciones penales en esta cuestión en el ranking del Ministerio del Interior español. “Las ocupaciones conflictivas y delincuenciales degradan la convivencia en el entorno donde se producen ya menudo van asociadas a otros hechos delictivos”, apunta la ponencia, que también es dura contra la multirreincidencia.
Todas estas propuestas consagran el giro a la derecha que los rostros clásicos de Junts pedían desde hace tiempo a la vista de que el PSC ha modulado mucho sus posiciones en Cataluña, precisamente para hacerse con una parte del tradicional espacio convergente.
Puigdemont pide “dejar de resistir”
Por lo demás, Puigdemont fue el protagonista de la última jornada del congreso en Calella (Barcelona) en la que llamó a los suyos a dejar de “resistir” y pasar la ofensiva para avanzar hacia la independencia. “Dejemos de resistir y pasemos a la ofensiva porque hay todo un país que nos está esperando”, alentó.
Escogido como presidente de la formación sin ningún tipo de sopresa (90,18% de apoyo), el líder independentista pidió a Junts fortalecerse “para retomar el camino hacia la libertad efectiva”