Carles Puigdemont y Oriol Junqueras han tenido una relación particularmente tormentosa desde que coincidieron en el Govern del procés como presidente y vicepresidente de la Generalitat. Ni eran amigos en los meses previos a la votación del 1-O ni por supuesto lo fueron a raíz de la huida insospechada de Puigdemont a Waterloo (Bélgica) en octubre de 2017. Así que prácticamente han sido más de seis años de incomunicación y más de seis años en los que todo, o casi todo, ha cambiado a nivel formal en sus partidos, Junts y ERC.
Precisamente porque se han producido esos cambios internos, ambos han visto el momento adecuado para tenderse la mano y verse las caras en Waterloo. Ocurrió este domingo y es posible que se trate del principio de algo. Quienes conocen a Junqueras explican así el contacto con Puigdemont: “Las hostilidades entre Junts y ERC hace ya seis años que duran y él es de los que piensa que ha llegado el instante de recomponer las cosas. Él cree que es el instante de rehacer y de tener una mirada un poco larga dentro del espacio soberanista”.
El desplazamiento de Junqueras a Waterloo se produce apenas tres semanas después de su renuncia al cargo de presidente de ERC. Es sabido que su intención desde ese paso atrás es llevar a cabo un proceso de “escucha activa” con el que pretende regresar a los mandos de Esquerra tras el congreso de otoño. Y en este contexto estratégico hay que encajar los pasos de Junqueras, que ahora no tiene las urgencias de resolver ningún pacto de investidura (esa misión corresponde a la secretaria general de ERC, Marta Rovira) y sí que tiene la obsesión de trazar una ruta estable tanto para su regreso como para el repunte de su menguante partido.
De la lista electoral a los pactos de PSOE y PP
— ¿Estamos en los prolegómenos de un pacto electoral entre Junts y ERC para ir de la mano en una eventual repetición electoral?
— “Es un escenario todavía lejano. Está ahí, pero es muy aventurado especular con una lista conjunta”.
Lo cierto es que Rovira ha descartado en público ese escenario e incluso ha aclarado que si no hay acuerdo de investidura con el PSC de Salvador Illa, ERC concurrirá a las elecciones con sus siglas. Pero ya se sabe que un par de meses en política son una eternidad, así que todos se cogen los compromisos y grandes declaraciones con pinzas porque, hoy por hoy, la situación política en Cataluña es muy volátil.
En todo caso, Puigdemont y Junqueras sí que han compartido un análisis y es que PSOE y PP sí que han sido capaces de llegar a acuerdos en las últimas semanas para sellar la renovación del Consejo General del Poder Judicial. PSOE y PP renovarán también RTVE, la CNMC y el Banco de España, por lo que ambos han concluido que no tiene particular sentido que los grandes partidos españoles sean capaces de llegar a acuerdos y los grandes partidos de obediencia catalana no lo sean.
En ese contexto es posible que las conversaciones entre ambos continúen.Eso sí, de momento sin imágenes: ni fotografías, ni vídeos.