Con una mezcla de autocrítica y firmeza, Irene Montero, eurodiputada y exministra de Igualdad, ha sorprendido a muchos con sus palabras durante la presentación de su nuevo libro Algo habremos hecho. En un acto celebrado en La Casa Encendida de Madrid, Montero lanzó uno de los mensajes más duros hasta la fecha contra Yolanda Díaz: calificó su elección como “el error político más grande” de Podemos.
“Tomamos esa decisión pensando que serviría para ampliar el espacio electoral y tener más poder para transformar. En la medida en que no se ha ampliado el espacio y hemos perdido poder, es el error político más grande que hemos cometido”, afirmó Irene Montero sobre Yolanda Díaz, dirigiéndose a un público expectante.
El repaso de Irene Montero a las tensiones de Podemos con el PSOE
El libro, editado por su jefa de prensa Lidia Rubio, recorre la trayectoria de Irene Montero en Podemos y en el Ministerio de Igualdad. Aborda sus batallas políticas y los enfrentamientos que tuvo con el PSOE. Según relata la exministra, la gestión en el gobierno de coalición no estuvo exenta de tensiones. Uno de los episodios que destaca es la entrevista de Pedro Sánchez, en la que se refirió a la incomodidad de ciertos sectores con algunos discursos feministas.
“Con sus palabras, el presidente del Gobierno rechazaba el feminismo institucional que habíamos llevado a cabo en Igualdad y también impugnaba nuestra presencia en el Gobierno”, denuncia Irene Montero en el libro.
Otro episodio revelador gira en torno a la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’, impulsada por el PSOE tras la polémica por las reducciones de penas aplicadas a ciertos condenados. Irene Montero narra cómo María Jesús Montero, ministra de Hacienda, le instó a firmar la reforma, sugiriéndole que ello podría ayudar a su carrera política. En palabras de Irene Montero, la reforma fue una “rendición ante la ofensiva judicial machista”.
El papel de Yolanda Díaz en las tensiones internas
Uno de los puntos más críticos del libro es la relación de Irene Montero con Yolanda Díaz. Según Montero, Díaz no solo apoyó la reforma de la ley ‘solo sí es sí’, sino que pidió abiertamente su dimisión en varias reuniones.
“Aún lloro de rabia cuando lo recuerdo”, escribe Irene Montero, recordando cómo Yolanda Díaz supuestamente instó a que ella o algún miembro de su equipo abandonara el cargo en un intento por resolver la crisis. La tensión entre ambas políticas parece haber escalado hasta el punto en que Montero cuestiona abiertamente la lealtad de Díaz hacia Unidas Podemos y su compromiso con el feminismo.
Irene Montero también arremete contra el secretario general del PCE, Enrique Santiago, a quien acusa de haber negociado con el PSOE a espaldas de su equipo. En el libro, Montero describe una conversación telefónica con Santiago en la que percibió que el dirigente estaba actuando en nombre de Yolanda Díaz y en connivencia con los socialistas. Montero relata incluso cómo recibió un mensaje de WhatsApp de Santiago por error, en el que resumía la conversación para Yolanda Díaz.
Este pasaje pone de manifiesto tanto la desconfianza y las fracturas internas en Unidas Podemos como la frustración de Irene Montero con lo que considera maniobras políticas de otros actores dentro de la izquierda, que presuntamente buscaban debilitarla a ella y al Ministerio de Igualdad.
¿Cuál será el nuevo rumbo para Podemos?
En medio de las críticas, Irene Montero también hace un ejercicio de autocrítica. Reconoce que su confianza en Yolanda Díaz pudo haber sido excesiva y que Podemos erró al no mantener una mayor autonomía política dentro del Gobierno. Para Montero, el camino a seguir pasa ahora por construir alianzas que no impliquen “subordinaciones”. Es decir, apostar por una izquierda que pueda trabajar en conjunto, pero sin perder su identidad.
“Necesitamos transformar para tener poder y no renunciar a nuestra autonomía política”, dijo Irene Montero durante la presentación. Asimismo, hizo un llamamiento al PSOE para que establezca una relación de cooperación en lugar de una subordinación con los partidos de izquierda. Un intento por consolidar un bloque progresista que mantenga sus principios intactos.