Dimisión

Sumar abrió una investigación a Errejón por acusaciones de violencia machista

El equipo de Yolanda Díaz conoció las acusaciones hace días y exigió explicaciones a Errejón, que este este jueves informó a la Ejecutiva de Sumar de su decisión de dimitir

Yolanda Díaz conversando con el portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, en un pleno reciente Efe

El portavoz de Sumar en el Congreso, Iñigo Errejón, ha anunciado este jueves que abandona todas sus responsabilidades políticas. Lo hace después de que su formación le haya abierto una investigación interna tras tener conocimiento de algunas denuncias relacionadas con acoso machista. “Un maltratador psicológico, un monstruo, un verdadero psicópata”, según alguno de los relatos que han trascendido de una mujer de forma anónima.

Según ha podido saber Artículo14, Más Madrid le habría pedido que dimitiese después de conocer los hechos y estudiarlos desde hace al menos dos días.

Errejón, sin embargo, ha explicado su abandono de la política en términos muy distintos, vinculando su despedida a su fragilidad psicológica en estos instantes. “Anuncio así, como ya he comunicado a mis compañeras y compañeros responsables, mi dimisión como portavoz del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar, dejo el escaño en el Congreso y todas mis responsabilidades políticas”, ha anunciado asegurando que lleva tiempo “trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico“, explica.


“El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional. Creo que esto es algo que en mayor o menor medida experimenta toda y todo el que esté en esta posición durante un tiempo prolongado”, argumenta.

El hasta ahora portavoz parlamentaria de Sumar considera que “en la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros”. Y opina que “esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo”.

“Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano. La lucha ideológica es también una lucha por construir formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y, por tanto, más libres. No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana”, dice.

Y en este tiempo explica su decisión final: “Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos“.

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