El PSOE vive estos días una crisis de colosal magnitud, con el enfrentamiento descarnado entre el secretario general en Castilla y León, Luis Tudanca, y el núcleo del poder federal en la sede madrileña de Ferraz. La intención de Tudanca de convocar primarias para revalidar su cargo antes del 41 Congreso Federal de finales de noviembre ha sido extirpada de raíz por la Comisión de Ética y Garantías, cuya decisión no es recurrible salvo ante los tribunales.
Es un escenario que hoy nadie quiere contemplar, si bien el pulso entre el poder orgánico territorial y el de Ferraz ha aflorado en las últimas horas de forma especialmente evidente. Todo, en un partido en el que, salvo en contadas excepciones (como en la que afecta a la “financiación singular catalana”), las críticas a las decisiones del núcleo duro de Pedro Sánchez apenas eran contestadas por Emiliano García Page (Castilla-La Mancha) y Javier Lambán (Aragón).
En Madrid, más allá de pronunciamientos como el de la ministra de Igualdad, la vallisoletana Ana Redondo, que avaló las tesis de Ferraz, la respuesta a las acusaciones de Tudanca o del alcalde de Valladolid es sucinta, contenida. El lunes, José Antonio Díez afirmó que el número tres, Santos Cerdán, ha utilizado de forma “torticera” los estatutos, y aseguró que ha decidido “jugar sucio” con la decisión de suspender las primarias sine die.
“Habrá un calendario de primarias para Castilla y León en breve, de acuerdo a la resolución de la Comisión de Ética y Garantías, y al calendario aprobado por el Comité Federal. Nadie le va a hurtar a los militantes de Castilla y León su derecho a votar”, se limitan a trasladar desde la sede federal.
En Castilla y León les acusan de haber promovido “guerrillas internas” durante años; de “alentar” la formación de “bandos contrapuestos”, en un duelo por el control orgánico del partido. “Es un desastre que ellos han provocado, son responsables de arreglarlo”, aseguran a Artículo 14. Recuerdan que la decisión de la dirección de Tudanca, revocada por Ferraz “contra el criterio del 80% de delegados de la federación”, supone actuar de manera contraria a la decidida en el último congreso, en Valencia (2021).
Lo que se permitió en el 40 Congreso, inciden, debería consentirse en este caso. Desde el territorio no se ha convocado un congreso con ponencias políticas, que podría impactar contra las decisiones del cónclave federal. sino unas primarias para elegir a la dirección, algo que “se permitió con total normalidad en ese territorio” entonces. Y ese “cambio de criterio”, sostienen, obedece “intereses” que aterrizan una “práctica lamentable” de Ferraz. La “ambigüedad” de los estatutos, abundan, sirve de pista de aterrizaje para esta “mala praxis”.
“La organización es la encargada de resolver conflictos, y en este caso se dedica a lo contrario”, apostillan. En otro territorio sostienen que el planteamiento de Tudanca “es lógico”. No se entiende “la virulencia de Ferraz”, toda vez que existe el precedente del último congreso, “y la norma lo permite”, sentencian.
Redondo, en las quinielas internas
Lo que subyace, abundan varias fuentes, es un pulso por “el control del partido en el territorio”. Y esto lo corroboraría la ausencia de esfuerzos por “lanzar un liderazgo sólido o potente”, con presencia y trabajo en el territorio. En su lugar, se habría apostado por candidatos cuyo ámbito “no es el autonómico”, elegidos para “controlar al aparato”.
Argumentan que se podría haber optado por “una transición tranquila”, por un perfil “con opciones de ganar”, y no por “alentar un bando”. Nombres como el de la ministra de Igualdad o el de la portavoz federal, Esther Peña, junto con el exportavoz en el Senado, Ander Gil, aparecen ya en algunas quinielas.
En el PP apuntan a que Redondo, también cuestionada por Sumar por su “falta de iniciativa” como ministra, es considerada “floja” en Ferraz. Entre algunas organizaciones de la órbita feminista tampoco hacen una buena valoración de la titular de Igualdad, que busca marcar un perfil más bajo que el de su predecesora, Irene Montero (Unidas Podemos).
Sin embargo, en el territorio la sitúan como próxima a Óscar López, exdirector de Gabinete de Sánchez y hoy ministro de Transformación Digital, un valor en alza en el partido para la batalla política. Y exsecretario general del PSOE en la región, además de antiguo secretario de Organización. López, como Redondo, ha avalado públicamente a Ferraz y a Cerdán. “El partido tiene unos órganos y unas normas”, afirmó el ministro y ‘pata negra’ del PSOE el sábado.
La lista de nombres con conocimiento o predicamento en la región es extensa, y por eso el ‘quién es quién’ o el ‘quién quiere qué’, resulta complicado. El ministro de Transportes, Óscar Puente, fue alcalde de Valladolid, aún lidera el partido en la provincia, y de momento no se ha pronunciado públicamente. Peña, por su parte, compagina su cargo como portavoz federal con el de secretaria general en Burgos.
Lo cierto es que el enfrentamiento interno ha alcanzado un nivel de decibelios muy elevado: “La lealtad no es sumisión”, afirmó Tudanca el lunes, en una entrevista con El País. También acusó al “entorno” de Organización de “desestabilizar” a su federación. Díez, alcalde de León, fue incluso más duro: “Lo que se está realizando aquí es una forma de jugar sucio por parte de Santos Cerdán a la que aquí en León estamos acostumbrados. Yo especialmente lo he sufrido en mis propias carnes”, aseguró en una entrevista en Onda Cero. Fue el mismo alcalde que en 2022 afirmó que a Puente “le gusta mucho polemizar”.
La desconfianza de Ferraz
En Ferraz se muerden la lengua, pero figuras de primera línea del PSOE señalan algunas de las razones por las que hace tiempo que dejaron de confiar. Entre otras, que ya está a punto de cumplir 10 años al frente de la Secretaría General, y que sugirió su salida tras las elecciones de 2022, cuando el PSOE sufrió un descalabro que le dejó con 7 escaños menos que en la anterior legislatura.
Finalmente se mantuvo en el cargo, tomando decisiones en la orgánica que, a juicio de algunos, evidenciaron su enemistad con el secretario general en León, Javier Cendón. Apuntan incluso al enfrentamiento del barón socialista con Puente, que como alcalde (2020) cuestionó su forma de hacer oposición a la Junta, entonces bajo el control total del PP. “Parece que sólo le gusta lo que hace él”, afirmó Tudanca.
Sin ir tan lejos, en Ferraz no ha gustado nada otro de los recados del líder del PSOE en Castilla y León al secretario general del partido, en su última entrevista. “Me la jugué cuando casi nadie creía en él. Fui el único secretario general autonómico que en aquel proceso tan dramático después del comité federal del 1 de octubre de 2016 cuando Sánchez dimitió, me mantuve a su lado mientras el resto optaba legítimamente entre Susana Díaz y Patxi López”. Lo cierto es que Sánchez ya ha apartado a muchos de los que en su día fueron sus grandes valedores, y el malestar en Ferraz con Tudanca era conocido. Lo que no se esperaba era una batalla de estas dimensiones.