Illa se asoma a una investidura interrumpida

La sesión parlamentaria podría aplazarse a comienzos de la semana que viene si Puigdemont es detenido este jueves

El presidente del Parlament, Josep Rull, se reúne con el primer secretario del PSC, Salvador Illa, en el marco de la ronda de consultas con los líderes parlamentarios previa al debate de investidura de Illa como nuevo presidente catalán. EFE/Quique García

Si nada se torciera, la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat quedaría servida en bandeja este jueves, tras el pleno en el Parlament de Cataluña. Pero algo se va a torcer. Lo dan por hecho los principales partidos catalanes, conscientes de que Carles Puigdemont prepara una irrupción inminente en territorio nacional con una orden de detención a cuestas. Así que lo que tendría que ser un solemne trámite parlamentario, el de la elección del presidente de la Generalitat, amenaza con convertirse en algo muy distinto, probablemente en la última réplica del terremoto político que significó el procés.

Junts ya ha dicho con toda claridad que la sesión de investidura debería aplazarse si Puigdemont es detenido. Y ha advertido, en el mismo sentido, que si no se produce la suspensión sus diputados abandonarán el hemiciclo. Así que ERC ya ha comenzado a ceder a sus presiones: “Si se produjera alguna detención, que es probable que ocurra en las circunstancias actuales, tendremos que valorar qué hacer. Una opción que toma peso es suspender o aplazar el pleno y poder emplazarnos a reanudar la sesión lo antes posible, porque no podemos quedar sujetos a lo que diga el Tribunal Supremo”.

La movilización en marcha

Mientras la amenaza de la cancelación del pleno de investidura de este jueves planea la escena política en Cataluña, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) ha movido ficha para comenzar con las performances que van a rodear el regreso de Puigdemont. Los más de 700 alcaldes que la integran están llamados a recibir a Puigdemont: “Os esperamos a todos y a todas en su recibimiento”. “Debemos mostrar al mundo lo que representa su retorno en un contexto todavía de falta de garantías democráticas y de libertades vigiladas”, dijo la entidad.

No hay fecha ni hora para un retorno anunciado que el Gobierno de Pedro Sánchez intenta enfriar tanto como puede. Quisieron los socialistas convencer a Puigdemont de que era mejor idea posponer su regreso porque todavía pesa sobre él la orden de detención del Supremo por malversación de caudales públicos el 1-O. Pero, al parecer, no hubo manera porque el expresidente de la Generalitat quiere quemar su último cartucho con su abrupto regreso. Tendrá a su lado a la Asamblea Nacional Catalana, que ha pedido a sus seguidores estar “atentos a las próximas convocatorias”.

El tiempo de la suspensión

En cambio, ERC no quiere alargar la excepcionalidad del regreso de Puigdemont más de la cuenta. En principio, facilitará la suspensión del pleno si se produce su detención. Pero, pasado este fin de semana, su intención es retomar la sesión de investidura y culminar la elección de Illa para no permanecer cautivos de la situación.

En todo caso, la principal incógnita en estos momentos está relacionada con los tiempos del propio Puigdemont. ¿Cruzará la frontera antes de que se inicie la sesión parlamentaria? ¿Llegará a plantarse a las puertas del Parlament? En el caso caso su detención se produzca antes del pleno, el presidente de la Cámara catalana, Josep Rull, podrá tomar la decisión de aplazarlo sin especificar ninguna fecha concreta.

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