Hace justo hoy dos años que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se reunió por primera vez con el presidente de VOX, Santiago Abascal. Fue un encuentro en un hotel de la zona norte de la capital. Feijóo había sido proclamado presidente del PP cuatro meses antes y quiso tener un primer contacto con Abascal. Una reunión secreta de la que no hubo comunicación a los medios ni tampoco una sola prueba de su existencia. Ni un documento gráfico. Un Feijóo recién llegado a Madrid temía esa imagen y la utilización que la izquierda pudiese hacer de ella. Se “avergonzaba” de la extrema derecha española. No quería dejar rastro. La reunión se conoció una semana después -a través de una exclusiva de La Sexta- y en Génova 13 no hizo ninguna gracia que saliese a la luz.
Así, han pasado dos años y Feijóo parece no ser el mismo. De ocultar una imagen con Abascal a exhibirse al lado de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, referente para VOX y sus aliados. El líder del PP ha viajado hasta Roma para reunirse con la líder de ultraderecha italiana. Un encuentro que Feijóo ha conseguido gracias al enlace con el vicepresidente italiano, Antonio Tajani, la persona clave para este acercamiento. El líder popular ha perseguido esa imagen y ya la tiene. Feijóo se ha sacudido los complejos y ya no le importan las críticas. Ni las fotos con quienes en algún momento no eran asumibles para su cultivado perfil moderado.
Lo cierto es que Meloni tampoco es la mujer que era hace unos años. Todos recordamos las imágenes de la italiana arropando a la que fue candidata de VOX a las elecciones andaluzas, Macarena Olona. Un mitin en Marbella que se hizo viral por el histrionismo y las declaraciones de la que por entonces era solo presidenta de Fratelli d’Italia. Meloni alzaba la voz (a gritos) contra los inmigrantes, homosexuales y contra las políticas de igualdad de género, mientras toda la cúpula de VOX aplaudía en el anfiteatro de la ciudad malagueña. La primera ministra italiana se ha refinado, pero sus convicciones siguen siendo las mismas y las políticas que lleva a cabo en Italia así lo constatan.
Algo que parece no importar en las instituciones europeas. Su popularidad y poder ha ido en aumento y, esta misma semana, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Vonder Leyen, nombró como vicepresidente del Ejecutivo comunitario a uno de los hombres fuerte de la italiana, Raffaele Fitto.
Feijóo alaba la política migratoria de Italia
Más allá del encuentro y del simbolismo de la reunión entre Feijóo y Meloni, es importante el mensaje que el líder del PP pretende mandar en cuanto a política migratoria. La reunión forma parte de la estrategia de internacionalización de la crisis migratoria que pretende el presidente del PP. Tras la reunión con Meloni, Feijóo compareció ante los medios de comunicación -arropado por el vicepresidente italiano, Antonio Tajani- alabando el modelo transalpino: “En el último año, las llegadas (de migrantes irregulares a Italia) han disminuido un 60% y en mi país han aumentado un 60%”, dijo el líder popular. “En mi país en este momento no hay política migratoria”, por eso “lamentablemente la ruta canaria es la ruta con mayor presión de migrantes de la Unión Europea”, sentenció Feijóo.
Sin embargo, en su comparecencia ante los medios, el líder del Partido Popular esquivó preguntas sobre el plan de externalización de fronteras de Meloni en Albania: “La inmigración no es un asunto ideológico, es un asunto de Estado. Y la política migratoria debe ser un asunto de máxima relevancia en la UE”, se limitó a decir. Y es “uno de los grandes asuntos europeos y tenemos que tener posición al respecto” añadió Feijóo, recordando, además, que el laborista Keir Starmer, primer ministro británico, se reunió recientemente con Meloni y elogió también su modelo. Lo cierto es que seguimos sin tener claro qué es exactamente lo que Feijóo admira de la política migratoria de Italia.
Así, el popular llegó a la reunión con la italiana tras verse con el líder griego Mitsotakis y tras presentar con Coalición Canaria un plan migratorio ante la crisis creciente. En las próximas semanas, el líder del PP proseguirá con su gira europea en busca de una acción común, una especie de alianza del sur de Europa, para dar una respuesta “sin etiquetas ideológicas” ante el aumento de la inmigración irregular.
En este punto, es interesante añadir que (de nuevo dentro de nuestras fronteras) los contactos entre Partido Popular y Gobierno continúan en busca de un pacto de Estado en materia migratoria. Ambas partes son conscientes de que “se debe lograr” y el portavoz popular, Miguel Tellado y el Ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, están a la espera de cerrar una nueva reunión presencial. La urgencia es pactar la acogida de los menores migrantes.
VOX niega malestar por la reunión
En cuanto a la relación entre Abascal y Meloni, hace tiempo que esta evolucionó. En la última convención de VOX -Europa Viva 24-, que tuvo lugar en mayo, la primera ministra italiana se limitó a realizar una conexión en directo desde Italia durante el acto. Participó, sí, pero no estuvo presente como en años anteriores, donde era la estrella invitada. Este año el protagonismo se lo llevó el presidente argentino, Javier Milei. La ausencia de Meloni en el gran acto de la formación de Abascal fue comentada, pero desde el partido aseguraron que era “una cuestión de agendas” y que la relación era tan buena como de costumbre.
Fue a inicios de julio, cuando la salida de VOX del grupo del cual la italiana es líder en la Unión Europea -Reformistas y Conservadores Europeos- incrementó las especulaciones sobre el alejamiento entre los de Abascal y Meloni. VOX pasó a formar parte del grupo del húngaro Viktor Orban, ‘Patriotas por Europa’. Un movimiento importante, aunque desde la dirección de VOX nunca han reconocido un alejamiento con la italiana.
Lo cierto es que, a raíz de la reunión de Feijóo y la primera ministra Meloni, fuentes de la dirección de VOX se apresuraron a decir que les parecía “una buena noticia”. Santiago Abascal cree que el líder PP, de este modo, “legitima a sus socios, a sus homólogos”: “Me gusta que mis socios y mis aliados sean cada vez más considerados(…) los populares pueden aprender mucho de este encuentro”, dijo Abascal a preguntas de los periodistas.
La realidad es que el líder de VOX se enteró de la reunión días antes de que se produjera, incluso de que los medios tuviésemos constancia. Se le comunicó desde el entorno de Meloni, asegurando que “habría algún guiño a VOX durante el encuentro”. Abascal no ha tratado de frenar la foto entre Feijóo y Meloni en ningún momento aunque, en privado, reconocen que “sería mejor si no se hubiese producido”. Tras la reunión, se filtró a la agencia de noticias italiana ANSA que Meloni había dicho que “su relación con Abascal seguía siendo tan sólida” como antes del paso de VOX a “Patriotas por Europa”. Ahí estaba el guiño prometido.