En un momento tenso, diplomáticamente hablando, provocado por las declaraciones realizadas por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, -con las que exigía al Gobierno español una disculpa por la conquista de América– o por el Gobierno venezolano, el rey Felipe VI ha puesto en valor la relación de España con los países iberoamericanos.
Sin aludir de manera directa a las polémicas suscitadas por Sheinbaum o por el Ejecutivo de Nicolás Maduro, el monarca ha destacado este viernes en su alocución durante el Encuentro de Academias Hispanoamericanas de la Historia que el foco de la relación entre España y los países iberoamericanos “debe orientarse hacia el presente, para así preparar o construir un futuro aún mejor, de mayores oportunidades”. A lo que ha agregado: “Por eso lo esencial es tomar impulso para alcanzar respuestas pragmáticas, útiles y equilibradas. Respuestas que lleguen a todos”.
En este sentido, Felipe VI ha rescatado un fragmento de su discurso de proclamación de hace diez años. “Con los países iberoamericanos nos unen la historia y lazos muy intensos de afecto y hermandad. Pero sobre todo nos une nuestra lengua y nuestra cultura compartidas. Un activo de inmenso valor que debemos potenciar con determinación y generosidad”, destacó en aquel momento.
En este nuevo discurso, y para reivindicar así esta propuesta, el monarca ha citado al Inca Garcilaso, un escritor e historiador de padre español y madre india, ha aludido al artículo 1 de la Constitución Española de 1812, en el que, según el monarca, “hace reposar nuestra identidad en ambos hemisferios” y se ha referido a la compartición de la lengua española y de “nuestra” historia, “con sus frutos en ciencia, urbanismo, letras, artes o pensamiento; y sus conflictos y disputas”.
En esta cuestión en particular se ha centrado Felipe VI al señalar que “nuestra relación es tan honda que nos permite, incluso, hablar con franqueza de nuestras posibles discrepancias, pero siempre desde el respeto basado en la amistad”. Por ello, ha finalizado aludiendo a los historiadores ahí presentes y valorando positivamente el papel de la historia y las humanidades. “Vuestro espíritu científico, libre de prejuicios e intereses, permite analizar, interpretar, coincidir o discrepar, siempre desde el rigor y el entendimiento de cada contexto histórico”, ha apostillado.