Alberto Núñez Feijóo quiso conocer de primera mano la opinión de sus líderes autonómicos sobre la reforma de la ley de extranjería antes de confirmar que el PP votará que “no” a su toma en consideración en el Congreso de los Diputados. Fue en una comida en un conocido restaurante de Madrid, tras la reunión de la Junta Directiva Nacional. La mayoría de los asistentes abogó por votar en contra salvo que el Ejecutivo central se abriera a aceptar una serie de requisitos, como convocar ya la conferencia de presidentes.
La cuestión migratoria copó buena parte del almuerzo, según las fuentes consultadas por Artículo14. De hecho, Feijóo aparcó la noticia del día -esto es, la citación de Pedro Sánchez en el proceso judicial que afecta a su mujer, Begoña Gómez-. A micrófono cerrado, no se habló ni una palabra sobre la posible declaración del presidente del Gobierno ante el juez.
El jefe de la oposición sí preguntó expresamente a sus barones sobre qué opinan de la ley de extranjería y cuál tendría que ser el sentido del voto del partido. La posición no fue unánime entre los asistentes, moviéndose entre el no y la abstención, según confirman varios presidentes autonómicos.
No acudieron el andaluz Juan Manuel Moreno ni el valenciano Carlos Mazón por cuestiones de agenda. De la dirección nacional, además de Feijóo, estuvieron Cuca Gamarra y Elías Bendodo, la secretaria general y el vicesecretario encargado de coordinar las cuestiones autonómicas.
Para la mayoría de los barones, el Gobierno tendría que haberse movido para evitar el “no” a la reforma. Y plantearon las exigencias ya conocidas. A saber, declarar la emergencia migratoria en toda España, más financiación para las comunidades, hacer “de verdad” una política en origen y que Sánchez acepte convocar ya la Conferencia de Presidentes.
En la conversación, que fue iniciada por Feijóo, los presidentes se mostraron comprensivos con las Islas Canarias pero precisaron que también en sus territorios la situación es límite y se quejaron del discurso “tramposo” del Gobierno, al que pidieron hacer frente desde el partido. “Sánchez no ha querido negociar ni una de las propuestas que el PP ha puesto encima de la mesa y así no se puede”, destacaron fuentes de la dirección nacional consultadas por Artículo14.
Según esas mismas fuentes, en la comida Feijóo no rechazó moverse del no a la abstención si finalmente el Ejecutivo se mostraba proclive a negociar. Extremo que acabó diluyéndose a última hora de la tarde del lunes, cuando Génova consideró “un insulto” que la ministra Sira Rego delegara en un secretario de Estado y en un jefe de gabinete la última reunión por videoconferencia con Ana Alós, la negociadora popular.
“Es evidente que los planes del Gobierno no pasan por pactar la política migratoria y de extranjería con el PP”, censuraron las fuentes consultadas. Ya a primera hora, Borja Sémper, el portavoz nacional, auguró: “Tengo la sensación honesta de que a Sánchez no le interesa en absoluto ningún pacto con el PP porque ese pacto ya lo tiene cerrado con sus socios”.
Feijóo endurece su discurso
Antes de la comida con sus barones, en su intervención ante el máximo órgano entre congreso del PP, Feijóo se pronunció públicamente sobre migración: “Solidaridad sí, pero seguridad también (…) Los españoles tenemos derecho a salir a la calle”, dijo, volviendo a endurecer su discurso, lo que provocó las críticas socialistas. “Abraza los discursos xenófobos de Vox”, ha denunciado insistentemente el Ejecutivo.
“Hay miles de inmigrantes que han hecho de España una nación, que nos han reforzado. Para todos ellos, España es su casa, pero no puede serlo para quien viene con otra actitud y otra intención”, se reafirmó Feijóo a micrófono encendido. Minutos después, fuentes del PP precisaron: “Somos lo que estamos entre Vox y el PSOE. Ni los planteamientos alarmistas de los primeros ni la despreocupación irresponsable de los segundos”.
Algunos asistentes a la Junta Directiva “no” entendieron esas palabras de Feijóo. “No ha estado afortunado”, en opinión de un alto cargo, en conversación informal con este periódico. “No hay que darle armas a Sánchez”, enfatizó otro dirigente.