Alberto Núñez Feijóo actuó en varios frentes para tratar de calmar a los suyos en un día muy complicado de puertas para adentro. Para empezar, asumió el “error injustificable” del PP al apoyar la reforma legal que permitirá que más de cuarenta presos de ETA vean reducidas sus penas. Actuó en el Congreso y en el Senado, al tiempo que recuperó la interlocución con el Gobierno a fin intentar revertir la situación, aunque la respuesta de Moncloa fue un sonoro portazo. En paralelo, se multiplicaron los contactos con las estructuras territoriales, atónitas ante lo sucedido. Finalmente, desde Génova se mandó un mensaje de texto a afiliados y simpatizantes con las explicaciones del líder nacional.
Lo primero, razonan las fuentes consultadas, era admitir que lo ocurrido “no tiene un pase”. Ya el lunes, Feijóo se apresuró a llamar a la presidenta de la asociación mayoritaria de víctimas, Maite Araluce, para pedirle disculpas . En los argumentarios internos distribuidos a sus cargos, se enfatizaba en ello: “Trasladamos a la sociedad las más sinceras disculpas en nombre del PP”. Públicamente, el propio líder nacional las reiteró ante los medios de comunicación.
A renglón seguido, el PP hizo valer su mayoría absoluta en el Senado para retirar del orden del día del Pleno la modificación legal, y abordará la cuestión en un pleno extraordinario el próximo lunes 14 de octubre, que es la fecha límite para tramitarlo en la Cámara Alta. Si bien, los populares creen que el margen de maniobra es escaso, una vez estudiados todos los escenarios con sus servicios jurídicos. La puerta que quedaría por tocar es la de Tribunal Constitucional, pero muchos presos etarras ya estarían por entonces en la calle.
Así las cosas, según Feijóo, la única opción de frenar en seco la reforma legal era con la connivencia del Gobierno. “El PSOE puede y deber pararlo”, razonaron. Y por ello, el líder popular encomendó a Cuca Gamarra recuperar la interlocución con el Ejecutivo y ponerse en contacto con Félix Bolaños, el ministro de Justicia. Le escribió por la mañana, pero estaba en el Consejo de Ministros. Hablaron por la tarde, pero no había nada que hacer. “El PP votó por error pero el Gobierno por convicción”, resumieron fuentes populares. Este miércoles, Feijóo se lo echará en cara a Pedro Sánchez en la sesión de control al Gobierno.
Quedaba la cuestión más delicada para la dirección nacional, la de explicar a los suyos lo acontecido. La pregunta más repetida internamente fue cómo es posible que nadie se percatara y diera la voz de alarma. Miguel Tellado, el hombre fuerte de Feijóo en el Congreso, se reunió a primera hora con los diputados que participaron en la tramitación parlamentaria de la ley, miembros de la Comisión de Justicia. Delante del portavoz popular, María Jesús Moro -que sustituía a Ana Belén Vázquez-, José Manuel Velasco y Rafael Benigno Belmonte, que asumieron su responsabilidad. Ellos fueron los que firmaron que habían “estudiado” la enmienda que convalida las penas a presos etarras.
“Están hundidos”, según fuentes conocedoras del encuentro. Formalmente, no se le solicitó a ninguno de los tres la dimisión aunque ellos pusieron su cargo a disposición. “Alguno sopesa dimitir”, interpretan compañeros del grupo parlamentario. “Yo creo que hoy no se trata de depurar responsabilidades. Se trata de buscar soluciones. Y la solución existe. La solución está en manos del Gobierno de España, que tan solo tiene que enviar un escrito al presidente del Senado pidiéndole que se paralice la tramitación parlamentaria del proyecto de ley”, en palabras del propio Tellado.
Javier de Andrés e Isabel Díaz Ayuso fueron algunos de los que reconocieron públicamente su estupor. El líder de los populares vascos pidió, además, que se analice lo sucedido y se actúe en consecuencia. En privado, también se apuntó a Esteban González Pons -ahora los vicesecretarios tienen la última palabra también en el Congreso- o a Cayetana Álvarez de Toledo. “En una empresa ya habría dimisiones”, sentenció un líder territorial, en conversación informal con este periódico. Varios altos cargos consultados por Artículo14 se pronunciaron en términos parecidos.
A última hora la de la tarde, empezaba a calar el mensaje de Génova y un presidente con mando en plaza resumía lo ocurrido: “Está asumido el error y el PP ha pedido disculpas. Desde luego que nadie de nuestro partido quiere beneficiar a terroristas y eso lo sabe todo el mundo. No hay que olvidar que, si quiera, el Gobierno podría solucionarlo y no lo hace. Están en lo que están, en blanquear a ETA”.
Por último, en un movimiento muy inusual, Génova envió un mensaje de texto a todos sus afiliados y simpatizantes. “El presidente del Gobierno y Bildu son los culpables de poner en la calle a 44 terroristas antes de tiempo”, se puede leer en el mismo, que incluye un enlace que te deriva a la comparecencia de Feijóo este miércoles. “Obligatoriamente, volverá el tono duro. La conciliación ya es papel mojado. Al menos, de momento”, resumió un veterano del partido.