EL PP, TRAS EL CISMA CON VOX

Feijóo sale “reforzado” de su pulso con Abascal y “se abre otras puertas”

El PP interpreta la crisis con Vox como un punto de inflexión que beneficia a Feijóo: “Ha ejercido de líder, marcando la pauta al partido”

Alberto Núñez Feijóo durante la rueda de prensa convocada este viernes en Madrid. EFE/ Borja Sánchez-Trillo

Alberto Núñez Feijóo también dio su propio golpe en la mesa. Santiago Abascal le echó un pulso amenazándole con romper si alguna de las comunidades autónomas en las que PP y Vox cohabitaban recibía un migrante menor más. Y el líder gallego no se achantó. “Solidaridad”, dijo en todas sus comparecencias. “Lo que me preocupa es ser coherente con lo que uno piensa”, dijo en el cenit de la crisis. Se mantuvo firme pese a las dudas en algunas estructuras. Hoy, el PP gobierna en minoría en Castilla y León, Aragón, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Extremadura.

Fueron días de enorme expectación en el PP. También de nervios, aunque se quisiera trasladar calma. “No hay un julio tranquilo”, bromeó un alto cargo. Una tensión que aún no se ha disipado en aquellos consistorios en los que ambas formaciones todavía gobiernan juntas, como en Toledo o Valladolid. Pero, pese a ello, la mayoría de cargos consultados por Artículo14 interpretan que Feijóo ha salido “reforzado”. “Ha ejercido de líder, marcando la pauta al partido, que es lo que le corresponde como presidente”, en voz de un veterano dirigente.

Cuando aún no se había consumado la ruptura, desde el equipo del jefe de la oposición aseguraron: “Con 62 años, con cuatro mayorías absolutas, tras haber ganado al PSOE todas las elecciones nacionales en las que han competido desde 2022 y habiendo ganado a Pedro Sánchez las elecciones generales en su primer intento, las posibilidades de que Feijóo renuncie a sus convicciones por las amenazas de nadie son igual a cero”.

Feijóo aguantó la presión. Y sus barones le siguieron, incluso aquellos que alertaron de que la situación en sus comunidades es también límite en materia migratoria, como los de la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. “Se han mentido en un buen lío y no saben cómo salir”, afirmaba un presidente autonómico el miércoles por la tarde, en referencia a Vox. Entonces, los barones ya empezaban a preparar el día después, augurando que no había vuelta atrás. “Los consejeros de Vox no quieren irse”, desvelaron a este periódico, como se confirmó en algunos casos. Todo estalló definitivamente el jueves por la noche.

Sin duda, un “punto de inflexión” en la era Feijóo, según las fuentes consultadas. Vox se aferra al discurso duro en materia de migración para emular a Le Pen, como apuntan los expertos. Y el PP se “mantiene firme como un partido Estado” y se “ancla al centro”, en opinión de la dirección nacional. En privado, algunos han visto similitudes al portazo de Pablo Casado en la moción de censura de Abascal. “Hasta aquí hemos llegado”, le afeó, en uno de los momentos políticos más destacados del otrora líder popular.

Resumiendo la posición del PP, en una vehemente intervención en respuesta a Vox, Juanma Moreno, declaró: “Si cree que estamos poniendo en peligro a la ciudadanía porque tenemos el corazón así de ancho para que niños y niñas se vengan con nosotros y ayudemos a 30 o a 300 más, vamos a seguir con el corazón así de ancho y rompan lo que quieran romper”.

“¿Votaría Vox que no a echar a Sánchez?”

Ahora, toca digerir las consecuencias. En las autonomías afectadas, los barones aspiran a gobernar en minoría, aunque ya preparan encuestas para testar la realidad electoral y comprobarán sus fuerzas cuando intenten aprobar sus presupuestos. En Castilla y León el contexto es distinto porque sus comicios fueron antes, en febrero de 2022, y la legislatura está prácticamente finiquitada.

También hay lecturas interesantes nivel nacional. Para empezar, en Génova aseguran que a Sánchez “se le ha caído el discurso”. “España es hoy un país mejor y, por tanto, no puedo ocultar mi alegría y felicidad”, contestó el presidente del Gobierno en Washington, en la cumbre de la OTAN. Aunque, en realidad, en el equipo de Feijóo opinan que ha de estar “preocupado” porque pierde una de sus principales consignas, que tanto le funcionó en las últimas elecciones generales. “Su mensaje del miedo se desvanece”, según un diputado popular.

Pero, además, Feijóo “se abre puertas”, según las fuentes consultadas. Los vínculos con Vox intoxicó otras posibles relaciones, como con el PNV. De hecho, el gallego llegó a la presidencia del PP tendiendo puentes con los nacionalistas vascos, pero todo acabó yéndose al traste. Ahora, esos puentes pueden reconstruirse de cara al nuevo curso político, empiezan a sugerir en privado. Y no solo con ellos.

La posible aproximación a Junts continúa siendo un tema tabú para el PP. Cada vez que Génova se abre a ello, se desata una tormenta interna. Si bien, un sector del partido considera que no hay que descartar nada, de cara a una hipotética moción de censura. Una posibilidad a la que Feijóo no se cierra en banda, aunque la aritmética parlamentaria sea endiablada. “¿Votaría Vox que no a echar a Sánchez si surge una posibilidad real?”, se preguntan en dicha parte del partido.

Le preguntó Pepe Luis Vázquez a Feijóo expresamente en El Español, antes de la crisis con Vox: “Junts va a hacer lo que le interesa a Junts, no lo que le interesa a España. Y yo voy a hacer lo que le interesa a España. No sé si eso puede confluir. Lo que sí digo es que yo sé que no tengo votos para que prospere una moción, pero tengo una responsabilidad. La Constitución me otorga un instrumento legal. De la misma foto que no tenemos los votos para sacar la moción, no renunciamos a plantearla en el momento que consideremos
oportuno”.

La pregunta que ahora se hacen algunos en el PP es si, con Vox fuera de la ecuación -a falta de comprobar qué ocurre en los consistorios-, Feijóo ve más factible presentar una moción de censura.

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