Alberto Núñez Feijóo quiere ampliar la acción política de su partido. Por supuesto, explican fuentes de su equipo, seguirá golpeando a Pedro Sánchez por los presuntos casos de corrupción que le acechan. Pero, también, quiere reflejar que el PP es una alternativa real de Gobierno. Y de ahí que, en el último comité de dirección del año celebrado la pasada semana, ordenara a su equipo preparar una agenda para relanzar su ley de vivienda, con la que espera acercarse de nuevo a Junts y el PNV.
El plan del jefe de la oposición es arrebatar a Sánchez la bandera de la vivienda con un plan propio de corte liberal. “Incrementaremos la oferta de vivienda poniendo suelo en el mercado, impulsando proyectos urbanísticos, rehabilitando edificios y también reduciendo la burocracia y dando seguridad jurídica”, en palabras de Paloma Martín, la vicesecretaria del ramo. Feijóo tenía previsto presentar su ley el año que ahora termina, en el mes de octubre, pero decidió posponerla para que no quedara solapada por los escándalos que afectan al presidente.
Ahora, Feijóo quiere relanzar su plan y poner la vivienda en el foco político y mediático. Para empezar, ha pedido a los suyos que preparen un plan de acción con actos de partido y sociales con los que presentar a la opinión pública sus iniciativas. Así lo trasladó a puerta cerrada en el último comité. Una vez ese paso esté dado, el grupo parlamentario popular registrará la ley de vivienda en el Congreso de los Diputados. Feijóo no concretó exactamente ni cómo ni cuándo, pero siempre en el primer trimestre de 2025.
“Liderar estos debates”
Electoralmente, la dirección nacional tiene testado que dar esta batalla le acerca un votante más transversal, más joven y también femenino, un objetivo prioritario para ganar a Sánchez en las urnas. Algo que Feijóo ya comenzó con su ley de conciliación a pesar de los recelos de un parte del PP. “Tenemos que liderar estos debates y abrir el partido”, enfatizan desde su equipo. En su día, Génova ya testó que el 50 por ciento de sus votantes está a favor de al reducción de la jornada laboral.
“En materia de vivienda, hay una desafección muy profunda en el electorado que ha votado a Sánchez, Yolanda Díaz o Pablo Iglesias. Muchos jóvenes que no son precisamente de derechas”, exponen las fuentes consultadas por este periódico. “Como la conciliación, son temáticas muy transversales donde tenemos que dar la batalla”, enfatizan en Génova.
Pero es que, además, Feijóo interpreta que el corte liberal de su plan de vivienda le volverá a acercar a Junts y al PNV, lo que podría poner de nuevo en apuros a Sánchez en el Congreso de los Diputados. En este sentido, la dirección nacional se reafirma en mantener los canales de comunicación con el partido de Carles Puigdemont, aunque los limita al ámbito económico. “Reunimos mayorías y sacamos leyes adelante sin ceder a chantajes, sin subastar el Estado, sin votaciones agónicas y sin cambiar de principios”, razonó Feijóo en su balance el pasado viernes ante los periodistas.
Comisión de investigación en el Senado
El hecho de que Feijóo vaya a ampliar la acción del PP no significa que vaya a rebajar la presión sobre el Gobierno por la corrupción. Tal y como avanzó Artículo14, los populares han habilitado el mes de enero en el Senado para seguir trabajando en la comisión de investigación, y tienen previsto citar tanto al ministro Ángel Víctor Torres como a la socialista Reyes Maroto.
“Torres tiene que dar muchas explicaciones y por tanto ha llegado el momento de que vuelva a comparecer en la comisión de investigación para que todas aquellas informaciones que negó y que hoy están confirmadas, dé explicaciones sobre las mismas”, avanzó Cuca Gamarra este fin de semana, en una entrevista en Europa Press. En la lista de comparecientes, también estará el presidente, aunque Gamarra no aclaró cuándo le llamará. “Lo que no hay ninguna duda es lo veremos desfilar por la comisión. Cada día está más acorralado”, subrayó. También pasará por la Cámara Alta Víctor de Aldama.
Sobre su estrategia política, Feijóo hablará con sus barones territoriales en el retiro en Asturias con el que quiere dar el pistoletazo de salida al nuevo curso político, el segundo fin de semana de enero.