El Partido Popular quiere que toda la formación se deje la piel en la campaña a las elecciones europeas del próximo 9 de junio. En los últimos días, la dirección nacional, con la candidata Dolors Montserrat a la cabeza, ha pedido “municipalizar” la campaña. Buscan que se impliquen todos los cuadros medios del PP: concejales, alcaldes y los miembros del partido en cada localidad. Que se involucren “como si fuese su propia campaña a unas elecciones”. Ese es el motivo por el que dan el pistoletazo de salida con un acto de alcaldes que se reúnen este domingo en la provincia de Málaga.
La razón de exigir esa fórmula es que las europeas “no suelen hacer que la gente se movilice”, recalcan. En el PP creen que si los ediles y sus equipos locales actúan “como si ellos se la jugasen”, conseguirán movilizar a sus territorios y que la gente acuda a votar. A votar al PP, obviamente.
Además de esa “municipalización”, también han pedido la misma implicación a los presidentes autonómicos. Quieren apretar las filas y conseguir una dedicación total. Al final, el resultado que obtengan en cada comunidad autónoma es la valoración de la gestión que cada uno está realizando en sus respectivos gobiernos. O eso es con lo que presionan a los suyos para conseguir que ninguno se duerma durante los 15 días de campaña.
El lema escogido por los populares es : “Tu voto es la respuesta”. En la dirección remarcan que “las europeas son las primeras elecciones en las que todos los ciudadanos pueden votar tras la investidura de Sánchez” y apelan a una movilización transversal de rechazo al Gobierno y sus pactos. Habrá, además, dos caravanas paralelas: una de Alberto Núnez Feijóo y otro de la candidata, Dolors Monserrat. La pegada de carteles será en Cataluña (como guiño al resultado de los últimos comicios) y durante la campaña se recorrerán todas las comunidades autónomas.
Feijóo rebaja las expectativas
El pasado mes de marzo -con el subidón de la mayoría absoluta en Galicia- preguntaron al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por las expectativas de cara a las elecciones europeas. El presidente de los populares llegó a hablar de “doblar el resultado actual” y de “superar a la CDU”.
La realidad es que las expectativas han provocado algún disgusto al PP de Feijóo en el pasado. En las elecciones generales de julio del 2023, unas expectativas engordadas -por parte de la dirección y los sondeos- provocaron varias semanas de auténtico shock en Génova 13.
De los errores se aprende y parece que el equipo de Feijóo lo ha hecho empezando a rebajar las expectativas. “Vamos a ganar al PSOE”, dicen en la dirección. Eso ninguno lo pone en duda, pero los de Feijóo han bajado el listón dejándolo en “sacar 7 escaños más”, y no 9 como decían hace dos meses. Reconocen, además, que el PSOE “tiene capacidad de aguantar” y de crecer porque se va a “nutrir de parte de sus partidos socios”.
Lo cierto es que con los datos del CIS (sin cocina y realizados antes de los días de “reflexión” de Pedro Sánchez), el PP le sacaba 8 puntos al PSOE. Con los datos del CIS actuales, el PP le saca 5 puntos a los socialistas. Hay voces en la formación que creen que si el PP obtiene una distancia con el PSOE menor a 4 puntos en las europeas sería “demoledor” para Feijóo y que el presidente del Gobierno podría vender el mensaje de que la amnistía está “amortizada”.
Por su parte, líderes territoriales del partido ven “poco probable” que Sánchez convoque elecciones generales si le sale bien la jugada europea porque creen que, en estos momentos, el PSOE “se comería” a SUMAR, pero no tendría escaños suficientes para gobernar ni siquiera contando con sus socios independentistas.
Vox, de nuevo objetivo en el 9J
Otro de los objetivos de Feijóo es “eclipsar” el crecimiento de VOX en las Europas. Los de Abascal esperan un crecimiento discreto: pasar de los 3 escaños que tienen a 6. El resultado de VOX, que quedaría como tercera fuerza en España, no sería comparable al de otros países de la UE como Italia y Francia, donde prevén que la extrema derecha se ponga a la cabeza.
Además, en las últimas semanas se ha oficializado la candidatura de ‘Se acabó la fiesta’, de Alvise Pérez como líder. La dirección de VOX no cree que vaya a obtener representación, pero podría robar votos e impedir que los de Abascal saquen un escaño más.
Así, el líder de VOX lo reconoce en privado: no va a crecer todo lo que le gustaría en las europeas, pero se va a implicar de lleno en los comicios. Empieza este mismo domingo, con la celebración del Viva24, su gran fiesta patriótica. Un evento -con Europa como tema central- al que van a acudir invitados como Javier Milei, Marine Le Pen y otros líderes de extrema derecha. La intención de Abascal es demostrar que, pese al declive sufrido en el último año y medio, sigue teniendo músculo suficiente. Y quiere demostrarlo llenando el Palacio de Vistalegre.
Los ejes de la campaña de Montserrat
Volviendo a Génova, que las elecciones catalanas han dado “un balón de oxígeno” al presidente del Gobierno es algo que nadie pone en duda en el PP. El PSC obtuvo una contundente victoria (42 escaños) y no existe una mayoría independentista alternativa por primera vez en varias décadas. Le ha salido redondo. Los populares han sacado un resultado espectacular (15 escaños y superan a VOX en el Parlament) pero no dejan de ser la cuarta fuerza en Cataluña. Por ello, la estrategia de la cúpula de Feijóo: no se hablará del procés, de las elecciones catalanas ni de los pactos de gobernabilidad durante la campaña europea.
En cambio, la cuestión que van “exprimir” (de nuevo) es la amnistía. La aprobación definitiva de la misma se espera en mitad de la campaña (próximo 30 de mayo) y va a ser uno de los ejes principales para los populares. Será la percha para sacar de nuevo a la gente a la calle: el partido ha convocado una concentración en la madrileña Puerta de Álcala (el domingo 26 de mayo) contra la ley de amnistía y la “sospecha de corrupción de su Gobierno, su partido y su entorno”. Acudirán presidentes autonómicos de toda España y lo utilizarán como acto central de la campaña.
Otro de los puntos cardinales va a ser la agricultura, el sector primario. Cabe recordar que el año comenzó con unas protestas históricas de agricultores y ganaderos que afectaron a gran parte de los países de la Unión Europea. Esta semana la secretaria general, Cuca Gamarra, advertía de que en las elecciones europeas “está en juego nuestro campo” y ayer mismo Feijóo estuvo presente en una sectorial sobre agricultura en la Región de Murcia.
Es una cuestión en la que Génova se intenta diferenciar de VOX: “No vamos en contra Bruselas como VOX, sino que pedimos más sensibilidad en el tema de la agricultura”, apuntan fuentes de le dirección. Desde el partido de Santiago Abascal critican a los populares: “que empiecen explicando a agricultores y ganaderos por qué votaron a favor del ‘Pacto Verde’ y por qué firmaron la Agenda2030. El PP pone en peligro a nuestro campo”, dicen desde la dirección de los Abascal.
Durante los últimos días de la campaña catalana, Feijóo llegó a decir que quería una Europa que mirase a los problemas de frente y habló de “control de fronteras”. La seguridad y la inmigración será otro de los ejes que —tanto PP como VOX— tendrán en campaña. Hay barones territoriales del PP que piden cautela al hablar de inmigración. Creen que es un tema “que tiene muchas artistas” y que en Europa es más efectivo un discurso “moderado” y de centro.
Las negociaciones en Cataluña, después de las urnas
PP y PSOE coinciden en algo. La gobernabilidad y pactos en Cataluña deberán esperar a las urnas europeas. Nadie quiere cometer ni el más mínimo error de estrategia. Ya sabemos que los errores en campaña los carga el diablo.
Esta semana, presidentes autonómicos del PP como Juanma Moreno entraron en el tema de la gobernabilidad de Cataluña. Señalaron que Salvador Illa -como ganador de las elecciones- debería pedir el apoyo para su investidura: “Si el señor Illa quiere algún acuerdo, lo que tiene que hacer es pedirlo por los cauces oficiales y normales. Y lo segundo, empezar a respetar al PP y respetar lógicamente el programa del PP, porque si no, será prácticamente imposible”, recalcaba el presidente andaluz.
En el PP hay dirigentes que creen un error dejarse enredar en el debate de la gobernabilidad en Cataluña –Artículo14 publicó que un sector del PP cree Feijóo debería facilitar la investidura de Illa– porque, remarcan, por sí solos los 15 diputados del PP no pueden garantizar nada. Piden “huir de ese foco”. No tienen números suficientes y requerirían del sí o la abstención de otros partidos como VOX o los republicanos catalanes.
Lo cierto es que con los movimientos por parte de ERC (la apertura de un proceso de reflexión por parte de Oriol Junqueras y celebración de un congreso en noviembre), en el PP crecen las voces que ven más claro que los republicanos apoyarán a Illa. Además, añaden, “ERC está muy institucionalizada” y “son muchos que colocar”.
Desde la dirección nacional opinan que Carles Puigdemont “no tiene incentivos para apoyar un gobierno de izquierdas” y piden que desde el PSOE dejen claro que no harán president al líder de Junts. Algo que el propio Presidente del Gobierno descartaba el viernes en ‘Al Rojo Vivo’, en la Sexta. Repiten hasta la saciedad en las filas populares que “Sánchez es capaz de sacrificar a Illa y hacer president a Puigdemont”. Un argumento que parece algo desfasado y que, en realidad, pocos en privado ven factible.