Martes 11 de junio. El líder del Partido Popular reúne a su Comité Ejecutivo en la sede nacional. En el discurso, abierto a los medios de comunicación, saca pecho por la victoria de su formación en las elecciones europeas: “Hay un claro ganador, el PP, y un claro derrotado, el PSOE”, alardea Feijóo ante los suyos. Cuando las cámaras ya se han apagado y el presidente tiene un rato a solas con sus barones territoriales, levanta su teléfono móvil en alto y dice lo que gran parte de la sala está pensando: “¿Cómo un tipo con un teléfono móvil ha sacado 800.000 votos?”. Se refería a Alvise Pérez, el líder de ‘Se acabó la fiesta’, que había conseguido 3 eurodiputados 48 horas antes.
Lo cierto es que nadie del PP había calibrado la magnitud de la irrupción que iba a tener el ‘fenómeno Alvise’. Un agitador de ultraderecha que ha conseguido 800.000 votos -en sus primeras elecciones- sin contar con ningún apoyo de medios de comunicación tradicionales. Solo él y su estrategia digital en redes. La clave: los jóvenes. Ha arrasado entre jóvenes y abstencionistas. El CIS asegura que el 8% de los electores entre 18 y 24 años escogieron a Alvise. A partir de los 44 años, los votos a la formación se desploman de manera abrumadora.
Con estos datos, miembros del PP de Madrid apuntan a que en mesas electorales de barrios de renta media-alta de la capital “hay mucho joven que era votante nuestro (del PP) y que ha votado a Alvise”. Estas mismas fuentes creen que “Feijóo comete un error si cree que Alvise solo ‘rasca’ voto de VOX, porque se ha nutrido de nuevos votantes, de jóvenes que habían votado al PP y, en menor medida, del partido de Abascal”. Los jóvenes ya no votan como sus padres.
Con este panorama, Feijóo trasmitió a su Comité Ejecutivo que “debían mejorar la estrategia digital”, asumiendo que el PP se ha quedado anticuado en este aspecto. En Génova son conscientes: tienen una brecha de voto joven que cerrar de alguna manera o la situación podría empeorar con los nuevos votantes que se sumen en las siguientes elecciones generales. Miembros del partido creen que “su electorado está envejecido y que tienen que trabajar por atraer ese voto joven” evitando la fuga hacia formaciones más escoradas dentro de la derecha.
“Hay que ignorar a Alvise”
En este punto hay que recordar que el PP pactó con Vox con el objetivo final de neutralizarlos para absorberlos. Y, de momento, no solo no ha conseguido eso, sino que ha aparecido este nuevo partido a la derecha de Vox.
La primera valoración sobre ‘Se acabó la fiesta’ le tocó hacerla al portavoz nacional, Borja Sémper: “Máximo respeto a quienes han optado por esta opción política. Nuestro objetivo es convencer a esos electores. Hay que convencer de que al hartazgo se le combate con sensatez”, reflexionó Sémper mientras intentaba alejarse de Alvise. “Es una guerra electoral que se libra en una parte del tablero que no nos afecta, afecta a Vox”, sentenció el portavoz. Es curioso que desde Génova digan que no están en la misma parte del tablero donde está la formación con la que gobiernan en 5 comunidades autónomas y un centenar de ayuntamientos.
Lo cierto es que presidentes autonómicos de peso en el partido creen que “hay que ignorar” a Alvise: “Nosotros en el centro. Tenemos que estar en la centralidad. El único interesado en que exista esta formación es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”, apunta un líder territorial. En la última sesión de control en el Congreso- el retorno a la actividad parlamentaria tras las elecciones europeas-, Sánchez mencionó a Alvise Pérez hasta en 7 ocasiones. La mítica fórmula del ‘divide y vencerás’.
En este sentido, el líder del PP, lanzaba un mensaje en los últimos días: “Quiero decirles a los que no nos han votado o han decidido abstenerse que vamos a trabajar para ganarnos su confianza. El discurso del miedo ya no funciona, la fractura tiene que ser el pasado”, concluía un Feijóo. Hablando del voto del miedo, hay miembros -tanto de PP como de Vox- que creen que “el ‘fenómeno Alvise’ puede blanquear a Abascal y transformar a su formación en ‘un socio menos ultra’”, reflexionan estas fuentes.
Lo cierto es que -como en tantos asuntos- los populares están divididos en cuanto al recorrido que pueda tener. Muchos creen que Alvise “no tendrá mucho recorrido porque que las elecciones generales por circunscripciones matan esas candidaturas”. “Recuerda a lo que pasó con Ruiz-Mateos”, apuntan barones territoriales. En cambio, otros creen que “es pronto para valorar este fenómeno” con una política -tan cambiante, líquida y visceral– como la actual.
Respeto de Vox a Alvise
Desde Vox, por su parte, se han mostrado muy respetuosos con la nueva formación de Alvise Pérez. La cúpula no esperaba que sacara 3 escaños y, durante la misma noche electoral, el líder del partido, Santiago Abascal, respondía al ser preguntado por la irrupción de ‘Se acabó la fiesta’: “No solo no me preocupa, sino que le muestro todos mis respetos”, respondía el presidente de Vox. Desde la cúpula aseguran que “no van a caer en los mismos errores que el PP ha cometido con ellos. Hay que ser respetuosos. Los votos no son de nadie”, sentencian. La dirección nacional calcula que han votado a Alvise unos 150.000 votantes que en las generales votaron a Vox.
Además, desde la sede de la calle Bambú creen que hay sitio para otro partido a la derecha como ocurre en la mayoría de países de la Unión Europa. Los de Abascal piensan que “en España vamos con diez años de retraso. En Francia ha hecho falta a Zemmour para que Le Pen llegue al poder”, explican desde la cúpula.
Feijóo no descarta adelanto electoral
Es la primera vez -en año y medio- que no hay elecciones a la vista. Pero eso no es suficiente para que el líder del PP baje la guardia. Feijóo quiere a todo el partido “alerta y preparado” por si Sánchez convoca elecciones haciéndolas coincidir con una hipotética repetición de comicios catalanes. Así se lo transmitió a los barones territoriales en el Comité Ejecutivo de esta semana. No quiere que nadie se relaje por lo que pueda pasar.
No sabemos si es por un deseo o por qué Feijóo realmente lo ve factible, pero desde la dirección nacional intentan invocar a las urnas: “Sánchez no tiene mayoría para seguir. Parece esperable que nos anuncie nuevas elecciones generales”, verbalizaba el portavoz Sémper tras la victoria del PP en las europeas. Misma idea que han ido repitiendo voces territoriales: “Lo razonable es que convoque lo antes posible, este mismo otoño”, pedía el andaluz Juanma Moreno. Al PP le sobran días de legislatura desde la misma investidura de Pedro Sánchez.
Lo dicen ante las cámaras, pero -en privado- muy pocos miembros del PP creen que vaya a haber un adelanto electoral: “Salvo que pase algo raro en Cataluña, estos resultados son para que haya Sánchez hasta 2027”, dice un presidente autonómico. “Con amnistía y presunta corrupción tiene un 30% de voto. Es alarmante”, añade otro líder territorial. Así es: Feijóo gana, pero Sánchez resiste.