Gobiernan a más de diez millones de españoles. Son las mujeres con más poder institucional. Las presidentas de Extremadura, Baleares, Navarra y Cantabria responden a Artículo14. La de la Comunidad de Madrid declinó atender a este periódico. ¿Se declaran feministas? “Claro que sí”, responde María Guardiola. “Soy feminista”, destaca Marga Prohens. “Sí”, afirma María Chivite. “Practicante del feminismo universal”, se declara María José Saénz de Buruaga.
Las presidentas autonómicas también contestan sobre políticas a favor de la Igualdad, discriminación en el ámbito laboral o conciliación. Y no esconden su lado más humano. “En determinados momentos de mi vida ha sido verdaderamente complicado”, admite la baronesa cántabra. “Sin él no estaría donde estoy”, asegura la líder navarra sobre su pareja. “No es fácil y es imprescindible el apoyo de mi familia”, coincide su homóloga balear. La máxima represente extremeña reconoce que tiene “menos tiempo que el que tenía para mi vida personal”.
Guardiola, Prohens, Chivite y Sáenz de Buruaga responden al examen de Igualdad de Artículo14:
¿Se declara feminista?
María Guardiola: Claro que sí. Es más, diría que a medida en que mi vida avanza, como mujer y como madre, más feminista me hago. Es cierto que los hombres y las mujeres tenemos los mismos derechos sobre el papel, pero el día a día es muy diferente. Aún quedan muchas inercias, muchas dinámicas sociales que dificultan la plena igualdad. Estoy segura de que cualquier mujer en un puesto de responsabilidad siente esa diferencia de trato, esos matices, esas pequeñas injusticias a las que nos enfrentamos en nuestros trabajos para avanzar.
En política lo vemos a menudo. Muchas dirigentes siguen sufriendo unos ataques que, en mi opinión, son muy machistas. Yo misma he sufrido críticas severísimas que a un hombre nunca le harían. Las mujeres luchadoras por la igualdad que nos antecedieron abrieron un camino que ahora nos toca transitar, ensanchar y allanar para las generaciones futuras. Eso debe ser parte de nuestro legado. Es un trabajo colectivo y de muchas generaciones que aún no ha acabado. Y me refiero a lo menos grave de esta cuestión, porque si hablamos de la violencia de género, la violencia vicaria o la situación de las mujeres en muchos países del mundo, ya no hablaríamos de feminismo, sino simplemente de derechos humanos que no están garantizados para una gran parte de la población mundial.
Marga Prohens: La Real Academia Española define el feminismo como el principio de igualdad de derechos entre mujeres y hombres y el movimiento que lucha por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Así que, por supuesto, soy feminista, porque aunque gracias a la lucha de muchas mujeres se ha avanzado mucho con el paso de las décadas, todavía queda camino por recorrer hacia la igualdad.
María Chivite: Sí. Me parece muy importante que las generaciones actuales valoremos el legado de las pasadas en la lucha por los derechos humanos en general y, en este caso, el de las mujeres en particular. El feminismo no es sino reivindicar la igualdad entre las personas. No es un movimiento contra nadie sino a favor; a favor de unas relaciones igualitarias entre hombres y mujeres, a favor de una igualdad real y efectiva de derechos.
María José Sáenz de Buruaga: Me declaro practicante del feminismo universal. Creo que la igualdad de género no solo es un imperativo moral, sino un motor de cambio y progreso social. Reivindico el verdadero feminismo que es igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y un reto y un esfuerzo colectivo de toda la sociedad.
Es responsabilidad de todos mantener la unidad y cuidar los consensos que nos han permitido llegar hasta aquí, huyendo del negacionismo, de la supremacía ideológica y la exclusión del otro y también del victimismo que nos hace pequeñas y temerosas. Me sumo a quienes usan todas las armas para luchar contra la desigualdad e ir haciendo cada vez más ancho el camino de la libertad, la dignidad y los derechos de la mujer.
¿Alguna vez se ha sentido discriminada por ser mujer en el ámbito laboral?
María Guardiola: Las mujeres de mi generación hemos tenido un acceso a la educación y al mercado laboral mucho más igualitario. Nací con la Constitución, justo el día de reflexión del referéndum que la aprobó en 1978, por lo que he conocido una España distinta a la que vivieron mi madre o mis abuelos. Una España que avanzaba, gracias al esfuerzo de personas como ellas, hacia la igualdad y la libertad. Sin embargo, creo que esa igualdad continúa sin ser plena y me gustaría que hombres y mujeres se mirasen en el mismo espejo en cuanto a puestos de responsabilidad y salarios, por ejemplo.
Marga Prohens: Creo que todas las mujeres que estamos en política, independientemente de nuestra ideología, somos juzgadas de manera diferente a los hombres, y se hacen comentarios y observaciones que nunca se harían a un hombre. Lo viví durante mi embarazo cuando era candidata y lo he experimentado ahora como presidenta con comentarios desagradables, pero lejos de amedrentarnos, solo nos hacen trabajar con más convicción por aquello en lo que creemos.
María Chivite: Creo que todas las mujeres hemos notado ciertas actitudes, expresiones, condescendencias, paternalismos… con todo, soy de las que prefiero mirar hacia adelante y creo que gracias al trabajo colectivo de muchas y muchos que nos precedieron estamos mejor que nunca. Así que centro mi trabajo en defender lo conseguido y, en la medida de lo posible, hacer que avance un poquito más. Esto es un reto político, social, académico, económico y cultural.
María José Sáenz de Buruaga: Me he sentido mujer en un mundo “muy de hombres”, pero nunca me he sentido discriminada. En nuestra organización, la igualdad es un valor que se practica de manera “natural” hace muchos años. Es cuestión de convicciones, no de etiquetas.
Nunca me he considerado una cuota ni tampoco me han regalado nada. Como muchas otras mujeres, he ganado mi lugar a base de esfuerzo, capacidad y muchas renuncias también. Me dieron una oportunidad de demostrar lo que era capaz de hacer y siempre he tratado de responder con trabajo, honestidad y responsabilidad.
¿Cómo concilia a tenor de sus importantes responsabilidades laborales?
María Guardiola: El 28 de mayo los extremeños eligieron un cambio y asumí el cometido de transformar Extremadura con muchísima ilusión, pero consciente de toda la responsabilidad que suponía. Confieso que tengo menos tiempo que el que tenía para mi vida personal, pero intento reservar algunos momentos para mi familia y amigos. Como muchas otras mujeres trabajadoras extremeñas, que son madres o que no lo son, y que hacen un esfuerzo enorme para compaginar ocio, trabajo, familia o cuidarse. En cualquier caso, cuando se trata del futuro de Extremadura, yo no miro el reloj.
Marga Prohens: No es fácil y es imprescindible el apoyo de mi familia, pero mucho más difícil que la conciliación de la presidenta del Govern, es la conciliación de las mujeres que trabajan en el sector turístico, de las mujeres autónomas o de las mujeres que tienen que levantar cada día la barrera de sus negocios. Ahí está el verdadero reto de la conciliación.
María Chivite: En mi caso particular, tengo una pareja con la que comparto las obligaciones familiares y él se lleva la mayor parte de ellas, somos un equipo, entiende mi situación y me apoya incondicionalmente. Sin él no estaría donde estoy. La conciliación o, ampliando el foco, las reticencias del sistema para valorar en términos económicos los cuidados, es uno de los grandes lastres del feminismo y de la igualdad real en las sociedades más avanzadas. Afortunadamente no es mi caso.
María José Sáenz de Buruaga: En determinados momentos de mi vida ha sido verdaderamente complicado. Es más, hubiera sido una misión casi imposible de no ser por la ayuda de mis padres que han sido mi principal soporte, especialmente durante la infancia de mi hija.
Se consigue a base de buena organización, de mucho esfuerzo personal y, sobre todo, de corresponsabilidad. De implicarse y avanzar en un reparto equilibrado de responsabilidades en el propio seno familiar. Soy afortunada en ese sentido.
No lo olvidemos, solo educando en igualdad podremos vivir en igualdad y la igualdad debe comenzar en los hogares e integrarse en la forma de pensar, sentir y actuar.
¿Qué políticas a favor de la Igualdad está llevando a cabo su Gobierno?
María Guardiola: Cuando llegamos a la Junta de Extremadura nos dimos cuenta de que no existía ningún protocolo de igualdad, así que, por primera vez, la Junta va a tener un Plan de Igualdad y Protocolo Antiacoso para las Empleadas y Empleados Públicos. Las Casas de la Mujer de Cáceres y Badajoz estaban en malas condiciones, así que también las hemos mejorado.
La conciliación es otra de nuestras prioridades. Vamos a garantizar la gratuidad de las guarderías para los menores de 2 a 3 años. Hemos reforzado y ampliado un programa que ofrece servicio de cuidado mediante ludotecas a las familias durante periodos no lectivos, de manera que puedan dejar a sus hijos de entre los 2 y 14 años. Y, además, estamos simplificando los trámites para solicitar las ayudas a la contratación de personal doméstico para familias con hijos menores de 14 años y personas dependientes.
Igualdad es luchar contra la violencia de género. Por eso, seguimos reforzando la Red Extremeña de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género. Antes de finalizar 2024 contaremos con cuatro Centros de Atención Integral 24 horas a Víctimas de Violencia Sexual en Extremadura.
Marga Proghens: Hay que trabajar por la igualdad desde diferentes perspectivas y de manera transversal, pero sin duda una de las principales causas de desigualdad es la brecha que se produce por la maternidad, por las renuncias, demasiadas veces forzosas, que tienen que hacer muchas mujeres que libremente quieren ser madres, frente a las dificultades que existen para la conciliación laboral y familiar.
Por ello, además de seguir avanzando hacia una mayor corresponsabilidad para que no sean casi siempre ellas las que renuncien, mi Gobierno está trabajando especialmente en ayuda a la conciliación y apoyo a la maternidad: por eso, en los primeros cincuenta días, aprobamos la gratuidad de toda la etapa educativa de 0 a 3 años.
También hemos aumentado las ventajas fiscales para la conciliación y la maternidad, hemos incrementado los recursos para ayudar a las empresas a poner en marcha planes de igualdad, y ya estamos trabajando en una ley autonómica de Conciliación y Corresponsabilidad.
María Chivite: El Gobierno de Navarra tiene un compromiso firme con impulsar políticas feministas, y trabajamos de forma transversal e intensa para avanzar en lo que llamamos arquitectura de la Igualdad. Esto supone introducir la perspectiva de género en todas las políticas públicas del Ejecutivo, y nos permite, más allá de las políticas de igualdad específicas, que todas las políticas públicas sean mecanismos para la eliminación de la desigualdad.
La desigualdad estructural entre mujeres y hombres tiene su extremo más grave en la violencia contra las mujeres, y por eso otro ámbito clave es su prevención, sobre todo a través de la educación y también atención a través de nuestra red de recursos en el territorio navarro. Por último, es clave en esta legislatura el impulso a las políticas para garantizar la igualdad del colectivo LGTBI+. Son tiempos para una defensa firme y decidida por el avance en la garantía de derechos para todas y para todos, y este gobierno feminista está en ese camino.
María José Sáenz de Buruaga: Políticas y medidas reales más allá de la retórica, para acompañar y ayudar a las mujeres a desplegar un proyecto de vida autónomo y al pleno disfrute de sus capacidades personales, laborales y sociales. Políticas para luchar contra todas las formas de violencia de género y brindar una protección y asistencia integral a las víctimas.
Para apoyar la maternidad y ampliar los programas de reproducción asistida. Para impulsar la conciliación de la vida laboral y familiar, como el avance de la red de educación infantil de 0-3 años, medidas para promover el empleo y la contratación indefinida de la mujer y también el emprendimiento femenino, como el I plan de apoyo al empleo autónomo, con ayudas importantísimas para las mujeres que inician una actividad económica como la cuota cero durante los dos primeros años, de la que por primera vez se beneficiarán las mujeres que vuelvan a trabajar después de la maternidad y los cuidadores de menores afectados por enfermedad grave.
También medidas para contribuir a la sostenibilidad económica de los hogares, como nuestra reforma fiscal que afecta a todos los impuestos y va a llegar a todos los ciudadanos sin excepción, pero tiene especialmente en cuenta a las mujeres, con nuevas y mayores deducciones por nacimiento o adopción, ayuda doméstica, cuidado de mayores, gastos de guardería y también en educación. O para fijar población y, por tanto, a la mujer en la Cantabria rural.