EL ALA OESTE DE MONCLOA

Examen a las 11 ministras: un año muy complicado también para ellas

Las mujeres que integran el Ejecutivo de coalición se han enfrentado a un primer año de legislatura muy convulso, con todas las tareas pendientes

Consejo de Ministros Kiloycuarto

La mitad de las sillas que flanquean la inmensa mesa sobre la que se celebra el Consejo son para ellas. Las once ministras del Gobierno de coalición (trece si contamos a Calviño y Ribera que ahora tienen sillón en Europa) han pasado un 2024 tan complicado o más que el de sus colegas varones. La imposible composición parlamentaria, el embate judicial, los estragos de la DANA o la necesidad de seguir desbloqueando las ayudas de Bruselas han marcado este primer año de una legislatura que arrancó a finales del 23. Desde entonces prácticamente María Jesús Montero es la que ocupa el segundo escalafón más alto en el organigrama gubernamental y por eso será la primera de este balance.

María Jesús Montero

Ascendida a vicepresidenta primera tras la salida de Nadia Calviño la titular de Hacienda ha pasado medio año persiguiendo unas cuentas que le han sido esquivas. En el primer tramo del curso las dejó por imposibles por culpa del aluvión electoral y en el segundo se ha resignado a posponerlas a la espera de que los posibles socios ordenen sus guirigáis internos. Señalada como la sucesora cuando Sánchez tambaleó el partido encerrándose a reflexionar Montero ha estado inmersa en todas las negociaciones delicadas que ha habido en esta primera temporada de la legislatura. Ha sido la cirujana del Ejecutivo en los momentos más delicados y a buen seguro tendrá que tirar de bisturí en el Año Nuevo. Su éxito más reseñable ha sido la reforma fiscal, pero la medida de sus logros la establecerán los Presupuestos, el principal reto del Gobierno para este 2025.

Yolanda Díaz

La vicepresidenta segunda es la integrante más conocida de toda la terna de ministros y siempre suele ser de las mejor valoradas en el espejo de las encuestas, aunque en este 2024 ha visto como era superada por Margarita Robles. Díaz ha atravesado una temporada muy compleja por culpa de las sucesivas debacles electorales de Sumar que la llevaron a orillarse dentro del organigrama del partido. Si a todo esto le sumamos el escándalo Errejón las siglas han supuesto todo un quebradero de cabeza para la vicepresidenta. Con un Sumar errante y a la baja la vicepresidenta lo ha fiado todo a la reducción de la jornada laboral, que le ha provocado una indisimulada tensión con el ministro de Economía. Lo de trabajar menos y cobrar lo mismo está bien visto por una abrumadora mayoría de los españoles, pero entre esa mayoría no se encuentra la Patronal. De la resolución de este puzle dependerá el futuro político de Díaz y la salud de sus alianzas.

Sara Aegesen

Recién llegada a uno de los puestos más sensibles del organigrama Aegesen ostenta una cartera en la que Sánchez tiene puestas muchas expectativas de futuro. La transición verde es una de las banderas que agita el presidente y la nueva vicepresidenta tercera es la encargada de que luzca lustrosa. Una total desconocida para el conjunto de los españoles (y de la prensa) la novata Aegesen tiene la difícil tarea de sustituir a Teresa Ribera que era una de las ministras más valoradas en los últimos CIS, una referencia entre sus colegas en Bruselas y una negociadora capaz de muñir acuerdos con alguno de los gobiernos regionales más combativos del PP. A todo eso aspira una Aegesen que de momento está empezando a soltarse en las lides parlamentarias. Para su debut los populares le prepararon una encerrona con los contratos que su familia ha firmado con diferentes departamentos gubernamentales. El 2025 nos dará la medida de la nueva integrante del equipo de coalición.

Margarita Robles

La titular de Defensa siempre ha sido una de las ministras más conocidas y en el último CIS que testaba a los integrantes del Consejo fue la mejor valorada (5,09). No obstante, la encuesta es anterior a la DANA de Valencia, uno de los hitos que ha marcado el año en especial para las Fuerzas Armadas. La labor de la UME ha sido muy elogiada, pero tampoco han faltado las críticas centradas en la lentitud de reacción en las primeras horas tras la catástrofe. Un vídeo grabado a escondidas de Robles discutiendo con varios vecinos de Paiporta en un garaje anegado erosionó la imagen de la responsable de la Defensa española. La exmagistrada lleva años a la vera de Sánchez y en 2025 su tarea seguirá enfocada a seguir luchando contra los estragos de las inundaciones en Valencia y por la modernización del ejército español.

Pilar Alegría

La labor como portavoz opaca por completo los otros menesteres que tiene encomendados Alegría como titular también de Educación, Formación Profesional y Deportes. Ha sido un curso complejo a la hora de comunicar la labor del Gobierno. La escasa producción legislativa de empaque, unida al manojo de polémicas que rondan a Sánchez y su equipo han complicado la tarea de una Pilar Alegría que ha tenido que hacer de rompeolas en las ruedas de prensa. Más agradecido ha sido su desempeño veraniego acompañando a nuestros deportistas en los Juegos Olímpicos de París. La mayor novedad en 2024 para ella ha tenido que ver con la vida interna del PSOE; Alegría ha confirmado que se mete en la carrera para dirigir a los socialistas aragoneses, una decisión que marcará sin duda su 2025.

Isabel Rodríguez

Si hay una cartera que ha resultado abrasiva en el año que cerramos esa es la de Vivienda. Isabel Rodríguez, que ya acusaba cierto desgaste tras su tarea como portavoz, terminó como titular de un ministerio obligado a afrontar uno de los retos de nuestro tiempo y para hacerlo apenas dispone de competencias. La ley de Vivienda sigue bloqueada porque las Comunidades y los Ayuntamientos del PP se niegan a aplicarla. En Barcelona, donde lleva unos meses en vigor, se han notado ligeras bajadas de los alquileres, pero es pronto para saber si realmente la nueva normativa tiene algo que ver. Rodríguez está en el punto de mira de Sumar y de todo el espacio a la izquierda del PSOE. Su apelación a la buena voluntad de los caseros es un baldón que todos los teóricos aliados de los socialistas han aprovechado para machacarla, el propio Rufián sugirió que o reacciona “o le queda menos tiempo que a un piso de 600 euros publicado en Idealista”. Muy en entredicho, su nombre siempre aparece en las quinielas para abandonar el barco gubernamental, aunque por el momento Sánchez mantiene su confianza en ella. Rodríguez no se cansa de pedir apoyos para la ley del Suelo y para lograr un pacto de Estado en materia de vivienda, esos seguirán siendo sus deseos por perseguir en 2025.

Mónica García

Otra que está terminando el año de manera muy convulsa es la titular de Sanidad. Totalmente superados los coletazos del COVID García se estaba enfrentando a un mandato plácido, sólo zarandeado por los estragos del caso Errejón. Todo cambió tras su intento de acabar con MUFACE. La cruzada de García para tratar de recuperar la Sanidad universal le ha granjeado una legión de detractores en el estamento funcionarial. Los trabajadores públicos se han mostrado muy reticentes a renunciar a los privilegios de la atención privada. El alma socialista del Gobierno no veía con mucho convencimiento el movimiento de la ministra y los estragos que podía provocar tanto sanitaria como electoralmente. Al final MUFACE deberá quedarse, pero ahora alguna de las aseguradoras que tiene que dar la cobertura se está mostrando reticente a firmar el nuevo contrato, un asunto que seguirá abierto al menos durante el primer trimestre del 2025.

Diana Morant

La titular de Ciencia Innovación y Universidades ha dado este año más titulares por su labor de partido (ha accedido a la secretaría general de los socialistas valencianos) que por sus obligaciones como ministra. Morant acaba de firmar en las últimas horas el convenio para la puesta en marcha del Centro Nacional de Neurotecnología. Otro centro, en este caso el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha provocado sus desvelos en los últimos tiempos. Los manejos de la actual directora y el gasto en obras de arte cuando los medios para investigar se quedan obsoletos han provocado decenas de titulares de prensa. Según el CIS apenas un 20 por ciento de los encuestados sabían en octubre quién es Morant. La ministra ha chocado con Ayuso por el convenio de financiación universitaria que la presidenta madrileña se negaba a firmar. Morant ha cogido vuelo a raíz de la DANA en Valencia, donde se ha erigido en una de las voces más críticas con Mazón. El deseo de Sánchez es que en 2025 siga cobrando protagonismo en su territorio.

Ana Redondo

El ministerio de Igualdad era un regalo envenenado y Ana Redondo de momento no ha sido capaz de ejercer como antídoto. Tras la convulsa etapa de Irene Montero, Sánchez quería la cartera para primero pacificarla y luego lucirla; Redondo no ha logrado (como ya contamos en Artículo14) ni una cosa ni la otra. La salida de Isabel García (polémicas mediante) de la dirección del Instituto de las Mujeres y el fallo legislativo de la ley de paridad que permitía el despido a padres y madres que se hubieran acogido al permiso por cuidados son los deslices más importantes del ministerio en este 2024. Para 2025 queda la duda de saber si Redondo se queda o cede la cartera a otra socialista. La ministra sigue jugando al despiste con su posible candidatura para liderar a los socialistas de Castilla y León y su nombre suena cuando se habla de crisis de Gobierno.

Elma Saiz

A la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones sólo sólo le ponen cara un 10 por ciento de los preguntados por los encuestadores del CIS. Es junto con Sira Rego la integrante del Ejecutivo más desconocida. Saiz acaba de lograr la reforma del reglamento de Extranjería para conseguir que los trámites para renovar o conseguir permisos sean más ágiles. La ministra no desvela qué hará el Gobierno con la Iniciativa Legislativa Popular que persigue una regularización extraordinaria de migrantes. Con el pacto migratorio completamente atascado Saiz sigue teniendo dificultades para vender su desempeño al frente del ministerio. La navarra ya salió por la puerta de atrás del puesto de portavoz del Gobierno de Chivite y ahora algunos estamentos gubernamentales han puesto en entredicho su labor.

Sira Rego

Es la tercera ministra de la cuota Sumar. En su caso pertenece a la familia de Izquierda Unida y por ello su puesto responde directamente a la confianza de Yolanda Díaz. Enfrascada en la tarea de buscar un pacto de Estado contra la pobreza infantil, Rego es víctima de las escasas competencias que tiene su departamento. Su ministerio es de nueva creación y antes era una dirección general lo que provoca que de las casi 200 normas que se plantean aprobar este año en el Gobierno sólo dos corresponden a esta cartera en calidad de principal proponente; la ley de juventud y justicia generacional y un real decreto para el fomento del asociacionismo de niños, niñas y adolescentes. Rego tendrá que seguir peleando en 2025 para lograr algo de foco mediático. El otro reto tendrá que ver con la situación de los menores migrantes hacinados en Canarias y la búsqueda de un pacto para repartirlos por la península.