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España, único país que deja al margen del Parlamento la estrategia en Defensa

Tras la votación alemana, nuestro país se retrata: líderes como Starmer y Macron sí han presentado sus planes en sus Cámaras

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Cámara Baja Kiloycuarto

No es sólo cumplir con el 2% del gasto en Defensa que establece la OTAN, ahora subido al 3%. Sánchez tiene que resultar un socio fiable para un plan de acción conjunto de la UE, lo que ya se empieza a cuestionar desde Bruselas. Situaciones como la reunión convocada hace un mes por Macron con los líderes de los principales países para abordar una estrategia conjunta, en la que España no estuvo invitada, lo evidencian.

Y es aquí la clave. España no parece tener estrategia. No se conoce un plan de Seguridad Nacional, no hay presupuestos que centren y ordenen el objetivo de nuestras inversiones, no hay puesta en común de objetivos con las fuerzas políticas en el parlamento.

Una situación interna que se retrata en el contexto europeo. El Bundestag de Alemania aprobó este martes una histórica reforma constitucional que permitirá un aumento significativo -500.000 millones- del gasto en defensa, infraestructuras y protección climática. La reforma elimina el límite de endeudamiento para estos sectores, marcando un cambio respecto al tradicional conservadurismo fiscal alemán. La reforma fue aprobada con 513 votos a favor y 207 en contra.

El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció en la Cámara de los Comunes en la reunión previa con el presidente estadounidense, Donald Trump el pasado febrero, un incremento del gasto en defensa del 2,3% al 2,5% del PIB para 2027, marcando el mayor aumento sostenido desde la Guerra Fría. Starmer destacó la necesidad de modernizar las capacidades defensivas del Reino Unido frente a amenazas como Rusia, reiteró su apoyo a Ucrania y subrayó el papel clave de la OTAN en la seguridad europea ante sus diputados.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, el pasado jueves en La Moncloa

En Francia, recientemente, hubo una bronca división entre los diputados en la Asamblea Nacional, ya que la intención de alcanzar el 2% y el 3,5% del PIB, implicaría 30.000 millones de euros adicionales al año. Esto ocurre mientras Francia enfrenta un déficit presupuestario considerable. Partidos como La Francia Insumisa y Agrupación Nacional criticaron el plan, señalando preocupaciones sobre su impacto económico y dependencia de la industria militar estadounidense. Socialistas y ecologistas apoyaron la idea de reforzar la soberanía militar europea pero rechazaron cargar el coste sobre las espaldas de los ciudadanos. Es decir, Macron debatió y además definió la estrategia militar francesa.

Sin embargo, en España la situación es muy diferente. Hasta la fecha, el único contacto que ha tenido Sánchez con el resto de sus socios es dentro de la Moncloa en reuniones independientes de manera privada, tras las que compareció ante los medios y afirmó, en un mensaje un tanto ambiguo, que lo que tenga que pasar por el parlamento pasará, y lo que tenga que ser aprobado por el Gobierno, también, sin especificar más. Fuentes del PP informaron a este medio que el partido ha trasladado a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, su “preocupación por la crisis interna del país”.

Líderes europeos en Londres, el pasado 2 de marzo

Está previsto que la semana que viene en el Congreso se celebre un pleno monográfico sobre el Consejo Europeo, en el que intervendrá el presidente del Gobierno, pero no está previsto uno concreto sobre nuestra estrategia en Defensa.

Sánchez se acoge a una cláusula de la pandemia

Sin la posibilidad de aprobar unos presupuestos, el Gobierno de Sánchez tira hacia adelante con los prorrogados de 2023, partidas concretas, créditos extraordinarios y fondos de contingencia. El Gobierno trata a la desesperada que se reconozca el gasto de nuestro país en aras de una mayor defensa común, como se escenificó en el intento del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, para que Bruselas reconociera la protección del cambio climático dentro del concepto del gasto en Defensa, lo que no fue acogido. Entre las normas que se están marcando por parte de la Comisión Europea entran los relativos a infraestructuras de guerra, como refugios antiaéreos, ejercicios de apoyo al Ejército, o ayuda militar a otros países, entre otros preceptos.

Así, el Ejecutivo de Sánchez va buscando fórmulas para cumplir con el gasto exigido. Entre ellas, una cláusula de 2021, que se introdujo en la pandemia en 2021 para permitir mover dinero de unas partidas a otras sin tener que pasar por el parlamento. Al Gobierno le facilita esta medida el hecho de que la economía nominal haya tenido un 3 y medio de crecimiento, por lo que ha llegado a un 6% en recaudación, informa José Emilio Bosca, asesor de Fedea. De tal manera que el margen presupuestario es mayor para flexibilizar el destino de las partidas que se destinen a proyectos concretos en Defensa. “Pero en realidad es un problema de reputación”, afirma Bosca. “Porque no somos un socio fiable sin unos presupuestos y a través de partidas concretas sin pasar por el parlamento”.

 

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