Trenes y metros cargados de viajeros encerrados, bloqueados en vagones sin climatizar, mientras otros pasajeros echaban a andar por las vías, con o sin luz; hospitales, Congreso de los Diputados y Ministerios funcionando con sus generadores de emergencia. Vehículos circulando en calles sin semáforos. Prácticamente todo el territorio nacional pasaba el día incomunicado telefónicamente. Barrios del centro de las ciudades sumidos en la más absoluta oscuridad cerca de medianoche.
Al apagón sin precedentes que ha afrontado España, el peor de su historia reciente, le seguía un apagón informativo por parte del Gobierno que Pedro Sánchez no lograba levantar, y sólo parcialmente, hasta casi las 23.00. Durante toda la jornada, distintas voces del Ejecutivo daban la callada por respuesta. Moncloa no sabía explicar qué había pasado. Ahora lo sabe, pero dice no poder explicar por qué ha ocurrido.
Hubo que esperar casi 11 horas desde el apagón (12.30) para escuchar decir al jefe del Ejecutivo que nada menos que 15 gigawatios de energía, el 60% del total que se estaba consumiendo, se evaporaron sin explicación conocida, de repente. Por eso la electricidad desapareció en toda la Península Ibérica y en parte de Francia.
“A las 12.33 horas de hoy, y durante cinco segundos, han desaparecido súbitamente 15 gigawatios de la Red eléctrica, el equivalente al 60 por ciento de la energía que se estaba consumiendo. Se siguen investigando las causas de esa anomalía, habían explicado fuentes del Ejecutivo escasos minutos antes de la comparecencia del presidente.
“Esto es algo que no había ocurrido jamás”, reconoció Sánchez, que vaticinó una “noche noche larga”. “Todos los recursos del Estado están siendo movilizados desde el minuto uno”, prometió. La tarde también había sido “larga” para el Ejecutivo. Cuando Sánchez compareció, apenas se había recobrado el 51% de la demanda peninsular. El presidente tuvo que retrasar hasta el martes su meta de recobrar la normalidad.
Investiga qué paso con la energía “desaparecida”
Lo que no hizo el presidente fue facilitar un solo detalle sobre las causas de esa “desaparición” , que le ha llevado a declarar la “crisis energética”. En su anterior comparecencia en Moncloa, a las 18.00, el presidente reclamó “no especular” sobre las razones del apagón, para evitar la desinformación y prevenir la transmisión de bulos. “No descartamos ninguna hipótesis”, reconoció.
Por las redes sociales y canales de mensajería corrían distintos diagnósticos, pero desde el Gobierno español y el Ejecutivo comunitario llamaban a la calma, y reclamaban consultar únicamente canales fiables.
“De momento no hay nada que nos permita afirmar que ha habido algún tipo de boicot o ciberataque”, explicó la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, varias horas antes de la comparecencia de Sánchez.
El caos generado ha desbaratado todas las agendas, entre ellas la del presidente y las del resto de integrantes del Consejo de Ministros. También lo ha hecho con el Congreso de los Diputados, que ha tenido que funcionar con sus generadores previstos para emergencias, y que el martes ha cancelado las convocatorias de la Mesa y la Junta de Portavoces.
También ha obligado al ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, a conversar con los grupos parlamentarios para compartir información. Y Sánchez, como a los ministros, a reunirse en un primer gabinete de Crisis en la sede de Red Eléctrica, además de celebrar dos sesiones del Consejo de Seguridad Nacional.
Pedro Sánchez, compareció en La Moncloa después de haber conformado un gabinete de crisis en la sede de Red Eléctrica, y después un Consejo de Seguridad Nacional extraordinario (15.00 horas), al que le seguiría un segundo (19.00).
Sánchez no se puso ante has cámaras, por primera vez, hasta cinco horas y media después de que la Península Ibérica se quedara sin energía. En algunas zonas de Madrid hubo que esperar más de tres horas para volver a tener luz. En otras, una hora después de su segunda comparecencia, todavía no había vuelto. El presidente había avisado: “Vamos a vivir horas críticas”.
Marlaska toma las riendas de la emergencia en ocho CCAA
La situación es excepcional en base a cualquier baremo. Interior ha reforzado la presencia de patrullas de Policía Nacional y Guardia Civil por todo el territorio, con un despliegue de un total de 30.000 agentes (15.000 de cada uno de los cuerpos).
“Unidades de reserva permanecen en alerta, por si fuera necesaria su intervención”, apostillaron desde el Ministerio de Fernando Grande Marlaska. En el centro de Madrid era fácil encontrarse con patrullas en los barrios que aún seguían a oscuras.
A última hora Interior comunicó que Marlaska ya había firmado la declaración de emergencia de interés nacional de un total de ocho comunidades autónomas, todas las que lo han reclamado: son Comunidad de Madrid; Andalucía; Extremadura; Murcia; La Rioja; Galicia; Castilla la Mancha y la Comunidad Valenciana.
Es el ministro del Interior quien toma las riendas, y a él le corresponde “ordenar y coordinar las actuaciones necesarias para paliar los efectos del apagón, así como la gestión de todos los recursos estatales, autonómicos y locales que deban emplearse en esas comunidades”.
Marlaska participó en las dos reuniones del Consejo de Seguridad Nacional, y presidió después en el Ministerio un comité de coordinación extraordinario para afrontar las consecuencias del fallo en el suministro de energía eléctrica.
Un apagón “excepcional y extraordinario” que ha afectado a Portugal y a parte de Francia
La orden remitida por Interior a última hora recoge una breve exposición sobre este apagón, de una magnitud “excepcional y extraordinaria”. Sólo se han salvado Canarias, Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
“Como consecuencia de la intensidad de la caída del sistema eléctrico se ha paralizado el normal funcionamiento de infraestructuras, comunicaciones, carreteras, trenes, aeropuertos, colegios, hospitales… Algunos de estos centros, en especial los hospitalarios, han podido continuar prestando los servicios más urgentes ya que cuentan con grupos electrógenos de respaldo para cortes de luz”, reza la orden ministerial firmada por Marlaska, que le confiere la batuta sobre la gestión de estos territorios.