la estrategia del gobierno

Escribano, el “caballo de Troya” entre el Gobierno y los israelíes

Sánchez planea convertir a Indra en un referente en Defensa a la vez que depende de los israelíes a falta de industria. Fuentes del sector explican que EM&E es la "punta de lanza"

El presidente de Indra, Ángel Escribano

“Es un tío listo”. Así definen a Ángel Escribano los que han trabajado con él. No en vano, la empresa Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), de la que es propietario al 50% con su hermano, Javier, ha pasado de ser un pequeño taller de mecanización con tornos manuales, fundado por sus padres Ángel y Constancia, en 1989 en Coslada, a convertirse una compañía que ronda los 400 millones de euros en facturación.

Y, a su vez, desde enero de este año, a ser presidente de la empresa pública Indra, que factura alrededor de 5.000 millones anuales.

Escribano está además en el punto de mira tras conocerse la contratación de unos lanzacohetes SILAM, que el presidente de Indra selló a través de Escribano, un acuerdo con la israelí Elbit Systems y la alemana Rehimentall para el Ejército de Tierra español, por casi 700 millones de euros. Escribano, a su vez, controla el 14,3% del capital de Indra.

En la ecuación entra un Gobierno que, desde la masacre de Hamás el 7 de octubre de 2023 en Israel, afirmó que rompería los contratos con el país hebreo. Lo que, no sólo no ha sido así, sino que según el informe Centredelas, el Ejecutivo ha adjudicado 46 contratos a empresas israelíes.

Fuentes del sector consideran que Escribano estaría actuando como “caballo de Troya” para el Gobierno y los israelíes. Una estrategia en la que todos ganan. “Es muy fácil para el Gobierno ocultar la presencia de israelíes colocando a Escribano de pantalla. Y es muy fácil para quien quiere contratar con el Gobierno utilizar a Escribano como punta de lanza. Ya no contratas a un señor extranjero sino que contratas a Escribano, que a su vez trabaja con los israelíes”.

En la imagen un vehículo de combate Dragón 8×8.
Ministerio de Defensa

El Gobierno puede encontrarse en un callejón sin salida con su acción exterior tan marcada en contra de Israel y a favor de Palestina. A diferencia de países europeos como Francia, con una industria en Defensa sólida, después de décadas sin invertir prácticamente en Defensa, hace falta tiempo para generar una industria solvente e independiente, lo que provoca que dependamos del país hebreo y de los americanos, con la espada de Damocles de llegar a un gasto del 2% del PIB, tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

“Los israelíes son suministradores de Defensa de los más potentes, porque destinan mucho dinero a la tecnología y están en zona de conflicto permanente”, explican. “Indra compite con ellos, pero  Escribano es suministrador tanto de Indra como de los israelíes, se alía con ellos para competir con empresas europeas”.

Manuel de la Rocha, ficha clave

Fuentes cercanas a Escribano informan que Manuel de la Rocha sería una pieza clave entre los Escribano y el Ejecutivo de Sánchez. “Quien manda realmente es él, es muy amigo de los Escribano”. De la Rocha es director de Asuntos Económicos de Presidencia, y la persona de confianza de Sánchez dentro del plan para llegar al 2%.

“Trabajan de una manera muy personalista”.

Dentro de la empresa, aseguran que la manera de trabajar de los Escribano -el hermano de Ángel, Javier, forma parte del consejo de administración- sigue siendo muy personalista, algo anclados en la manera de trabajar como cuando Escribano era un taller.

“Ellos nunca han querido dejar de perder las riendas directas, pero es un modo de trabajar que no es compatible con una empresa de ese tamaño. Una multinacional no puede depender del CEO 24 horas porque no funciona”.

Sánchez no cuenta con el apoyo de sus socios para aumentar el gasto en Defensa.
Efe

Internamente, genera controversia el hecho de que consideran que no funciona como lo hace una cotizada. “Una compañía del Ibex tiene un consejo de administración potente e independiente. Unos consejeros independientes con capacidad empresarial y económica que puedan velar tanto por los accionistas minoritarios como por la compañía“.

Sumado a esta sensación interna se añade la polémica por la posible fusión entre Escribano con Indra, que pone sobre la mesa un conflicto de intereses entre los Escribano como compradores y comprados.

Conflicto de intereses

Fuentes de la industria en Defensa señalan a este medio que el hecho de que Ángel Escribano sea presidente de Indra, y a su vez copropietario de EM&E, ya genera un conflicto de intereses. No ven de recibo que un proveedor de Indra sea a su vez el presidente. “No se puede tener una empresa como Escribano que es socia de Indra en Tess, en la fabricación del 8×8“, afirman. “Que simultáneamente es competidora de Indra dentro y fuera de España en muchos sistemas. Es insólito que Ángel Escribano sea dueño del 14,3% de Indra, presidente del consejo, en el que su hermano también se sienta. Y la explicación que da Ángel es que sus acciones se las ha pasado a su mujer. Aunque no haya fusión, Javier Escribano se entera de en qué licitaciones nacionales e internacionales está optando Indra y a qué precios. Y hará sus ofertas en Escribano. Y la SEPI mirando para otro lado“, resumen.

Un campeón en Defensa cuestionado

Dentro del plan del Gobierno de convertir a Indra en el campeón en Defensa, tras la aprobación de Sánchez en el Consejo de Ministros de 10.471 millones de gasto para alcanzar el 2%, la fusión con Escribano interesa sobremanera a los hermanos. Según publica Expansión, del total, alrededor de 6.000 millones podrían ir dirigidos a Indra en Industria.

“Escribano ha pasado de ser un taller a facturar 300 millones con 150 millones de margen. Le interesa mucho que salga la fusión. Sobre todo si consigue una valoración de 1.000 millones, como lo que se está diciendo”, explica un exalto cargo de Indra, que vivió en 2022 cómo el Gobierno tomó el control de la empresa y despidió a cuatro consejeros independientes que se opusieron. Quien considera de que en caso de que se formalice la intención de una fusión, saldrá adelante, dados los antecedentes.

Por otro lado, las fuentes consultadas cuestionan que los Escribano consigan convertir a Indra en un gigante en Defensa, ya que aseguran que de los casi 5.000 millones de facturación, entre 800 y 1.000 son de Defensa, lo que no es muy significativo.

Además, se da la circunstancia de que al venderse Airbus y Santa Bárbara, “se han vendido los mimbres”. Y en cuanto a la adjudicación de las partidas aprobadas en el Plan de Defensa para llegar al 2%, afirman que al desarrollar Indra una parte muy concreta, sistemas operativos de gestión de armamento de misiles y radares, el porcentaje que puede obtener es muy reducido.