Escala la tensión política en las Islas Baleares. Dentro y fuera del Parlamento, Gabriel Le Senne estuvo en el epicentro de la polémica. El PSOE volvió a exigir su inmediata dimisión, que el protagonista rechazó. De momento, al PP le bastaron sus “disculpas” tanto en privado como en público. “No fue odio”, dijo Le Senne. “Fue autoritario, arbitrario y machista”, denunció en diversas entrevistas de televisión Mercedes Garrido, una de las diputadas socialistas que fue expulsada por mostrar imágenes de las Rojas del Molinar -militantes comunistas fusiladas por los franquistas en 1937-.
Este jueves, los socialistas participaron en una manifestación a las puertas de la Cámara en la que se pedía la renuncia de Le Senne. En ella, Garrido exigió a la presidenta autonómica, Marga Prohens, que forzara su inhabilitación: “No puede seguir ni un minuto más con este presidente”, dijo. Para los socialistas, Prohens es “cómplice” en caso de que no obligue a sus socios de Vox a un recambio al frente del Parlamento.
La dirigente socialista, que es miembro de la Mesa, reveló en las últimas horas que Le Senne sabía “en todo momento” cuál era la fotografía que iba a exhibir. Ella le indicó la imagen que iba a mostrar, la cual él retiró con agresividad un rato más tarde. “Tiene que respetar nuestros símbolos”, enfatizó, en relación a Aurora Picornell, una de las fusiladas.
Sobre el acto per se, Garrido indicó en TVE que fue “muy arbitrario y desproporcionado”. Además, declaró que Le Senne la echó de la Cámara por preguntar en base a que artículo del reglamento la expulsaba.
El acto de la disputa
Toda esta tensión política comenzó el pasado martes cuando en el Parlamento autonómico se debatía la proposición de ley relativa a la derogación de memoria y reconocimiento democráticos de 2018. Fue entonces cuando Le Senne perdió “los estribos”, según él mismo reconoció después. Atendiendo a su relato, las fotografías no fueron las causantes de su actitud, pues aquello que le “sacó de sus casillas” fue que las diputadas socialistas “no siguieran mis instrucciones”.
También aseguró que “desconocía lo que estaba quitando” y que no rompió nada “a propósito”, por lo que descartó que pueda existir un delito de odio en sus actos. Su única intención, agregó, fue retirar la imagen de la mesa.
Tal y como avanzó Artículo14, fue la propia Prohens quien presionó a Le Senne a disculparse. La líder del Ejecutivo autonómico expresó en la última sesión plenaria de este curso su “rechazo” por el comportamiento del miembro de Vox: “No se puede faltar el respeto a personas asesinadas”.
De momento, el PP no contempla dar un paso más allá aunque en privado el malestar con Le Senne es enorme. “Esperamos que la polémica vaya a menos”, reconocen las fuentes consultadas, que insisten en que el acuerdo entre ambas formaciones no corre peligro.
Desde la dirección nacional de Vox, Santiago Abascal indicó que a Le Senne le están atacando por defender la “neutralidad de las instituciones”. “Ni un paso atrás ante los golpistas y sus sicarios apesebrados”, añadió, defendiendo así a su compañero de filas.
Salto a la política nacional
En paralelo, también el jueves, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, anunció que su departamento trasladará a la Fiscalía General del Estado la actuación del presidente del Parlamento de Baleares.
“Se van a trasladar los acontecimientos al Ministerio Fiscal por si pudieran ser constitutivos de un delito penal de odio o de cualquier otra tipificación del orden penal”, avanzó Torres en declaraciones a los periodistas desde el Senado, recogió Europa Press.
Según explicó, los servicios jurídicos de su cartera estudiaron la actuación de Le Senne y decidieron elevarlo a la Fiscalía para que decida si finalmente existe algún delito.
De la misma manera, el ministro Torres señaló que también se están estudiando posibles sanciones dentro de la Ley de Memoria Democrática, al margen de que el Grupo Socialista en Baleares puede realizar también otro tipo de acciones contra esta actuación del presidente del Parlamento.