Errejón y el carnet de feminista para cazar: lo que decía de la violencia machista

Cimentó buena parte de su discurso sobre la base del feminismo, necesario "para combatir la violencia machista hasta hacerla desaparecer", según sus propias palabras

Íñigo Errejón en una reciente rueda de prensa en el Congreso Efe

Este mensaje publicado este miércoles, día 23, por el despacho de abogados Olympe resume de manera muy eficaz el caso de Íñigo Errejón: “A los políticos y periodistas hombres de izquierdas que utilizáis vuestro carnet de feministas para cazar y posteriormente maltratar y/o agredir sexualmente a las mujeres: sois un despojo y unos HDP. Lo sabemos. Lo sabéis. Sabemos quiénes sois. Vais a caer. Tiempo al tiempo”. 24 horas después de la publicación de este mensaje en redes sociales, cayó Errejón, acusado primero de forma anónima y también de manera identificada de acoso sexual.

Dicen en su partido, Sumar, que están profundamente “consternados” al tener constancia de los “comportamientos machistas” de su dimitido portavoz parlamentarios. Y no es extraño que la formación sienta esa consternación, puesto que el descrédito es total para un proyecto político que se reivindica feminista y que hoy personifica exactamente lo contrario de lo que predica.

Vale la pena fijarse en lo que decía Errejón, presunto adalid de la lucha contra la violencia machista y estandarte del feminismo. “Hasta que ninguna mujer sufra violencia por el hecho ser mujer. Feminismo para combatir la violencia machista hasta hacerla desaparecer“, abanderaba.

Un ejemplo particularmente sonado, el de sus comentarios cuando estalló el caso de Rocío Carrasco como víctima de malos tratos. Marzo de 2021: “Rocío Carrasco denunció ayer la violencia machista. Un testimonio de maltrato que muchos pondrán en duda. Igual que lo hicieron con Ana Orantes. Igual que lo han hecho con tantas y tantas mujeres. Por eso es tan necesario el feminismo“.

A Errejón se le ha podido ver detrás de la pancarta en los 8-M, ese día del año en que tantos miles se transforman al feminismo. Al dirigente de Sumar se le presuponía una particular credibilidad. Pero era un suponer.

Otro ejemplo, el de su contundente reprobación a los acechadores de discoteca. (Sobre Errejón pesa un caso de una chica que le acusó de meterle mano en un bar).  “Mientras se discutía si a los hombres se nos pediría un contrato para follar, a las mujeres las pinchaban en las discotecas para violarlas o meterles miedo”, decía.

La lista es larga y la conclusión siempre es la misma: del dicho al hecho siempre han un trecho. En su caso, probablemente la distancia es mayor que ese trecho.