Quedan horas para la reaparición de Íñigo Errejón, que declarará por un presunto delito de agresión sexual en los juzgados de Plaza Castilla de Madrid este jueves. Ese día no tendrá escapatoria, se verá obligado a hacer el paseíllo ante la prensa. Al menos hasta entrar en dependencias judiciales. Sus últimas imágenes son del 25 de octubre saliendo apurado del portal de su casa e introduciéndose en un coche tintado bajo la expectación de los periodistas que se agolpaban a las puertas de su domicilio. Fue al día siguiente de su dimisión como portavoz de Sumar y su retirada de la política, tras conocerse el testimonio anónimo divulgado por la periodista Cristina Fallarás, que usa su cuenta de Instagram como altavoz para casos de violencia machista: “A mí me pasó con un político que vive en Madrid (…) Es un maltratador psicológico”, contaba el mensaje de la mujer que se viralizó en cuestión de horas. Entonces, el portavoz de Sumar recibió la llamada de la vicepresidenta Yolanda Díaz: “Tienes que dimitir”.
En cuestión de horas, redactó una carta de despedida en la que aseguró que en el mundo de la política “se genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica”. Es decir, echó balones fuera e insinuó haber sucumbido al sistema machista y patriarcal sin hacer referencia explícita a las acusaciones. Errejón alegó problemas psicológicos y argumentó que, fruto de la relevancia pública, llegó a un punto en el que se encontró con “una contradicción entre el personaje y la persona”. “Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano”, explicó en la misiva.
Después de eso huyó. En su casa de Madrid, las cortinas están echadas y solo se ve movimiento en el piso de arriba, donde habita su padre. Artículo14 se ha intentado poner en contacto con Errejón, sin éxito. Recibe y lee los mensajes, pero no los contesta. Ni una sola palabra a este medio, ni a ningún otro desde octubre. Se especula con su paradero, con que haya ido a una clínica para tratar sus problemas de adicción, pero nadie ha podido constatarlo. Por lo que su entrada este jueves se espera con especial expectación. Ni si quiera en el que fue su partido hasta hace tres meses saben nada: “Desde que fue cesado no ha habido ningún tipo de contacto. La relación está completamente rota“, aseveran fuentes del entorno de Yolanda Díaz.
Al día siguiente de que todo estallara, la actriz Elisa Mouliaá presentó una denuncia contra Errejón. Ante la Policía, contó cómo se gestó su relación por redes sociales. El día de los hechos, el político le invitó a la presentación de su libro. Después se tomaron algo y de ahí se fueron a casa de una amiga de Mouliáa.
En ese tiempo, la denunciante ya encontró a Errejón en una “actitud seria y fría”. De camino, tomó una actitud “dominante” exigiéndole tres reglas: que no se alejara de él, que si lo hacía regresara en un minuto y que esa noche le diera un beso. En la casa, la actriz se puso a bailar con un amigo desatando un ataque de celos en Errejón que bruscamente la cogió del brazo, le metió en una habitación con pestillo hasta que “le empujó a la cama y le sacó su miembro viril”, narró Mouliaá en la comisaría.
En la denuncia, aseguró que se sintió “paralizada”. Errejón, al rato, se quiso ir de la fiesta para llevarla a su casa. Ahí se sintió muy “incómoda” y se vio obligada a espetarle: “Solo sí es sí, parece mentira que me esté pasando contigo”.Tras la denuncia, fue cuestión de días la imputación de Errejón.
En estos meses, Mouliáa ha hecho más apariciones en medios. Según adelantó a Artículo14 la actriz, se puso manos a la obra a preparar una denuncia con más víctimas. En total, serían 16 mujeres las que estarían planteándose emprender acciones legales contra el exdiputado, según informó en declaraciones a este periódico. Esto es, “otras 15 víctimas” más ella. Mouliáa aseguró que eran “bastantes las violaciones” que las otras mujeres habían sufrido “cosas más fuertes” que lo vivido por ella con el ex político. Hoy se desconoce en qué punto esta esa causa conjunta, pero este periódico se ha puesto en contacto con Mouliáa y asegura que “está concentrada y confía que todo salga bien” este jueves.
Por su parte, las últimas noticias que hemos tenido de Íñigo Errejón han venido por parte de la abogada que ha contratado para defenderle en el caso, Eva Gimbernat. Su primera manifestación se debió a que la abogada de Mouliáa causó baja por maternidad y la causa se archivó provisionalmente. Argumentó que la denuncia presentada por Mouliaá era falsa y pidió al juez Adolfo Carretero que reabriera la causa y que le permitiera declarar para “exponer la realidad de los hechos”, evitando el “limbo procesal” en que serio sumido tras la interrupción del caso por el embarazo de la abogada de la denunciante.
En su recurso, se dirigió a la Audiencia Provincial de Madrid criticando lo que consideró una “estratagema y añagaza para dilatar y retrasar la tramitación del presente procedimiento, con evidente mala fe y abuso de derecho” por parte de la letrada de Mouliaá. Recurso que se aceptó. La causa se reabrió fijando la nueva fecha de declaración de denunciante e investigado para el 16 de enero con una hora de diferencia. Hecho del que se volvió a quejar la abogada de Errejón que pidió más margen de tiempo entre la declaración de la actriz y la de su cliente para poder preparar su defensa. Pero este último recurso fue rechazado. Mouliáa declarará a las 11:00 mientras que Errejón lo hará a las 12:30 lo que despertó la queja de la abogada que pide al juez al menos una hora entre declaraciones para poder hablar con su cliente y preparar su defensa. Sea como fuere, este jueves veremos al que un día fue adalid del feminismo sentado ante un juez por un presunto delito de agresión sexual.