Si votar es la fiesta de la democracia, en España parece que llevamos de parranda el año entero. ¡Y la noche todavía no ha terminado! Por delante quedan las Elecciones Cataluña 2024 y las europeas, que determinarán el Parlamento Europeo de los próximos años en lo que viene a ser un escenario de polarización occidental como nunca antes se había vivido en la eurozona. Algo similar al contexto en el que se enmarcan los comicios catalanes.
Las Elecciones Cataluña 2024 se unen a las pasadas elecciones vascas, los comicios gallegos y las futuras elecciones europeas. Si sumamos que en mayo del año pasado tuvimos autonómicas y un par de meses después las últimas generales —cuya investidura se extendió hasta el mes de octubre—, lo cierto es que la fiesta de la democracia no ha apagado las luces ni ha dejado de servir copas desde hace un curso. Al que le guste la política, desde luego, esto le tiene que parecer una delicia. Hay algunos que están un poco cansados…
Sea como sea, las Elecciones Cataluña 2024 se postulan como unos comicios realmente claves para todos los partidos. Y para el futuro de España. Pedro Sánchez sabe lo mucho que se juega con estas elecciones catalanas, sobre todo después del amago de dimisión y la posterior caza de brujas contra medios de comunicación y jueces que parece haber iniciado. Delante tendrá a una oposición nacional que apenas cuenta con presencia en Cataluña, pero quiere recuperar terreno, y los partidos independistas que podrían buscar otro bloque soberanista como el de hace años tras el regreso prometido de Carles Puigdemont.
Carles Puigdemont (Junts per Catalunya)
El hijo pródigo. El ‘president’ en el exilio. El elegido. El esperado. Casi parece que estemos hablando de Fernando VII en los albores del siglo XIX, pero la realidad es que se trata de Carles Puigdemont. El líder de Junts per Catalunya regresa para representar a su partido y al bloque conservador del independentismo catalán. ¿Su postura? La misma de siempre. Ahora, con más potencia y razón que nunca.
Tras haber sometido a Pedro Sánchez y haber tirado por tierra la palabra del PSOE con aquello de “la amnistía es anticonstitucional”, Carles Puigdemont se lo juega todo en estas Elecciones Cataluña 2024. Él mismo ha dicho que, si no lo envisten presidente, dejará la política de una vez por todas. Está por ver si el independentismo lo elige nuevamente para liderar el anhelado referéndum y la Declaración Unilateral de Independencia (DUI). Desde luego, esa es su hoja de ruta. Nadie en Junts per Catalunya lo ha escondido. En el PSOE no pueden decir lo mismo.
En el aire queda si Carles Puigdemont, elegido como representante del bloque soberanista y decidido a ser investido, regresará a España antes de que la Ley de Amnistía —hecha a la medida de su traje— entre en vigor y se haga efectiva. El escenario parece surgido de una película de ciencia ficción. Nadie puede reprocharle al líder de Junts per Catalunya que se lo ha montado muy bien, las cosas como son.
Pere Aragonès (Esquerra Republicana)
Al otro lado del cuadrilátero independista se encuentra Pere Aragonés y el bloque de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El actual presidente de la Generalitat se ha postulado a sí mismo como la única alternativa real para los soberanistas catalanes a la hora de apretarle las tuercas al PSOE sin buscar intereses personales ni moverse por otro tipo de agendas. No obstante, está más cerca de Pedro Sánchez en cuanto al bloque progresista del Congreso de los Diputados que de las ideas políticas de Junts per Catalunya. En resumidas cuentas, la pelota está en su tejado.
La decisión de ERC es la clave de estas Elecciones Cataluña 2024. Las encuestas lo han dejado muy claro: Salvador Illa se alzará con la victoria electoral y, si las matemáticas le favorecen, podrá pactar con Pere Aragonès. ¿Qué pactará? Eso tendrá más que ver con el encaje que le encuentre el “sanchismo” en clave nacional que con el propio Salvador Illa. Se presupone que hay dos líneas que ERC quiere llevar hasta últimas consecuencias: financiación al estilo vasco y reférendum al estilo escocés. Sin embargo, hay otra alternativa si Pedro Sánchez no quiere darle encaje a ambas propuestas a golpe de máquina del fango, ultraderecha, ‘lawfare’ y otras tantas ideas propias del presidente.
Esa alternativa de la que hablamos es un bloque soberanista, como ya sucedió en la primera legislatura de Carles Puigdemont, antes de que huyera de España en el maletero de un coche y se refugiara en Bélgica tras declarar la independencia de Cataluña y ponerla en suspenso en cuestión de segundos. Tal vez, si ERC no llega a un acuerdo con el PSOE, entonces haya una segunda vida para el bloque independista catalán liderado por la fuerza mayoritaria. Una mayoría independista que, en estos momentos, no está nada clara según las encuestas. Podría salir cara o cruz. El 12 de mayo saldremos de dudas.
Salvador Illa (PSOE)
Más allá del bloque soberanista, pero muy próximo a las tesis federalistas que llevan manejando desde Ferraz los últimos años, se encuentra Salvador Illa. El líder socialista regional es el gran favorito para llevarse la victoria en las Elecciones Cataluña 2024. No obstante, le van a tener que salir las cuentas y va a tener que pactar sí o sí. De hecho, las encuestas no lo ven nada claro (salvo su victoria electoral) y por eso el propio Illa no ha querido cerrarle la puerta a nadie, ni a Junts per Catalunya ni a ERC.
Al PSOE no le importa que Junts per Catalunya sea de todo menos progresista y esté más cerca del PP que de ellos mismos en algunas cuestiones políticas y económicas. Da igual. Lo importante es asegurarse la presidencia de la Generalitat, de la misma forma que era esencial mantenerse en la Moncloa, a pesar de poner en marcha una Ley de Amnistía que ponía en jaque la separación de poderes, cuestionaba la Constitución y humillaba la palabra de Sánchez tras haberse paseado por platós de televisión jurando y perjurando que no habría amnistía.
Así pues, está por ver cómo queda el cuadro de las Elecciones Cataluña 2024 y si Salvador Illa puede pactar con ERC, un partido con el que el PSOE se entiende mucho mejor que con Carles Puigdemont y cede menos de lo que cede con Junts per Catalunya. No obstante, Pere Aragonès ha dejado muy claro que no piensa entregarle la presidencia a Salvador Illa a cualquier precio. Si el PSOE quiere el Parlament catalán, va a tener que pagar el mismo peaje que ha pagado por seguir en la Moncloa.
Alejandro Fernández (PP)
A priori, el líder de la oposición en Cataluña será Alejandro Fernández. Las encuestas lo ponen por delante de VOX y Ciudadanos ha desaparecido completamente de un parlamento que antaño ocupaba con mayoría. Le ha sucedido en toda España, pero llama poderosamente la atención como el bloque constitucionalista en la región se ha consolidado sobre la figura del candidato popular. Lo va a tener difícil, las cosas como son. Se le estima una docena de escaños que le permitirá tener voz, pero poco voto a la hora de hacer política. Su rol se limitará a la oposición.
Sin embargo, teniendo en cuenta que los resultados de las Elecciones Cataluña 2024 podrían establecer un Parlament más próximo al polvorín que a la política, se corre el riesgo de que haya una repetición electoral o una disolución parlamentaria mucho antes de tiempo. En ese panorama, la voz de Alejandro Fernández puede ir atrayendo cada vez más votantes en torno al PP catalán. Tal vez generando seguridad en aquellos votantes socialistas que no están del todo cómodos con la balcanización socialista desde el liderazgo de Pedro Sánchez y todo lo que rodea la gestión de la crisis territorial en Cataluña.
El resto de candidatos en las Elecciones Cataluña 2024
Más allá de los cuatro grandes bloques políticos que se repartirán los escaños del Parlament, el resto de candidatos en las Elecciones Cataluña 2024 son: Ignacio Garriga (VOX), Laia Estrada (CUP), Jéssica Albiach (Comuns-Sumar) y Carlos Carrizosa (Ciutatans).
De Vox se espera que sea la segunda fuerza política que forme parte de la oposición con 8 o 9 escaños. Una fuerza similar tendrá Comuns-Sumar, clave para formar gobierno con el PSOE y ERC en una especie de bloque progresista catalán. Cabe preguntarse si la CUP, cuyas estimaciones giran en torno a 5 y 7 escaños, formarán parte de ese bloque progresista o se quedará en la comodidad de la trinchera, a medio camino entre el compromiso político con las transformaciones sociales y la oposición al régimen nacional.
Desde luego, a quien nadie parece esperar es a Carlos Carrizosa. Mientras que Partido Popular y Vox podrían sumar entre 21 y 23 escaños, Ciutatans podría desaparecer por completo del Parlament. Un duro golpe a un proyecto político que comenzó precisamente en Cataluña, creció de manera exponencial a escala nacional por ser la única oposición real que tenía el independentismo catalán en la pasada década, gozó de un auge que estuvo a punto de colocarlo incluso por encima del PP y terminó diluyéndose con la irrupción del populismo de derechas.
Estos son los candidatos que se la juegan el próximo 12 de mayo en las Elecciones Cataluña 2024. Veremos quién se lleva el gato al agua, si se cumplen las encuestas, si se certifican los pronósticos y si las sumas salen o volveremos a ser testigos de un nuevo movimiento de ingeniera política de Pedro Sánchez y el PSOE.