El magistrado de la Sala de lo Penal Ángel Hurtado, instructor de la causa contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, por un presunto delito de revelación de secretos, ha dictado un auto en el que acuerda que no ha lugar “por ahora” a citar como investigada a Pilar Sánchez Acera, jefa de gabinete del ahora ministro Óscar López.
El Colegio de Abogados de Madrid y el Sindicato Manos Limpias, dos de las acusaciones populares personadas en esta causa, habían solicitado que se citase como investigada a Sánchez Acera a la vista de la declaración prestada como testigo por Juan Lobato, exsecretario general del PSOE de Madrid, el pasado 29 de noviembre.
En su auto, el instructor indica que no considera procedente “por el momento, acceder a tal petición, ya que al estar pendiente de realización la práctica de la diligencia consistente en el informe pericial sobre el dispositivo móvil intervenido al testigo Juan Lobato Gandarias, me parece más prudente esperar al resultado de dicha pericia, para, en función del mismo, acordar lo que corresponda”.
Antecedentes
Cabe recordar que el pasado viernes Lobato entregó su móvil y el acta notarial con los mensajes donde Sánchez Acera -entonces asesora de Moncloa- le ofreció el correo electrónico donde Alberto González Amador, el novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, reconocía los delitos fiscales por los que se le investigaba.
Hurtado llamó al exsecretario general del PSOE madrileño a sede judicial tras conocerse que “Moncloa filtró el documento secreto del novio de Ayuso” y trató de implicar al socialista madrileño, según ABC.
De acuerdo con el citado medio, Lobato acudió al notario para protocolizar los mensajes que se intercambió con Sánchez Acera, así como para dejar constancia de la hora en la que se publicó el correo en cuestión. Ya en rueda de prensa el lunes 25, él mismo explicó que fue a la notaría con el objetivo de que quedara “bien asegurada la conversación y no dependiese de la integridad de su móvil”.
El ex líder del PSOE de Madrid aseguró que había ido solo a la notaría porque era una cuestión “personal”. “No lo consulto con el partido, Ferraz, ni nadie. Es un tema mío”, dijo.
Aunque la filtración denunciada por González Amador se habría producido el pasado marzo, Lobato fue a la notaría a registrar estos mensajes meses después. En concreto, cuando el Supremo empezó a investigar al fiscal general por presunta revelación de secretos, el pasado octubre.
El magistrado Hurtado citó a Lobato el mismo lunes ante “la posible aportación” que éste pudiera hacer para el esclarecimiento de los hechos investigados. Además, le avisó de que debía “acudir aportando copia del acta de manifestaciones notariales”.