El PSOE discute expulsar del partido a los puteros: “Hay que dar ejemplo”

Los socialistas votarán este fin de semana una enmienda que cuenta con el respaldo de algunas feministas destacadas y que distintos dirigentes ven difícil rechazar

Preparativos en las instalaciones donde se va a celebrar el 41 Congreso Federal del PSOE este fin de semana en Sevilla Efe

Un grupo de feministas extremeñas forzarán al PSOE a posicionarse entre el sábado y el domingo sobre si toca o no expulsar del partido a cualquier dirigente que pague a mujeres por mantener sexo. En el 41 Congreso Federal del PSOE, en Sevilla, una de las más de 6.000 enmiendas registradas a la ponencia marco que definirá la hoja política de la formación pasa por incluir la obligación, dentro del Código Ético del partido, de quitarles el carnet socialista.

Esto es, por plasmar por escrito un compromiso que creen que les acercará a la meta de acabar con la prostitución, uno de los objetivos fundamentales del feminismo encuadrado en las siglas del PSOE. La propia ponencia marco a la que se pueden añadir cambios ya califica como una forma de violencia de género la prostitución, y las impulsoras de la enmienda aseguran a Artículo14 que los socialistas perderían buena parte de su credibilidad si se posicionan en contra de sancionar estos comportamientos.

“No puedes ser feminista de puertas para afuera. Hay que dar ejemplo, y el ejemplo se da desde casa”, afirman dos de ellas. Este diario ha confirmado que cuentan con adhesiones de reconocidas feministas del PSOE de cara a la votación de este sábado, si bien prefieren no desvelar sus nombres aún: “Estaré batallando”, afirma una de ellas.

Distintas voces socialistas dan por hecho que la enmienda saldrá adelante en comisión, directamente, este sábado. O que lograría el 30% de los respaldos necesarios para llegar ‘viva’ al plenario, el domingo, si es tumbada en la fase inicial. “Sería difícil justificar el rechazo a este texto”, sostiene una dirigente territorial. “No veo a ningún socialista votando en contra”, afirma otro de ellos.

La enmienda en cuestión, la 36167, apuesta por incorporar al Código Ético “el rechazo explícito al ultrajante negocio de la prostitución, y especialmente dirigido a los cargos públicos y orgánicos, siendo su incumplimiento motivo de expulsión de todo aquel que “solicite, acepte u obtenga» un acto sexual de una persona a cambio de una remuneración o beneficio del tipo que sea”.

Otras fuentes socialistas plantean dudas sobre su futuro. Explican que, entre distintos territorios, existe el convencimiento de que la actitud de “bronca” por parte del partido es demasiado habitual, y se percibe que puede desmovilizar a los militantes o alejar a potenciales votantes.

“Debe incluirse en los Estatutos que, si se demuestra que un hombre ha accedido al cuerpo de una mujer previo pago, éste debe ser expulsado del PSOE”, insisten las impulsoras de la enmienda. “No puedes presumir de leyes por la igualdad y ser a la vez el prostíbulo de Europa”, abundan.

Todas las partes consultadas reconocen que, de ver la luz esta enmienda, su valor será eminentemente simbólico. Asumen que es difícil que un putero reconozca haber ejercido como tal, y también ven muy complicado probar que efectivamente actúa de este modo.

Eso no quita para que entiendan que debe quedar recogido el máximo rechazo del partido a estas conductas, y sostienen que es la única forma de cerrar las heridas de casos recientes, que han supuesto un enorme “daño” a la militancia. En particular, a las mujeres socialistas. El ejemplo del escándalo del exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo, conocido como Tito Berni, basta para ilustrar el malestar que generan estos comportamientos. “Hay que ponerse en marcha”, sostienen las socialistas extremeñas que impulsan la modificación.

Un debate que ha desangrado al feminismo

El PSOE y la actual ministra de Igualdad, Ana Redondo, se declaran abolicionistas: el Gobierno también es “abiertamente abolicionista”, según la ministra. En mayo, los socialistas ya vieron estrellarse en el Congreso de los Diputados una proposición de ley que perseguía abolir la prostitución y endurecer la persecución de los proxenetas.

Sus socios de Sumar votaron en contra, y hoy nada hace pensar que sea posible un acuerdo entre ambos socios del Ejecutivo en esta materia. Tampoco fue posible para el anterior Gobierno, con Irene Montero como titular de Igualdad, ni lo es en las conversaciones para reeditar el pacto de Estado contra la violencia machista. Es la madre de todas las disputas en el feminismo, si bien es un debate que las abolicionistas con carnet del PSOE consideran ganado de puertas para adentro del partido.

La necesidad de aprobar esta ley se reivindica en buena parte de las enmiendas, y la palabra ‘prostitución’ aparece mencionada en 107 ocasiones en el documento que las recoge. Se describe como una forma de “opresión, mercantilización y cosificación de las mujeres”, y se apuesta por poner el foco sobre puteros y proxenetas. El propio documento marco apuesta por “abolir la prostitución”, y este sábado tendrán opción de plasmar esta voluntad en un compromiso que les sirva para “dar ejemplo”.