DESDE GÉNOVA13

El PP se ‘voxeriza’ en inmigración ante el auge de la extrema derecha europea

La dirección del PP endurece su discurso ante el recrudecimiento de la crisis migratoria y abraza propuestas de VOX. Barones piden diferenciarse de Abascal

Abascal y Feijóo - Política
Santiago Abascal, líder de Vox, y Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular Kilo y Cuarto

De aplacar al sector duro del PP reivindicando la moderación y renovando el CGPJ a asumir las tesis de VOX en materia migratoria. Es el sorprendente camino recorrido en la última semana por Alberto Núñez Feijóo, que se prepara ya para otro verano en el que se espera que la crisis migratoria se recrudezca. Se calcula que en los meses estivales podrían llegar unos 70.000 migrantes a las Islas Canarias y el PP quiere adelantarse aun a riesgo de pasarse de frenada.

La “solidaridad” pregonada inicialmente por Feijóo ha quedado opacada por las propuestas de VOX que los populares han acabado haciendo suyas, llegando a pedir el despliegue de buques de las Fuerzas Armadas en las costas africanas para frenar la inmigración irregular. “Hay que tratar el problema de la migración irregular en origen. El gobierno puede disponer de las fuerzas armadas para defender nuestras fronteras y desplegar embarcaciones que impidan que esos cayucos salgan al mar y lleguen a nuestro país”, verbalizó el portavoz parlamentario del partido, Miguel Tellado.

Llevar a la Armada a las costas de Libia o de Marruecos supondría invadir sus aguas territoriales. Tellado lo sabe. Como también sabe que no existe un acuerdo de colaboración entre países. No estamos, por tanto, ante un desliz. El PP se ha dado cuenta de cómo la inmigración afecta al voto en países de nuestro entorno y está endureciendo el discurso.

Lo cierto es que la propuesta de Tellado, que también planteó en su momento Pablo Casado, no aparece en el programa del Partido Popular, pero sí en el de VOX. La formación de Abascal lleva pidiendo el despliegue del Ejército para frenar la inmigración en origen desde hace cuatro años y, ya en 2020, el jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante Teodoro López Calderón, paró los pies a los de Abascal recordando que “si cualquier barco de guerra de España se encuentra con una patera en una situación en donde la vida de los que están en ella está en peligro, su obligación de todo tipo, legal, moral, etcétera, es rescatarlos”. “Y eso es lo que se haría”, sentenció el almirante.

En este sentido, varios presidentes autonómicos del PP creen que “hay que diferenciarse de VOX en el discurso y que con estas declaraciones no se llegan a ningún lado”. Las mismas fuentes añaden: “Hay que centrar el argumentario en que la competencia es del Estado y que existe dejación de funciones por parte del Gobierno central”.

Preguntado por las declaraciones de Tellado, el presidente del PP se limitó a desear “buenos días” a la prensa, esquivando la cuestión hasta en tres ocasiones. Mientras, desde la dirección de Génova 13 insistían en la necesidad de una respuesta integral: “El Gobierno debe utilizar todos los medios a su alcance para luchar contra las mafias que trafican con personas y proteger las aguas jurisdiccionales de nuestro país. Esto incluye no solo el despliegue de la Policía Nacional y la Guardia Civil, sino también el refuerzo de la labor de control de fronteras con los medios de las Fuerzas Armadas”, dicen fuentes de la cúpula popular.

Feijóo pide ayuda a la UE

La realidad es que -al margen del Gobierno de Pedro Sánchez- intentar frenar la inmigración en origen depende, en todo caso, de la Cooperación Internacional de la Unión Europea. Y, precisamente, a la UE ha reclamado ayuda el líder del PP durante unas jornadas del PPE celebradas en Cascais.

Así, en el marco de la ciudad portuguesa, Feijóo alertó a sus colegas europeos -incluida la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen- mostrando su aparente preocupación: “Me veo en el deber de apelar a la ayuda europea para controlar la inmigración (…) El Gobierno español llega muy tarde a este asunto, llevamos alertando en varias ocasiones. La situación de los menores no acompañados es solo la punta del iceberg de un debate que el Gobierno de España lleva aplazando hace meses”, advertía Feijóo.

En la misma comparecencia, el presidente popular ponía -sin nombrarla- a Italia como ejemplo de política migratoria: “Tomar medidas diferentes en España a las que se toman en otros países que han tenido resultados exitosos deriva en un efecto llamada para este verano del que les quiero alertar. Europa no puede ser ajena a esto, las fronteras españolas son europeas y, por tanto, es un problema que debemos de afrontar en común y también con ello debemos coordinarnos a nivel europeo, acertar y dar una respuesta compartida”. Sí, Feijóo alabando las políticas migratorias de Giorgia Meloni y hablando de “efecto llamada”, una terminología más propia de VOX.

Solidaridad de las CCAA

Con este grito de ayuda, Feijóo amplía el foco y lo dirige a la llegada de migrantes que prevén para este verano. El presidente del PP quiere salir del debate sobre la reubicación de los menores migrantes no acompañados que están en Canarias y dejar ese asunto en el tejado de las comunidades. A este respecto, el próximo miércoles se celebra la Conferencia Sectorial en la que los territorios debatirán sobre el acuerdo al que llegó Sánchez con Coalición Canaria para abordar la reforma del artículo 35 de la Ley de Extranjería y que las comunidades acojan a niños y niñas migrantes no acompañados de forma “solidaria y vinculante” con los territorios de llegada. El Gobierno central y el canario -totalmente desbordado- quieren convertir en obligatoria por ley esa acogida.

La duda es si habrá acuerdo entre las diferentes comunidades. El presidente Feijóo ha pasado de garantizar la “solidaridad de las comunidades autónomas gobernadas por el PP” a defender “barreras”. Un giro hacia el endurecimiento de su postura que llegaba tras mantener una comida en Salamanca con los líderes territoriales del partido. En ese almuerzo, Feijóo constató que no iba a ser tan fácil la coordinación entre comunidades y que existía cierto rechazo de algunos territorios a la acogida forzosa de menores migrantes.

Lo cierto es que barones autonómicos ven “imposible” un acuerdo en el reparto de menores. Un presidente del PP explica: “Sánchez va a utilizar la Ley de Extranjería para que VOX crezca. Y nosotros tenemos que dar una respuesta muy argumentada. Es competencia del Gobierno y el trato no es igualitario”, opina este líder. Además, las CCAA del PP exigen concreción de financiación sobre el reparto de menores.

VOX aprovecha para atizar al PP

Los de Abascal están aprovechando este totum revolutum que es el discurso del PP en materia migratoria para meter el dedo en el ojo a sus socios populares. Desde la dirección de VOX aseguran que “el PP va como pollo sin cabeza con el tema migratorio y son incapaces de mantener una posición firme sobre cualquier cosa si no la someten a tutela de terceros”, critican desde la cúpula de la calle Bambú.

En este punto, los de Abascal han vuelto hacer lo que mejor se les da: amenazar a los populares con “salirse de los gobiernos autonómicos” si pactan la Ley de Extranjería sobre la acogida de menores. Un amago, una amenaza, que no se efectuará. Al menos por ahora. Queda demasiado para la celebración de unas elecciones autonómicas. Además, los de VOX, han puesto ‘trampas’ al PP registrando en todos los parlamentos autonómicos una iniciativa para cerrar los centros de menores migrantes y repatriarles a sus países de origen. Lo cierto es que hay una Ley Nacional que obliga a atender a los menores. Los servicios jurídicos de los Parlamentos apelarán a ella al ser una norma superior. Es un ‘papel mojado’ con el que los de VOX solo buscan “retratar” a los de Feijóo en las votaciones.

Es lógico. Abascal quiere sacar rédito de la inmigración y desgastar al PP. Han visto que en Francia funciona igual que lo hizo antes en Italia. La francesa Marine Le Pen -y su programa antiinmigración- conseguirán hoy que la extrema derecha gane (por primera vez) en nuestro país vecino. Ambas lo han hecho a costa de la derecha tradicional.