Alberto Núñez Feijóo no se achantó y anunció antes de la cumbre de Tenerife, en la que se abordó la crisis migratoria, que las comunidades autónomas dirigidas por el PP seguirán recibiendo menores. Hasta 400, según apostilló, de acuerdo con el criterio fijado en anteriores conferencias sectoriales. Con este anuncio, la pelota está ahora en el tejado de Santiago Abascal, que amenazó con la ruptura si daban este paso.
A última hora de la noche del miércoles, Vox emitió un comunicado urgente acusando a Feijóo de “obligar a sus barones a aceptar 400 menas y romper los pactos de gobiernos regionales”, motivo por el que el Comité Ejecutivo Nacional del partido se reunirá este jueves a las 18:30 horas para “acordar los próximos pasos”.
En el PP se preparan para las represalias. Aunque las fuentes consultadas no alcanzan a pronosticar el alcance de la crisis. “Somos un partido de Estado y tenemos que cumplir con el principio de solidaridad. Era un reparto que ya estaba previsto”, exponen fuentes de la dirección nacional. “Si rompen, serán ellos los que tendrán que explicarlo”. De momento, los contactos entre ambas formaciones han sido escasos.
Hoy por hoy, las fuentes consultadas no descartan que “caigan” sus gobiernos. En el punto de mira está el de Castilla y León. “No hay nada más patriota que la solidaridad entre autonomías”, afirmó Alfonso Fernández Mañueco, que apostilló: “Los órdagos son para ganarlos”. Su vicepresidente de Vox, Juan García-Gallardo, contestó: “Si nos hacen escoger entre el honor y los barcos, escogeremos el honor”.
¿Puede producirse un efecto dominó? Públicamente, Carlos Mazón dio a entender que su Ejecutivo no está en riesgo: “No temo por la estabilidad de mi gobierno. Sería una gran sorpresa”, afirmó en un foro organizado por La Razón. Si bien, las fuentes consultadas tanto en la Comunidad Valenciana como en otras regiones apostillan que Vox es un partido “muy jerarquizado” y que la última palabra la tendrá Abascal.
Según pudo saber Artículo14, los barones populares no darán el paso de romper. “Yo no voy a echar a nadie. La decisión la tendrán que tomar ellos”, en boca de uno de ellos. La respuesta es parecida en las distintas regiones. “Aquí el problema es que se han metido en un buen lío y no saben como salir”, en palabras de otro barón territorial. “¿Van a romper? No lo descarto, te diría que hay un 50% de posibilidades”, añadió. “Abascal ha sido tan contundente que veo difícil que recule”, remató un tercer dirigente.
El PP y Vox comparten gobierno en cinco comunidades autónomas. A saber, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura y la Región de Murcia. En las Islas Baleares también llegaron a un acuerdo, pero Vox se quedó únicamente con la presidencia del Parlamento autonómico. “No he tenido esa conversación con Vox. Sé cuál es su posición estatal, pero conmigo no han tenido esta conversación conmigo”, resumió Marga Prohens, la presidenta balear.
Entre tanto, en Génova reivindicaron su firmeza y no dieron síntoma alguno de temer el divorcio con los de Abascal. “Las posibilidades de que Feijóo renuncie a sus convicciones por las amenazas de nadie son iguales a cero”, destacaron desde el equipo del líder nacional. “No vamos a dar un paso atrás”, le siguió un presidente autonómico, con consejeros de Vox en su gobierno. De hecho, con los sondeos en la mano, en varias comunidades el escenario de un adelanto electoral no penalizaría al PP. Más bien, todo lo contrario.
Lo que no ha gustado en algunas estructuras es que Feijóo haya llevado la delantera sin “prestar más atención” a sus problemas particulares. “El sistema actual tal y como está planteado no funciona. Hacen falta más recursos”, se han quejado en privado. La Región de Murcia o la Comunidad Valenciana hablan de centros desbordados, con una ocupación de cerca del 200%. “Tenemos 317 plazas para menores migrantes y en cambio acogemos a 481”, no se ha cansado de repetir Mazón.
La solución en todo caso no es la reforma de la ley de extranjería que pretende el Gobierno, según la opinión de la mayoría de barones del PP, tal y como avanzó este diario. “Nos damos por informados y lo estudiaremos en profundidad”, fue lo más que dijeron sus consejeras en la reunión de Tenerife, tras pactar con Génova. Cabe recordar que los votos del PP en el Congreso son indispensables para el Ejecutivo toda vez Junts ya se ha mostrado en contra.
Solos en su defensa dentro del PP, el vicepresidente popular de Canarias, Manuel Domínguez, y el presidente de Ceuta, el veterano Juan Jesús Vivas, que han instado a Feijóo a que negocie con el Gobierno y apoye la reforma, que conllevaría una solidaridad forzosa en caso de crisis.