INVESTIGACIÓN INTERNA

El PP resuelve que “no hay caso” de acoso en Algeciras y Estepona

El partido en Andalucía asegura que activó sus protocolos, indagó internamente y ha resuelto que “no hay nada” contra Landaluce y Urbano

La refriega política en España se ha visto reducida al “ojo por ojo”. La ley del Talión como norma suprema. O el “y tú más”. Si en los últimos días Sumar ha implosionado por las denuncias de violencia sexual contra una de sus figuras más preclaras, Íñigo Errejón, lo que deja en jaque la imagen del Gobierno de coalición; el PSOE cree ahora haber encontrado munición del mismo calibre para apuntar hacia las orillas del Partido Popular, con supuestos escándalos que afectan a dos reconocidos alcaldes andaluces. Los de Algeciras y Estepona.

El primero de los casos lo citó el propio Alberto Núñez Feijóo en una entrevista en los micrófonos de esRadio. Pero no para inculparse sino para contraponer la diligencia de su formación por la manera de proceder en situaciones de presunto acoso sexual con la de Sumar. Según dijo Feijóo, “tras unas referencias en redes sociales” que ponían en la picota al senador y alcalde gaditano, José Ignacio Landaluce, el PP andaluz “automáticamente” habló con él y aclaró “este asunto”.

En concreto, detallan fuentes próximas a Juanma Moreno en conversación con Artículo14, una delegación del PP de Cádiz fue la encargada de personarse in situ en la misma sede del consistorio, donde habló con las supuestas afectadas por el presunto delito de acoso del regidor, a fin de dirimir si había razones suficientes para abrir un expediente en su contra. Finalmente, la conclusión a la que llegaron es que “no hay nada”. Y decidieron dar carpetazo.

Lo mollar, para el líder nacional del partido, es que los pasos a seguir fueron los correctos. “Porque sabemos que esto puede ocurrir”, dijo. Así defendió Feijóo que a los suyos no les pueden “acusar de dar lecciones de todo y no ser ejemplo de nada”.

Sobre el caso de Landaluce, que Ferraz agita con insistencia, todo parte de una serie de mensajes difundidos en las redes sociales del eurodiputado Alvise Pérez que, posteriormente, borró él mismo. Aunque, demasiado tarde. La mecha se había prendido y en las filas socialistas usaron el tuit del agitador y líder del partido Se Acabó La Fiesta para enturbiar las aguas en el PP, con acusaciones directas al alcalde de Algeciras.

El caso de Estepona

Después, estalló la siguiente bomba: un juzgado investiga una denuncia contra el alcalde de Estepona, José María García Urbano, por presunto acoso sexual a un funcionario. Se trata de un policía local. El regidor malagueño al que un juez ha incoado diligencias previas asegura ser víctima de una denuncia falsa. Y el PP provincial cree sus palabras, como también el regional y el nacional, según las fuentes consultadas por este periódico.

La tesis que comparten buena parte de dirigentes populares es que todo obedece “una campaña orquestada por la izquierda” para desviar el foco de Errejón y trasladar la idea de que su caso no es una excepción de un partido y que, a diferencia de Sumar, en la derecha no se toman medidas tan contundentes. En este sentido, los socialistas se preguntaron: “¿Existe un protocolo en el Partido Popular para evitar casos como el de Íñigo Errejón?”.

El PSOE reprocha que los populares carecen de mecanismos para hacer frente a este tipo de comportamientos. Aunque en Génova aseguran a este diario que sí que existe un protocolo, “cumpliendo la ley”, que lleva vigente desde mayo del pasado año. Un protocolo que eso sí, rechazan hacerlo público.

En todo caso, en el código ético de la formación conservadora hay una mención expresa: “Se prohíbe realizar en el entorno laboral y de actividad del Partido Popular actos de acoso moral o sexual, o cualquier otro similar que pueda considerarse como acto de acoso conforme a la normativa interna del partido en materia de prevención del acoso laboral”.