El PP pierde el miedo a romper con Vox

“Nuestra política no nos la marca ningún dirigente de otro partido”, zanjan en Génova. Abascal amenaza con romper y Feijóo responde que sus comunidades serán solidarias

Escalada de tensión entre el PP y Vox. Por primera vez, los barones populares interpretan que Santiago Abascal va en serio en su amenaza de romper los gobiernos autonómicos. “Yo he hablado con su entorno y me aseguran que no va de farol”, según desvela un líder territorial, en conversación informal Artículo14. Si bien, se reafirman en que no habrá cambio de postura. “Han venido menores migrantes y continuarán viniendo, otra cosa es reformar la ley de extranjería”, subrayan las fuentes del PP consultadas en las distintas comunidades con ejecutivo bicolor.

Más que preocupación, lo que transmiten los presidentes regionales del PP es expectación y cautela ante la posibilidad de que Vox consume su ultimátum. “Aquí su gente no quiere romper pero es un partido muy jerarquizado, muy vertical”, explican desde uno de los gobiernos que podría verse afectado. De hecho, un barón desvela: “Quienes están inquietos son los de Vox, que pueden perder sus puestos de trabajo”.

Este miércoles, el Ejecutivo central se reúne con autonomías y agentes sociales para tratar la crisis migratoria. Y, en estos momentos, en el PP dejan claro que sus administraciones seguirán recibiendo menores migrantes, auxiliando así a las Islas Canarias. “Pondrán a disposición del Gobierno central y, sobre todo, a disposición del Gobierno de Canarias, su capacidad para atender a los menores”, anunció Alberto Núñez Feijóo, en una reunión con sus diputados en el Parlamento catalán.

El jefe de la oposición añadió un pero a su anuncio. “La práctica que hemos tenido siempre es ser solidarios en la recepción de menores siempre que tengamos capacidad en las comunidades para poder recibirlos, tratarles y cuidarles. Nadie puede dar lo que no tiene”, destacó.

En este sentido, los barones consultados por Artículo14 precisaron que una cosa es la “solidaridad nacional” y otra bien distinta pactar una reforma de la ley de extranjería. Sobre la segunda de las cuestiones, las comunidades del PP se decantan por rechazar los planes de Pedro Sánchez.

“Lo que veo aquí es una falta de rigor tremenda de todo el mundo en un tema tan sensible y tan de Estado. Y una injusticia enorme al descargar toda la responsabilidad en quien no la tiene, que son las comunidades autónomas”, se desahogaba un líder territorial, según el cual “se nos pide un sobreesfuerzo a los únicos que hemos aportado incluso por encima de nuestras posibilidades reales”.

¿Con esta postura del PP, Vox se daría por satisfecho? Acogiéndonos a las palabras de Abascal, de ninguna de las maneras. Lo que reclama el líder de Vox es utilizar “todos los medios políticos y legales” para evitar la distribución de menores migrantes por el territorio nacional. “No seremos cómplices de los robos, machetazos y violaciones”, llegó a afirmar en rueda de prensa.

Los presidentes del PP restaron dramatismo a la posibilidad de que Vox rompa los acuerdos. “No creo que lo hagan”, respondió uno. Otro incluso sugirió en privado la posibilidad de un adelanto electoral. “Revisando el resultado de las europeas, en aquellas comunidades en las que gobernamos con Vox sacamos muy buenos resultados como en Castilla-La Mancha, Extremadura o la Comunidad Valenciana”, exponen las fuentes consultadas, dando a entender que los barones del PP saldrían reforzados.

En este sentido, en Génova también se mostraron firmes, rechazando el órdago de Abascal. “No creo que el electorado de Vox haya votado a ese partido para que desestabilice los gobiernos de centroderecha”, según el diagnóstico del equipo de Feijóo, que precisó que “ningún otro partido” va a marcar su acción política.

“Allá ellos, si Vox rompe con nosotros en una cuestión como la de los migrantes menores, lo que hace es elevarnos y situarnos en el centro. No podemos abandonar a las Islas Canarias. Aquí lo que hay que exigir es más recursos al Gobierno”, en palabras de un miembro de la dirección. Fueron varios los altos cargos consultados que apelaron a ese “centro político” como receta, también frente a “estridencias” como reclamar la implicación de las Fuerzas Armadas.