El PP ha enmendado la reforma de la ley de asociaciones que se tramita en el Congreso para extender la posibilidad de disolución de entidades franquistas también a las que hacen apología de otros “totalitarismo”, en especial del comunista.
La modificación legislativa auspiciada por el PSOE y que el Congreso aceptó tramitar el pasado mes de octubre plantea incorporar como causa de disolución de asociaciones “la realización de actividades que constituyan apología del franquismo”.
La proposición de ley establece, siguiendo lo previsto en la ley de Memoria Democrática, que se considerará apología el ensalzamiento del golpe de Estado de 1936 o la dictadura de Franco o el enaltecimiento a sus dirigentes “cuando concurra menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas” del golpe de 1936, la Guerra Civil o el franquismo, o “incitación directa o indirecta al odio o violencia contra las mismas por sus condición de tales”.
En sus enmiendas, los de Alberto Núñez Feijóo plantean retocar ese artículo para eliminar las referencias explícitas al alzamiento militar, la contienda civil y la dictadura.
Así, proponen que figure como motivo de disolución la “apología de sistemas políticos, ideologías, regímenes o gobiernos que han vulnerado o vulneren los principios democráticos, ensalzando la represión de los mismos o bien enalteciendo a sus dirigentes” y mantienen la necesidad de que en esa apología haya “menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas, o incitación directa o indirecta al odio o violencia contra las mismas por su condición de tales”.
Nazis y estalinistas
Los populares sostienen, tal y como quieren que conste en la exposición de motivos de la ley, que “una memoria auténticamente democrática debe condenar todos los totalitarismos, y no solo una parte de ellos”. “Nuestra memoria debe incluir la condena de del fascismo y el comunismo y de todos los crímenes cometidos en sus nombres”, subraya.
En este contexto, hace referencia a la resolución sobre este asunto aprobada en el Parlamento Europeo en 2019 en la que se menciona al nacionalsocialismo alemán, el estalinismo soviético, así como a los regímenes fascistas y comunistas.
El PP remarca que la ley de Memoria Democrática sólo considera víctimas a quienes sufrieron la represión del bando franquista en la contienda civil, mientras “desprecia a quienes fueron víctimas también de la represión republicana y comunista”, que cifra más de 50.000 personas. También denuncia que esta norma “deje fuera los golpes de Estado y las represiones de la Segunda República”, especialmente la Revolución de Asturias de 1934.
Los populares también quieren incluir en la exposición de motivos de ley una mención a ETA “y a sus herederos políticos, inspirados en buena medida por el comunismo”, apuntan. Unión del Pueblo Navarro (UPN) va más allá y utiliza su única enmienda para que se persiga a las asociaciones que hagan “apología del terrorismo, bien ensalzando a la banda terrorista ETA o cualquier otra organización terrorista o bien enalteciendo a sus dirigentes, miembros, colaboradores o presos”.