El PP, Vox, Junts y el PNV se alineado en su no al impuesto al sector energético. De esta manera, no se aprueba uno de los gravámenes estrella del pacto fiscal. Y a pesar de ser una derrota concreta, es muy significativa, pues quiebra la relación política que los partidos catalán y vasco venían manteniendo con el Gobierno. Por el contrario, el Pleno sí ha dado luz verde definitiva al proyecto de ley por el que se crea un nuevo impuesto mínimo para las empresas multinacionales e introduce un impuesto a la banca.
La tramitación parlamentaria ha concluido con la votación de las enmiendas que el Senado introdujo en el proyecto de ley, varias de las cuales han recibido vía libre del Congreso pese al voto en contra del Ejecutivo.
La reforma fiscal es uno de los proyectos que más ha costado sacar adelante al Gobierno en esta legislatura, pues ha tenido que enfrentarse desde el primer momento a duras negociaciones a múltiples bandas con los grupos parlamentarios.
Ayudas DANA exentas de impuestos
Después de su paso por el Senado, la norma ha desembarcado en el Congreso y finalmente ha introducido medidas del PP a las que el Gobierno de coalición se oponía. Entre ellas, la norma finalmente incluye enmiendas para dejar exentas de IRPF y el impuesto de donaciones a las ayudas a los afectados por la DANA, así como un IVA del 0% para el cambio de vehículo y el arreglo de la casa y la extensión a 2025 de la exención del IBI y del IAE.
De su lado, también se han aprobado las enmiendas de Junts en el Senado para rebajar el IVA al 4% de los productos derivados de la leche y para conceder bonificaciones en la cuota empresarial a entrenadores o monitores de clubes deportivos.
Nuevo impuesto a la banca
Uno de los aspectos más relevantes de esta reforma, de la que dependía un desembolso de 7.200 millones de euros de fondos europeos, es una reconfiguración del gravamen a la banca. Este pasará de ser una prestación patrimonial a un impuesto, lo que implica que las haciendas forales y las comunidades autónomas lo podrán gestionar.
El tributo tendrá un tipo progresivo sobre los márgenes de intereses y comisiones de cada entidad, que será del 1% hasta los 750 millones, del 3,5% hasta los 1.500 millones, del 4,8% hasta los 3.000 millones, del 6% hasta los 5.000 millones y del 7% desde 5.000 millones en adelante.
Finalmente, no se han incluido enmiendas del PP para que lo recaudado con el impuesto se destine a ayudas hipotecarias o a construir vivienda de precio tasado que permita acceder a los jóvenes a una casa.
Tampoco se ha aprobado en el Congreso las enmiendas populares que pretendían introducir en el texto legislativo exenciones fiscales en el IRPF a jóvenes de 18 a 35 años durante cuatro años para que lo destinen a vivienda, formación, natalidad o emprendimiento. Una medida cuyo coste el PP estimó en unos 2.100 millones y un beneficio medio para los jóvenes de entre 10.000 y 12.000 euros.
Reforma del impuesto de sociedades
Por su parte, el proyecto de ley contempla medidas para evitar el impacto recaudatorio que supone una reciente sentencia del Tribunal Constitucional que declaró la nulidad parcial de una reforma del Impuesto de Sociedades que ejecutó el exministro de Hacienda del PP Cristóbal Montoro.
Sin salir del Impuesto de Sociedades, este se ha reducido para las empresas con una facturación inferior a un millón de euros de manera que la base imponible comprendida hasta 50.000 euros tendrá un gravamen del 17% y el resto de la base imponible tendrá un tipo del 20%. La reducción del gravamen será gradual hasta 2027.
A su vez, se ha incrementado en dos puntos la tributación de las rentas de capital superiores a 300.000 euros, pasando del 28% al 30%.