Carlos Mazón no dimitirá este viernes. Tampoco anunciará una dimisión en diferido, como se ha sugerido en las últimas horas por distintos actores políticos tras las palabras de ayer de Alberto Núñez Feijóo. Como lleva avanzando desde el principio Artículo14, los planes del presidente de la Generalitat pasan por ampliar su Govern y enfocarlo a la “reconstrucción” de toda la zona devastada por la DANA del pasado 29 de octubre. Un territorio equivalente al de las Islas Baleares, con una población como la de Castilla y León.
Para un reto de tamañas dimensiones, el president, según admiten personas de su entorno, tiene en mente dos nombres: Laura Chuliá, que antaño fue alcaldesa de Benetússer —una de las localidades más afectadas por las riadas— y en la actualidad es una de las personas de su máxima confianza; y Gerardo Camps, antiguo vicepresidente segundo del Consell (en tiempos de Francisco Camps), y desde este miércoles en la pomada por una escena inusitada en el Pleno del Senado: un gesto sentido entre compatriotas de distinto signo que reconcilia al ciudadano medio con la cada vez más sectaria política. Camps, senador, antes de subir al estrado, acudió al escaño de un colega del PSOE que, además, es alcalde de Paterna, otro de los municipios damnificados. Los dos se fundieron en un abrazo.
No obstante, el nombre de Camps sonaba, en voz baja, desde hace días. Según apuntan dirigentes populares, ha sido Feijóo quien ha sugerido a Mazón incorporar este nombre a la terna de posibles candidatos para la remodelación que dará a conocer este viernes. No obstante, en el entorno del líder nacional del partido niegan interferencia alguna en el diseño del próximo Govern. A pesar de que circula el rumor de que ha exigido al barón valenciano que acometa algunos ceses para poder resarcirse de los errores en la gestión de la crisis. “Feijóo no aconseja a nadie acerca de composiciones de gobierno”, aseguran los canales oficiales de Génova 13.
El papel de Susana Camarero
De lo que no hay duda, entre otras cosas porque así lo admiten ambas partes, es que en la intervención de mañana de Mazón, para la que se ha generado una elevada expectativa, Feijóo ha intervenido. Otra cosa es que Mazón haya tomado nota de los consejos que su jefe de filas le ha trasladado. Hace dos semanas, cuando cientos de litros de agua anegaron la zona metropolitana de Valencia, Mazón hizo caso omiso a Feijóo cuando éste le recomendó que pidiera al Gobierno la declaración de emergencia para ceder el mando y garantizar el mayor número de efectivos.
En Génova, no obstante, mantienen el cierre de filas con Mazón y se muestran optimistas con los cambios que anunciará este viernes. Todo apunta a la creación de una superconsejería de Reconstrucción que quede bajo el mando de Susana Camarero, la vicepresidente del Govern que mejor parada saldrá: “Tendrá un papel clave”.
“Estemos atentos a lo que va a decir, a los compromisos que va a adoptar y a las explicaciones. Mucha gente se va a sentir reconfortada parcialmente, espero y deseo que así sea”, recalcó Feijóo. Unas palabras que desataron todo tipo de teorías, para desesperación del equipo de Mazón, que insiste en descartar ceses y dimisiones. Las dos informaciones que más circulan en los medios estos días. “Estamos con la comparecencia y trabajando en la nueva estructura del Govern de la reconstrucción que se explicará en las Cortes. En eso se está. No estamos con la dimisión, de verdad. No podemos estar desmintiendo y confirmando todo el rato”, zanjan fuentes de la Generalitat Valenciana.
Todo lo que anticipan desde el Consell es que habrá una “ampliación del Gobierno y un refuerzo en el área de emergencias”. En cuanto a los posibles relevos, hay dos nombres que en el PP dan por amortizados: Nuria Montes, responsable de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, muy señalada por la insensibilidad que mostró con las familias de las víctimas, a las que pidió no acudir a la morgue; y Salomé Pradas, titular de Interior.