El portazo de Gallardo: una crisis en el momento más dulce para Vox

“Jugaba a la sucesión”, malician algunas fuentes. El exvicepresidente de Vox en Castilla y León se marcha con fuertes críticas a la dirección y se suma a la larga lista de fugas en el partido

Directo, desvergonzado y, en muchas ocasiones, conflictivo. Son algunos de los calificativos que podríamos atribuir al, hasta ayer, hombre de Vox en Castilla y León. Muchos, dentro de la formación de Santiago Abascal, achacaban sus “salidas del tiesto” a su juventud. De hecho, en varias ocasiones se le dio un toque desde la dirección por su comportamiento. Ya no habrá más. Juan García-Gallardo abandona Vox y deja la política. Para la posteridad quedarán sus múltiples polémicas escenificadas en las Cortes de Castilla y León.

Así -el que fue el primer representante de Vox en formar parte de un Gobierno como vicepresidente- da un portazo a Abascal entre fuertes críticas con el núcleo de decisiones del partido.

En una misiva (que él mismo ha compartido en redes sociales), ha explicado que dimite por “discrepancias con la dirección nacional” de Vox. En la carta, el ya exdirigente de Vox, ha subrayado que “la dirección del partido ha ido ocupando cada vez más espacios en detrimento de los demás” asegurando que antes en el partido cabía “la pluralidad de liderazgos y carismas”. Además, señala que esa expansión del poder de la dirección no sería un problema en sí misma, pero que tiene que ir acompañado de “la exigencia de una conducta ética a los que integran las oligarquías de los partidos“.

Lo cierto es que, en dicha carta, dice que la lealtad debe ser recíproca, refiriéndose al presidente y se despide con un “hasta pronto”. ¿Le ha salido a Abascal un competidor? Gallardo se marcha, sin duda, con gallardía. El ex líder de Vox en Castilla y León también abandona su pertenencia al Comité Ejecutivo Nacional, aunque conservará su condición como “afiliado raso”, según ha explicado.

Vox intenta restar importancia

Con su salida, los de Abascal pierden a una de las caras más visibles del partido. Aún así, la dirección ha querido minimizar el “mazazo” que supone perder al que, en su día, fue punta de lanza de Abascal.

La realidad es que, desde la cúpula de Abascal, apuntan a que la causa de esta decisión de Gallardo habría sido su negativa a firmar la expulsión de dos procuradores sancionados en Castilla y León. El salmantino Javier Teira y la burgalesa Ana Rosa Hernando han sido expulsados del partido por pedir “más democracia interna”. Ambos han asegurado que la formación funciona como una “dedocracia “y “con estructura de secta”. Según fuentes de Vox, Gallardo no estaba de acuerdo con dichas expulsiones, lo que habría precipitado su salida. La expulsión de los dos procuradores se ha materializado sin la firma de Gallardo.

Así, en rueda de prensa, el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, aseguró que “la sorpresa es que don Juan (Gallardo) no ha querido condenar esta operación de dos oportunistas que se han movido por motivos personales y con argumentos absurdos y peregrinos”. Además, desde la sede de la calle Bambú, niegan que exista una crisis pero acusan a Gallardo de permitir una “operación para socavar” el partido.

Larga lista de fugas

Algunas voces cercanas a la formación creen que Gallardo “jugaba a suceder a Abascal”. Todos recordamos cómo se hicieron virales las imágenes de Gallardo -megáfono en mano- en las protestas de Ferraz que tuvieron lugar en noviembre de 2023. Algo que no gustó a todos dentro de la sede de Vox. Querer tener demasiado protagonismo, en ocasiones, sale mal. Gallardo no compartió la decisión de la cúpula de abandonar los gobiernos autonómicos en julio de 2024 y opuso resistencia.

Ahora se suma a una larga lista de “fugas” que, en los últimos dos años y medio han abandonado VOX. Rostros tan conocidos como: Macarena Olona, Víctor Sánchez Del Real, Rubén Manso, Mazaly Aguilar, Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros. Este último sigue en plena forma y, según fuentes de su entorno, pronto tendremos noticias de él. Espinosa de los Monteros sigue realizando charlas, coloquios y manteniendo contacto con dirigentes de otras formaciones políticas y empresarios. Se especula con su regreso a la política pero, de momento, lo que está a punto de salir es su libro.

La marcha de Gallardo se produce en uno de los momentos más dulces de la formación de Abascal. Vox no deja de subir en las encuestas. En las últimas horas se ha conocido una muy favorable que otorgaba al partido una cuota del 14% del voto, y subiendo. Además, este fin de semana se celebrará la cumbre de Patriots en Madrid, con la que Abascal sigue queriendo engrandecer su perfil más internacional. Parece que cuánto más fuerte está VOX, más se busca minimizar su cúpula.

Mañueco, respetuoso con la salida de Gallardo

En este punto, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, aseguró que la dimisión de Gallardo “no influye en la convocatoria de elecciones”. Además, pidió “respeto” tras la dimisión del portavoz de Vox : “A mí me gusta ser respetuoso con todas las fuerzas políticas incluso cuando pasan por crisis tan graves como la salida del portavoz socialista o la salida del portavoz de Vox. Quiero ser absolutamente respetuoso y en nada influye esta situación para la convocatoria de elecciones”, dijo el líder regional durante la celebración de la Junta Directiva del Partido Popular. Mañueco, de momento, descarta el adelanto electoral.

Fuentes del entorno del presidente llevan tiempo asegurando que está encima de la mesa “un adelanto técnico” después del verano. Ahora sin Gallardo esa teoría cobra aún más fuerza.

Dardos entre Feijóo y Abascal

En la misma Junta Directiva Nacional, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, arremetó contra Abascal calificando a Vox de “oposición de tumbona”: “No nos vamos a quedar mirando como caen esperando quietos mientras los problemas de los españoles se agigantan. La oposición de tumbona, de sarao y de dedito levantado, que se la queden otros”, dijo.

Unas declaraciones que hacían reaccionar a los pocos minutos al líder de Vox. Abascal respondía directamente a través de la red social X: “Me echaré en una tumbona solo después de recorrer España y el resto del mundo para que sepan que PP y PSOE han traicionado y estafado a los españoles”, sentenciaba el presidente de Vox.

Hace algún tiempo, en la sede de Génova 13 solían argumentar (en privado) que “cada ataque deVox” les hacía “más fuerte” y que lo mejor era “la indiferencia”. Algo ha cambiado en el líder del PP que ha endurecido el tono llamativamente contra Abascal en las últimas semanas. Unos ataques al que, de momento, es el único aliado que Feijóo podrá tener para alcanzar la Moncloa.

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