El juez Juan Carlos Peinado dirigió este viernes un oficio reclamando una copia autenticada del DNI de Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, dado el estado actual de la investigación. También pidió un informe al letrado de administración de justicia de su propio juzgado para que cuantifique “las frecuentes e inusuales visitas personales recibidas en la sede de este órgano judicial por parte del representante del Ministerio Fiscal” porque, al parecer, son prácticamente diarias, con el propósito de conocer todas las novedades de la causa.
Esta última petición del juez al letrado de la administración no es nada habitual y parece responder a un intento del juez Peinado de dejar en evidencia las maniobras del Gobierno a través de la Fiscalía para estar encima de la investigación.
Peinado justificó esta decisión en su providencia “ante lo inhabitual de la actitud procesal de la Fiscalía” y añadió que lo hace “no solo por lo singular de la interposición del recurso de apelación de manera casi automática contra el auto de incoación de las presentes diligencias”, sino también por “la insistencia en tener conocimiento con carácter inmediato del contenido de las resoluciones, no solo dictadas sino las que pudieran llegar a dictarse”.
Cabe recordar que el juez abrió diligencias contra Begoña Gómez a raíz de una denuncia de Manos Limpias por presunto delito de tráfico de influencias. La causa está abierta contra Begoña Gómez, quien todavía no está citada a declarar y, por tanto, no tiene todavía la condición de investigada.
Los argumentos de la Fiscalía
Fuentes fiscales consultadas por Europa Press explicaron ante este movimiento del juez que si el Ministerio Público se interesa por la causa es porque el magistrado “no notifica nada a Fiscalía”. Recuerdaron que abrió diligencias que no fueron notificadas y solo lo hizo cuando el fiscal preguntó.
Además, pusieron el foco en que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid emite notas de prensa informando de la causa y, en cambio, “no informa a la Fiscalía que sí es parte”. Pusieron, en este sentido, como ejemplo que este miércoles el juzgado citó a varios testigos y que la Fiscalía tuvo que preguntar ‘a posteriori’ tras leerlo en medios.
“Lo normal es que se pida información cuando salen noticias públicamente”, indicaron, para subrayar que la paradoja es que se informa a medios y no a la Fiscalía. “La Fiscalía es parte, le guste o no, y tiene que hacer su trabajo”, añadieron estas fuentes.