Este martes declaran como testigos, en la parte de la investigación que atañe al Tribunal Supremo, el hermano de Koldo García, Joseba García, y el hijo de José Luis Ábalos, Víctor Ábalos.
Fuentes del entorno de Joseba García avanzan a este periódico su intención de responder a las preguntas del juez Leopoldo Puente pese a que podría negarse a declarar ya que está imputado en la Audiencia Nacional por el mismo caso, en la instrucción que lleva el juez Ismael Moreno.
Tras las declaración de Jéssica Rodríguez, está claro por dónde va a ir el interrogatorio. El hermano del ex asesor de prestó sus servicios en Ineco entre febrero de 2019 y noviembre de 2021. Tenía un contrato temporal “para los servicios de asistencia técnica de obra para un encargo de ADIF Alta Velocidad”.
Según dijo la ex pareja de Ábalos, la contrataron para ser auxiliar administrativo del hermano de Koldo García: “Yo fui a recoger un portátil que necesitaba para el trabajo, hice un curso de riesgos laborales, y me dijeron que tenía que estar a la espera de que Joseba me dijese. Me reuní con el Sr. Joseba, me contó su trayectoria profesional y yo tenía que estar a la espera de que él me necesitase”, aseveró en el alto tribunal. Preguntada por si en algún momento le necesitó, contestó: “No, yo le pregunté alguna vez si necesitaba algo, pero nada”.
Por tanto, Joseba García tendrá que declarar por estas afirmaciones de Jéssica Rodríguez que le implican directamente en su contratación en empresas públicas. De hecho, ambos comentaron por Whatsapp el sueldo que recibían en INECO: “Joseba, parece que sí hemos cobrado, pero debe ser una caca”, le decía Jéssica en marzo de 2020. A lo que Joseba respondía: “Sí lo he mirado y hemos cobrado bien jeje”.
Por otra parte, el hermano de Koldo García también era conocedor de que la pareja de Ábalos disfrutaba del piso en Plaza España. Jéssica Rodríguez subió un estado de Whatsapp con una foto desde la terraza diciendo “y colorín colorado este cuento se ha acabado”. Tres años y medio de casa gratis Hp”, opinó Joseba García.
Además, también tendrá que responder a todas las conversaciones que mantuvo con Víctor de Aldama, en las que se citaban para verse periódicamente: “Muy buenas si puedes por favor en la calle maudes 56 a las 18:45 antes es imposible”, le decía a Aldama en 2021. Según la UCO, supuestamente, quedaban para materializar los pagos de las comisiones de la trama.
El hijo de Ábalos
Por su parte, el hijo de José Luis Ábalos tendrá que declarar principalmente por el piso de Castellana. Según Aldama, gestionó la firma de un contrato de alquiler con opción a compra valorado en más de dos millones de euros. El vendedor era Aldama, el comprador, Ábalos, pero en realidad era una garantía del cobro de comisiones. Si las dádivas llegaban el contrato se disolvía, si no lo hacían Ábalos se aseguraba de ganar el lujoso piso.
Según la versión del comisionista, Ábalos “requirió varias veces información acerca de cómo se realizaría la transmisión del inmueble”. Además, apunta a que el familiar del ex ministro habría firmado contratos de consultoría con varias constructoras para gestiones de obras adjudicadas en el extranjero “que encubrían comisiones por adjudicaciones de obra pública en España”.
La decisión de citarle como testigo fue recurrida por el todavía diputado. No entiende por qué se quiere extender esa indagación a su hijo ya que asegura que no ha tenido “ninguna participación en el hecho delictivo” que, por otra parte, pide concretar. Asimismo, su defensa piensa que no proceden las testificales pedidas porque se escapan del objeto de la investigación que, primigeniamente, eran las comisiones de las mascarillas. Recurso que cuenta ya con el rechazo del juez Leopoldo Puente.
El jefe de gabinete de Montero
Este martes, además, el Supremo recibirá a Carlos Moreno, el jefe de gabinete de la Vicepresidenta primera María Jesús Montero. También tendrá que responder por las acusaciones vertidas por Aldama. Según el “nexo corruptor de la trama”, Moreno le habría ayudado a posponer una deuda con Hacienda y por ese favor el jefe de gabinete de Montero se habría llevado una comisión de 25.000 euros. Acusaciones que el protagonista ya negó en la comisión del Senado.