El gasto en Defensa abre otra crisis en el Gobierno y con sus socios

Albares comparece en el Congreso el miércoles y Sánchez reunirá a los partidos en Moncloa el jueves. El Ejecutivo quiere ver “dónde está cada grupo” aunque ya sabe que sus aliados de izquierdas van en la dirección contraria

El debate sobre el aumento del gasto en Defensa, ya comprometido por el presidente del Gobierno ante la UE, llega por fin al Congreso de los Diputados. El miércoles comparecerá en la Cámara Baja el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Y el jueves, durante las reuniones de Pedro Sánchez con todos los partidos -menos Vox- en la Moncloa, el Ejecutivo obtendrá una foto fija de cómo afronta cada uno de ellos este debate.

El plato fuerte llegará a finales de mes, con la comparecencia del propio Sánchez en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo. Pero fuentes de La Moncloa asumen que la reunión del jueves ya permitirá aclarar “dónde está” cada grupo, valorar “si tienen compromiso con la UE y con Ucrania”. A partir de ahí, aseguran, “todos tomaremos conclusiones”.

A finales de la pasada semana, Sánchez compareció ante los medios tras participar en el Consejo Europeo, en Bruselas, para afirmar que el Ejecutivo elevará el gasto en estas partidas para llegar al objetivo comprometido del 2% del PIB, pero antes de 2029. Con las incertidumbres derivadas del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, en particular en lo que toca a la guerra de Rusia en Ucrania, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha planteado movilizar hasta 800.000 millones de euros para un rearme europeo.

Sánchez no ha desvelado cantidades ni plazos para alcanzar este nuevo compromiso, y desde Moncloa argumentan que ese 2% del PIB (hoy roza el 1,3%) abarca mucho más que las partidas destinadas a las armas: contempla “ciberseguridad, diplomacia, misiones de paz o de cooperación”, explican.

Después de que el Ejecutivo desbloquease las vías de diálogo con Junts sobre los Presupuestos, a costa del criticado acuerdo de cesión de competencias en inmigración, en Moncloa albergan algo más de optimismo sobre la viabilidad de estas cuentas. Aunque advierten de que “hay formas de habilitar partidas” para este gasto, incluso aunque no cuenten con nuevos Presupuestos.

Este debate se abrirá por fin en el Congreso con la intervención de Albares, que teóricamente tiene previsto abordar la situación en Palestina, las relaciones con EEUU e Israel. Se da por hecho que las decisiones de los 27 en Bruselas, el contexto geopolítico y el aumento de gasto en defensa estarán sobre la mesa. Y el Gobierno sabe que es una cuestión que desgasta y erosiona a sus aliados de izquierdas, empezando por su socio de coalición. Siempre tienen difícil vender aumentos del gasto en defensa, y son conscientes de que su electorado está firmemente en contra.

El PSOE da por hecho el apoyo de Sumar por “responsabilidad de Estado”

En el ala socialista del Gobierno dan por hecho que Sumar tendrá “responsabilidad de Estado”, pero a día de hoy Yolanda Díaz se mueve sobre arenas movedizas. El coordinador federal de IU (dentro de Sumar), Antonio Maíllo, ya ha expresado su negativa a un aumento de las partidas para el gasto militar, además de reforzar su rechazo a la OTAN, de la que Podemos, competidor directo, reclama salir. En la dirección de Díaz ven poco margen para defender esas posiciones, aunque saben que habrá críticas a la interna.

De hecho, la vicepresidenta segunda ha mostrado públicamente su incomodidad con esta cuestión: por una parte, reta al PSOE a que los partidos voten sobre esta cuestión en el Congreso. Por otra, rechaza el incremento del gasto, porque entiende que sólo sería posible alcanzar estas cifras comprando armas a EEUU, y pide “una propuesta de defensa propia en términos europeos”, que todavía no ha concretado.

El viernes, en declaraciones a los medios de comunicación, el Ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, celebró que la UE avance para “afianzar su autonomía”. Y reclamó definir “qué capacidades necesitamos”, antes de abordar el debate “como una cuestión meramente numérica”, únicamente centrada en el gasto militar”.

Durante la tarde, fuentes de Sumar avanzaban en su rechazo a este aumento, pero se ceñían a que este esfuerzo de gasto no recayese “sobre las espaldas de la clase trabajadora”. Esto es, sobre los bolsillos de los trabajadores.

Con el arranque de la invasión rusa, en 2022, el propio Sánchez comenzó descartando el envío de armas. Lo autorizaría después, y en 2024 defendió enviar armas por valor de 1.000 millones de euros, sin permitir que fuera decidido por el Congreso. El presidente compareció en la Cámara Baja en abril de este año, para recibir un sonoro portazo de sus socios a cuenta de este incremento. Sumar, Bildu, ERC y Podemos se posicionaron en contra, y de hecho el socio de Gobierno lo criticó duramente a posteriori.

El contexto ha cambiado, y esto lo reconocen varios actores. Otra cosa es que esto baste para que, quienes tienen posiciones muy férreas en esta materia, se muevan. Hay partidos como el PNV que hoy no adelantan sus movimientos -aunque reiteran su apoyo a Ucrania-, y otros que ya advierten de que rechazarán destinar más recursos a estas partidas.

“Si se aumenta el presupuesto en Defensa, se cercenará el gasto social y perderán las políticas sociales. Solo beneficiará a las grandes potencias y a los grandes intereses de la industria armamentística”, aseguran desde EH Bildu (6 diputados).

En Podemos (4 escaños) ansían escuchar las palabras de Sánchez, para ver si matizan o no sus mensajes, pero parten del ‘no’ a aumentar estas partidas. Y reconocen que es difícil que logren convencerlos de lo contrario. Teniendo en cuenta que en julio registraron una ley para reducir en un 15% el gasto militar, nadie puede esperar grandes cambios en sus posiciones.

En ERC (7 diputados), por su parte, han pedido tiempo para conocer los argumentos del presidente, pero en su hemeroteca hay varios pronunciamientos contra el aumento del gasto militar. Un incremento de estas partidas nunca es fácil de digerir para la izquierda, pero el contexto sirve al PSOE para dar pasos con relativa facilidad. El problema es que algunos de sus aliados le dejarán solo con esta decisión.

Feijóo pide a Sánchez conocer por escrito sus planes antes de la reunión

En este escenario, el apoyo del PP podría suponer un respaldo importante, si bien en el partido de Alberto Núñez Feijóo se muestran cautos. Por lo pronto, Feijóo reclamó el viernes a Sánchez que en la reunión de esta semana plantee una propuesta “concreta” para aumentar estas partidas, y que además sea vinculante para Sumar. Pidió “un informe detallado previo y por escrito que aporte un mínimo de luz”, sobre los recursos de los que prevé disponer y los apoyos parlamentarios con los que cuenta.

En febrero, los líderes del PP Europeo firmaron un comunicado en el que se comprometían a favorecer, en sus respectivos países, que el gasto militar se eleve por encima del 3% del PIB. Ni en el PP ni en el Gobierno quieren aventurar escenarios: la oposición reclama voz en los nuevos planes, y el Ejecutivo sabe que cuenta con mecanismos para incrementar el gasto sin su apoyo.