Las circunstancias que envuelven el caso de Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, a raíz de la aparente filtración desde la Fiscalía los medios de comunicación de sus incumplimientos fiscales han entrado en una nueva dimensión. En paralelo a la instrucción para determinar si —tal y como se desprende de la investigación de la UCO— la Fiscalía General del Estado cometió delito de revelación de secretos, la Guardia Civil investiga ahora varios allanamientos en viviendas de dos de los tres abogados que defienden a González Amador. Consultado por Artículo14, el entorno de Díaz Ayuso aseguró que otras personas que rodean a su novio han sufrido “más ataques” que no han sido denunciados por falta de pruebas.
Por el momento, la Guardia Civil está sobre la pista de allanamientos en viviendas de dos de los abogados del novio de Ayuso y también de una irrupción en la segunda residencia del arquitecto que se encargó de la reforma del ático donde vive la presidenta de la Comunidad de Madrid con su pareja, según informó El Confidencial. Y más aún: la apertura del vehículo de González Amador en la plaza donde lo estaciona al acudir a su lugar de trabajo.
A su abogada Guadalupe Sánchez le fue sustraído de su domicilio el ordenador de trabajo, un terminal Macbook Air, el pasado día 10 de enero. En primera instancia lo denunció como un simple robo sin relación alguna con el trabajo que presta como defensa de González Amador. En todo caso, la letrada no pasó por alto que quien cometió la sustracción dejó intacto el ordenador de su marido. Pero, posteriormente, la abogada supo que la semana pasada otro de los letrados que trabajan para el novio de Ayuso, así como el arquitecto que hizo la reforma del piso donde vive con la presidenta y su propio cliente sufrieron hurtos y accesos a las propiedades citadas.
Denuncia ampliada
Ante todo ello, la abogada de González Amador acudió a la Guardia Civil el pasado viernes para ampliar su denuncia, ya que su sospecha es que los allanamientos y robos sufridos guardan relación entre sí y podrían formar parte de una operación de guerra sucia contra el novio de Ayuso y la propia presidenta madrileña.
El otro abogado de González Amador que también ha presentado denuncia ante la Guardia Civil es Carlos Neira, que es precisamente quien mantuvo comunicación escritas con el fiscal de delitos económicos, Julián Salto, respecto a un pacto de conformidad para poner fin a su causa por fraude fiscal. Lo que Neira ha denunciado es que sufrió una entrada en su segunda residencia, donde pasó las últimas vacaciones y donde estuvo trabajando en diversos casos, incluido el del novio de Ayuso. Según expuso, él no sufrió el robo de ningún ordenador, puesto que el día que se produjo el allanamiento tenía consigo sus equipos informáticos.
Este mismo abogado ya sufrió el hackeo de su correo electrónico profesional y personal, por lo que existen en la actualidad diligencias judiciales abiertas de investigación en el Juzgado de Instrucción 41 de Madrid, que precisamente es el que dirige Juan Carlos Peinado y el que instruye la investigación contra Begoña Gómez por presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, usurpación y apropiación indebida.