El día que denunciaron a Errejón por tocamientos en un concierto

La dimisión de Íñigo Errejón por un posible caso de violencia machista trae al recuerdo la vez que lo denunciaron por tocamientos

Íñigo Errejón - Política
El diputado de Sumar, Íñigo Errejón, en el Congreso de los Diputados Europa Press

En junio de 2023, Íñigo Errejón fue acusado públicamente en redes sociales de agresión sexista por una joven tras un concierto punk feminista, el ‘Tremendas Femfest’. La denuncia no fue acompañada de pruebas formales ni presentada ante las autoridades. Sin embargo, se viralizó y generó un gran revuelo en los medios de comunicación. Ahora vuelve a estar a la orden del día tras la dimisión del político.

La acusación fue lanzada por la joven bajo el pseudónimo @ChaChaCharlieB, quien relató en Twitter una serie de incidentes que involucran tocamientos inapropiados por parte del exdiputado durante el evento en el bar Because en Castellón de la Plana. Según su versión de los hechos, la situación comenzó cuando ella notó una mano en su cintura mientras bailaba con amigas. Al principio pensó que se trataba de un accidente. Sin embargo, la mano permaneció ahí de manera sospechosa. Eso la llevó a sospechar de la situación.

Posteriormente, la joven indicó que el contacto persistió, esta vez en una parte más íntima de su cuerpo, incrementando su incomodidad y obligándola a reaccionar. Con la confirmación de una de sus amigas, que vio la mano de Errejón en la parte señalada, decidió compartir lo sucedido en redes. Según el relato, las organizadoras del evento feminista hablaron con el grupo de Errejón y, tras la conversación, el político y sus acompañantes abandonaron el lugar.

El relato de la joven que denunció a Errejón por redes sociales

“El pasado sábado 17 de junio viví una situación muy incómoda con Íñigo Errejón que se podría clasificar como agresión sexista”, escribió la víctima en 2023. “No sé si esto llegará a algún sitio, pero yo me siento con el deber de contarlo. También agradecería mucho la difusión. A las 21:00 horas acudí a un evento llamado ‘Tremendas Femfest’, organizado por el colectivo del mismo nombre en el bar Because, en Castellón de la Plana, en el que estaban programados varios conciertos y actuaciones de temática transfeminista”.

“Al poco de llegar, una persona conocida mía comentó que Iñigo Errejón, diputado de Más País durante los últimos 4 años, iba a estar presente”, siguió explicando. “Lo comentó como algo anecdótico y nadie le dio mucha más importancia. Al poco rato entré al baño y cuando salí me lo encontré a él de cara esperando para entrar, pero no cruzamos palabra y esa fue la única interacción que tuve con él en toda la noche hasta que pasó lo siguiente. Alrededor de las 1:00 horas de la mañana yo estaba bailando con mis amigas en grupo, y él y la gente con la que iba estaban detrás nuestro”.

El día que denunciaron a Errejón por tocamientos en un concierto

El exdiputado y portavoz parlamentario de Sumar, Iñigo Errejón | EFE

“Al rato, dos de mis amigas, a las que nombraré como M. y D., me dijeron en tono de broma que lo tenía justo justo detrás”, continuó revelando. “Nos reímos, pero una vez más no le dimos importancia. Sin embargo, al poco rato noté una mano en la cintura. Sabía que esa mano solo podía ser de una persona, y en un primer momento pensé que simplemente quería pasar o algo por el estilo, porque me recordó a ese tipo de contacto. Pero cuando pasó el primer momento y ni él ni la mano se movían, pensé que debía de estar confundiéndome y simplemente estaba habiendo contacto porque él tenía la mano ahí sin darse cuenta y estábamos muy cerca. Pero no había tanta gente, y yo me estaba moviendo porque estaba bailando, pero la mano seguía ahí, y no estaba notando tampoco el dorso de una mano, estaba notando la palma y los dedos”.

“Fue en ese momento cuando empecé a darme cuenta de lo que estaba pasando, pero no me lo podía creer”, admitió. “Pensaba que me tenía que estar equivocando. Le empecé a poner caras a D., una de las amigas que estaba más cerca, y me vio pero no me entendía. Entonces dejé de notar la mano, y eso me hizo reaccionar y contarles lo que había pasado a D. y a M. Pero les dije que no estaba cien por cien segura y que quería pensar que estaba entendiendo yo mal la situación y me estaba equivocando. Decidí dejarlo correr. Sin embargo, al poco rato volví a notar la mano, y esta vez lo que hice fue avisar a otra amiga distinta que tenía enfrente, C., que por estar en otra conversación dentro del grupo no se había enterado de nada de lo anterior. Llamé su atención con gestos. Cuando me miró, señalé hacia abajo, hacia donde notaba la mano, porque necesitaba que otra persona me confirmase que no era algo accidental”.

El día que denunciaron a Errejón por tocamientos en un concierto

Yolanda Díaz conversando con el portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, en un pleno | EFE

“Inmediatamente al mirar hacia abajo, C. puso cara de shock y se lanzó a apartarle la mano de un manotazo”, detalló. “En ese momento incluso la frené un poco, porque me daba cuenta de que si reaccionábamos mucho se iba a armar mucho y muy rápido, y yo aún lo estaba procesando. Digo que se iba a armar porque era un sitio pequeño, en el que prácticamente todos estábamos interactuando con todos, y mucha gente había estado además pendiente de Errejón a lo largo de la noche, hablando con él y pidiéndole fotos. Si le plantábamos cara en ese momento, como hemos hecho en alguna otra ocasión cuando nos ha pasado algo similar, y la gente nos veía discutir con él en concreto, el bar entero se iba a involucrar y yo tampoco quería admitirlo todavía al cien por cien”.

“Mi amiga me describió bien lo que había visto: yo de espaldas a él mientras que él estaba ladeado a mi izquierda, como pendiente de su grupo pero orientado hacia mí lo justo como para poder apoyarme la mano en la cintura desde atrás”, explicó la víctima sobre lo sucedido con Errejón. “Pero yo seguía sin poder creerlo del todo. ¿Cómo iba a ser posible que viniese aquí un político de nivel nacional, conocido precisamente por ser de izquierdas y feminista, y me metiese mano justamente a mí, justamente en medio de un evento feminista y punk? Tenía que haber algún error. Lo dejamos correr otra vez, y yo dudaba mucho de que volviese a ocurrir después de que mi amiga C. le diese el manotazo. Sin embargo al poco rato volví a notar una mano, pero esta vez en el otro lado y en el culo directamente”.

“Me quedé parada sin saber como reaccionar, como en shock”, afirmó. “No podía estar pasando. No sabría decir cuanto tiempo pasó exactamente, pero al igual que las otras veces, puedo asegurar que no fueron dos segundos tampoco. En algún punto paró y mis amigas M. y D. me vieron la cara y empezaron a preguntarme que si estaba bien, y ahí ya decidí decírselo todo al resto del grupo e ir fuera para hablar las cosas. Se lo acabé contando a mis amigas y a más gente, hasta que di con una de las organizadoras del evento, a la que también se lo conté con todos los detalles, para que quedase constancia más que nada. Esta chica fue a hablar con el grupo de Errejón, y yo no sé lo que hablaron pero se fueron enseguida del sitio”.

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