Guilio Andreotti explicaba hace casi 20 años su icónica frase: “El poder desgasta al que no lo tiene”.
“Mire, yo no me refería al hecho de mandar o no mandar. No quería decir que el que no tiene un cargo está condenado a perder. Me refería a la opinión pública. A la capacidad de hablar y ser entendido por la opinión pública, a la relación con el pueblo, a la relación activa y pasiva con el pueblo. Le pondré un ejemplo. El periodista Indro Montanelli tenía en Italia más poder que muchos políticos, puesto que era un hombre que conseguía entender hacia donde iba la gente y conseguía influir en su pensamiento con sus artículos en la prensa y sus apariciones en la televisión, sin haber formado parte nunca de un Gobierno. Creo que pronuncie esa frase después de las elecciones de 1948, que estuvieron a punto de ganar los comunistas. En aquellas elecciones mucha gente en Italia acabó de entender la importancia de la opinión pública”. (Entrevista en La Vanguardia, octubre 2006)
Ayer, el CIS publicó los resultados del barómetro de noviembre y para entenderlos y contextualizarlos adecuadamente es conveniente tener en cuenta el calendario y el estado anímico dominante en la opinión pública: cuándo se realizó el sondeo y cuál es la agenda prevista tras su publicación son, en este caso, dos importantes referencias temporales.
Las más de 4.000 entrevistas telefónicas se llevaron a cabo entre el 2 y el 7 de noviembre, justo después de desatarse la torrencial tragedia en Valencia y en el momento de mayor sensación de desamparo ciudadano. El telón de fondo emocional de este sondeo es la visita a Paiporta el día 3, que volvió a evidenciar el malestar de muchos españoles por el sentimiento de desprotección por parte de los poderes públicos y las instituciones del Estado. Por tanto, el principio de prudencia invita a observar e interpretar estos resultados en este contexto, más como la crónica demoscópica de un momento, que como la consolidación de unas tendencias.
Las inundaciones de Valencia han supuesto una profunda crisis de sistema al poner en jaque la confianza institucional. Es en este tipo de situaciones cuando los principales juicios ciudadanos se centran más en los liderazgos. Los dos principales líderes de ámbito nacional parten, en este sentido, de posiciones muy diferentes según los roles que desempeñan: mientras uno preside el Ejecutivo, el líder de la oposición apenas puede actuar. Uno en el poder y otro no.
En el caso de Pedro Sánchez, la evaluación ciudadana de su actuación política apenas ha variado entre los votantes de su bloque ideológico con respecto al mes pasado. Sin embargo, los votantes del bloque de la derecha han penalizado la imagen de Alberto Núñez Feijóo en casi 15 puntos. La soterrada lucha competencial entre administraciones y la gestión del desastre (o el desastre de gestión) han llevado a muchos votantes de su bloque a percibir su liderazgo como una extensión del presidente de la Generalitat valenciana. Un dato llamativo: casi la mitad de los votantes del Partido Popular (48%) expresa hoy poca o nula confianza en su líder.
Aun así, por ahora este bache en el liderazgo no tendría un impacto electoral significativo, según un recálculo alternativo a la estimación publicada, el PP seguiría siendo la primera fuerza (31,5%), aventajando al PSOE en algo más de un punto (30,1%). Vox sería la fuerza que más crece, rozando el 15%, mientras la disputa entre Sumar (7%) y Podemos (4%) permanece latente.
El Congreso Federal del PSOE, del 29 de noviembre, es la otra fecha clave para contextualizar los resultados de este estudio. El CIS otorga al PSOE una oportuna ventaja de cinco puntos sobre el PP (34,2% frente al 29,3%). Una estimación difícil de encajar, salvo que las tablas se analicen con criterios de ‘demoscopia federal’. Ese fin de semana en Sevilla, Sánchez recibirá el máximo aval del partido a su complejo arranque de legislatura y blindará así su liderazgo tras defender en el Congreso de los Diputados la gestión del Ejecutivo durante la DANA como un nuevo capítulo de su ‘manual de cogobernanza’.
El tiempo confirmará si esta crisis es solo un momento, un episodio pasajero, o el preludio de un cambio más profundo. Dos datos más del barómetro de noviembre antes de cerrar:
- El PSOE lideraría en solitario entre los jubilados, con mucha distancia respecto al PP (33% frente al 21%),
- Vox empataría hoy con el PSOE como primera fuerza entre los menores de 45 años (hombres y mujeres incluidos).