Vox se ha quedado solo en sus intenciones de parar la reforma del reglamento de la Cámara Baja. Con 32 votos a favor, 136 abstenciones (PP) y 176 noes, la enmienda a la totalidad que la formación de Santiago Abascal había propuesto para, entre otros asuntos, no incluir el lenguaje inclusivo en la normativa parlamentaria se disuelve. En contra han votado el Gobierno y sus habituales socios (Junts, PNV, Bildu, ERC, Podemos), además de adherirse Coalición Canaria o UPN.
Después de esta decisión parlamentaria, el texto presentado por Sumar y los socialistas vuelve a la comisión de Reglamento. Tras las enmiendas que los diferentes representantes puedan presentar, el texto será llevado al pleno para, finalmente, ser aprobado o rechazado.
Ataque de un feminismo “cínico”
El debate previo a la votación ha sido inaugurado por la diputada de Vox Lourdes Méndez, quien ha comenzado declarando que la remodelación del reglamento supone “un ataque a nuestra lengua por parte de un feminismo destructivo y cínico”. Ha defendido esta calificación en base a que los promotores del cambio, Sumar y PSOE, parten de “premisas falsas” como que el masculino genérico es “consecuencia del patriarcado que menosprecia a la mujer”. Una cuestión, ha calificado Méndez, que denota “ignorancia o una intencionalidad maliciosa para controlar la forma en la que nos expresamos”.
Sobre estas formaciones que han propulsado dicho cambio, ha manifestado que atienden a “motivaciones ideológicas” y que en lo único que progresan es en “estupidez”. Siguiendo esta retórica, les ha interpelado haciéndoles una pregunta: “¿Por qué no se modifican todas las leyes que regulan las profesiones? ¿Es que acaso las diputadas somos más?”.
Diputadas del PP y Vox sumergidas en “autoodio”
Partiendo de unas ideas radicalmente contrarias, el diputado de BNG Néstor Rego ha señalado que con esta enmienda a la totalidad, Vox, además de “negar derechos individuales”, “aprovecha para dar una vuelta de tuerca regresiva acorde con la desigualdad persistente entre hombres y mujeres”. Asimismo, ha subrayado que esta revisión recupera el uso exclusivo del masculino, “obviando que hay diputadas y diputados y una mujer presidente”.
De las diputadas del PP y Vox, ha remarcado que se encuentran “sumergidas en el autoodio y en el autodesprecio”, defendiendo con estos una “aberración histórica”. Pese a que ha calificado la reforma como sencilla de comprender, la “ultraderecha” lo ve como un ataque a sus valores “anacrónicos, rancios y patriarcales”.
Rego también ha indicado que la remodelación, un acto de “respeto” con el 50% de la población, ya pasó su primer trámite. En él, votaron a favor todas aquellas formaciones que entendieron “que la sociedad ha mejorado”. Cabe recordar que solo Vox y los populares votaron no.
Crítica del PSOE por su “machismo”
En su intervención, la señoría socialista María Adrio ha echado en cara a Vox que su grupo “promueva” el odio hacia las mujeres y que esté compuesto por 24 hombres “ultra” y 9 mujeres, algo que acredita su “machismo”.
Con respecto a la reforma del reglamento, Adrio ha indicado que las palabras “importan mucho” y, además, “tienen consecuencias”. Una referencia a las mujeres y personas trans víctimas de agresiones físicas en los últimos años. Finalmente, a estas mismos diputados les ha espetado que “lo que no se escribe no existe, lo que no se ve no existe”.
Para finalizar, la diputada del PP Marta González, que se ha centrado más en las otras cuestiones que recogía la enmienda a la totalidad, ha asegurado que “las sociedades que hablan lenguas sin masculino genérico no son ni más democráticas ni más igualitarias”. Algo que ha apostillado con: “Redactarlo así no nos hará más demócratas ni nos traerá más derechos a las mujeres diputadas”.