El Congreso de los Diputados votará en pleno en las próximas semanas el nuevo pacto de Estado contra la violencia machista. La Comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del pacto de Estado en materia de violencia de género ha dado luz verde este lunes al nuevo acuerdo, que contiene 462 medidas ya adelantadas por Artículo14, frente a las 292 del pacto original.
La subcomisión que depende de esta comisión ha celebrado 31 sesiones para desarrollar el renovado pacto, y todos los grupos han avalado el informe en el que han plasmado las medidas nuevas y las revisadas, que ahora deben ser votadas por el pleno de la Cámara Baja. Todos, menos Vox, que ha votado en contra del informe -algunas de sus aportaciones a estos trabajos ya han sido desveladas por este diario-.
Con 34 votos a favor y 3 en contra, y entre el reconocimiento de todos los partidos al trabajo del resto -de nuevo, excepto en el caso de la ultraderecha-, la comisión ha celebrado la aprobación del informe con un aplauso. Se ha aprobado un cambio mínimo, técnico, para modificar la ubicación de dos medidas en el texto, a través de un voto particular formulado por Sumar.
Tras un periodo de trabajo que comenzó en mayo de 2024, fuera de cámara -las subcomisiones se reúnen a puerta cerrada-, la comisión ha aprobado por unanimidad elevar este informe al pleno del Congreso. La presidenta de la comisión, la socialista Lidia Guinart, ha agradecido el “buen tono” y la “buena disposición” al “diálogo” y el “consenso” de los grupos en esas 31 sesiones de trabajo.
“Todos los que teníamos predisposición de acordar lo hemos hecho con un tono que hay que agradecer, esto es el Parlamento, el templo de la palabra”. Guinart presumió de que han hecho “gala de la institucionalidad, el buen trato, la negociación y el diálogo”. “Nos gustaría que siempre imperaran” afirmó, en el resto de espacios de la Cámara.
Los grupos que avalan el acuerdo son PP, PSOE, Sumar, ERC, Junts, PNV, Bildu y Podemos, que comparte el grupo mixto con Coalición Canaria y BNG. Y en la comisión de este lunes se han votado sus votos particulares para modificar el texto, pero ninguno, excepto la corrección técnica planteada por Sumar, ha salido adelante.
Ha habido críticas, así como algunos dardos cruzados: del PP (Beatriz Fanjul) al anterior Gobierno y a la “mala gestión” de Irene Montero como ministra de Igualdad; críticas de la diputada de Podemos Noemí Santana porque el texto no incluya la violencia obstétrica como forma de violencia contra las mujeres -“sigue siendo un gran tabú”-, y otras de Bel Pozueta (Bildu), por la redacción final en lo que toca a la prostitución.
“Si existe preocupación real”, planteó, por las mujeres en contexto de prostitución forzosa, “empecemos por derogar la ley de extranjería”, reclamó. Esta cuestión ha sido una de las más espinosas, y finalmente el texto incluye una mención al proxenetismo como forma de violencia contra las mujeres.
Desde el PSOE, Milena Herrera evitó cargar contra el PP, y sí lo hizo contra Vox, a quien acusó de ser valedor de la “cultura de la justificación de la violencia”. Herrera celebró que desde la aprobación de la ley contra la violencia de género (2004), se han reducido los asesinatos machistas en un 20%. “Las estadísticas nos dan la razón, es incomprensible que a ustedes les moleste”.