El Congreso aprueba la Ley de Amnistía, pero no se publicará en el BOE de inmediato

Debate final bronco y entre insultos. Al no publicarse en el BOE, Puigdemont no puede regresar en plena campaña de las europeas

La portavoz de Junts Míriam Noguera tras intervenir en el pleno del Congreso

La portavoz de Junts Míriam Noguera tras intervenir en el pleno del Congreso Efe

Con 177 votos a favor y 172 votos en contra, la ley de Amnistía ha terminado este jueves su arduo recorrido parlamentario 200 días después de que el PSOE la presentara en solitario por primera vez y ha quedado aprobada.

La ley no se publicará en el BOE de forma inmediata, lo hará en los próximos días, tal y como ha confirmado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. El Rey debe sancionarla y está de viaje en El Salvador. Pero como máximo se publicará en un plazo de 15 días, coincidiendo con la recta final de las elecciones europeas. Una vez publicada en el BOE, Carles Puigdemont podría regresar a España sin ser detenido.

Una norma que para el PP es “corrupción política” y que “rompe la igualdad entre españoles”. “No se atreva a llamarlo convivencia, no se rían de la gente. No pretendan lavar el cerebro de los españoles”, decía el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a una bancada socialista en la que no estaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que solo apareció cuando terminaron las intervenciones.

El PSOE quiso dar perfil bajo a la sesión y dejó la tribuna al diputado Artemi Rallo en vez de a algunos de sus pesos pesados del grupo parlamentario. “Europa, España y Cataluña han dicho sí a la ley de amnistía”, destacó Rallo. Y también lanzó una advertencia a Feijóo: “Será devorado por los suyos y por la bestia neofascista que recorre Europa”, en alusión a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y a Vox.

“Por la corrupción política no merecieron llegar y por la corrupción económica merecen irse”, se despachó Núñez Feijóo. En la misma línea se pronunció el líder de Vox, Santiago Abascal, que tildó la ley como “el mayor acto de corrupción política perpetrado en España”.

Precisamente este jueves por la mañana Ayuso anunció que recurrirá la ley al Tribunal Constitucional convirtiéndose así en la primera de su partido en dar un paso al frente, si bien Génova se apresuró en aclarar que estaba “coordinada” con Feijóo y que el resto de comunidades del PP tomarán también esta decisión. En todo caso, se jactaba Yolanda Díaz en X, que pronosticaba que la próximas elecciones europeas son la fecha de caducidad para Núñez Feijóo y que algunos en su partido ya habían cogido las riendas.

Junts, ERC y el referéndum

Por su parte, en las filas independentistas abundaron las palabras de triunfo y satisfacción. Dijo Miriam Nogueras, la portavoz de Junts, que “hoy no se perdona, hoy se gana; esta ley no es perdón ni es clemencia, es victoria”. Una victoria que no es ningún final para los de Puigdemont, que anunciaron con toda contundencia que ahora lucharán por el referéndum de autodeterminación de Cataluña. Eso sí, admite que ahora toca “reconstruir y hacer autocrítica”, haciendo alusión a los últimos resultados electorales del 12 de mayo.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, fue más allá: “Hoy estamos ante la primera derrota del Régimen del 78”. En su discurso añadió críticas a los jueces. Preveía que el periplo judicial que comienza tras la aprobación de la ley se antoja complicado: “Queda un partido por votar en nuestro país, el partido judicial español y votará, todo el mundo sabe lo que votará”, aseveró Rufián que también recordó que en ERC seguirán luchando por la autodeterminación. “Siguiente parada: referéndum”, advirtió Rufián.

Pleno de alto voltaje

Uno de los momentos más tensos fue el enfrentamiento entre diputados de Sumar y Vox. Gerardo Pisarello  diputado de Sumar, acusó a Santiago Abascal de reunirse con “el carnicero de Rafah” refiriéndose a la reunión con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Eso despertó la furia del diputado de Vox José María Figaredo, al que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, negó la palabra y se armó el barullo. Fuentes de Sumar aseguran que entre los gritos proferidos en los escaños estaban “sudaca” y “traidor”.

El enfrentamiento fue alimentado también por el socialista Artemi Rallo que, en ese momento, estaba en tribuna y aprovechó para llamar “filonazis” y “neofascistas” a los de Abascal.

La ley de amnistía culmina la etapa que el PSOE ha calificado como “normalización política en Cataluña”. Empezó en 2021 con los indultos a los líderes independentistas y continuó en 2022 con la eliminación del delito de sedición del Código Penal. En 2023,  el PSOE acordó con ERC y Junts elaborar una ley de amnistía para borrar los delitos asociados al procés independentista. A cambio, Pedro Sánchez ataba los apoyos suficientes para seguir al frente del Gobierno una legislatura más.

Al PSOE le ha salido bien el discurso en cuanto al rendimiento electoral obtenido en Cataluña. Todo empezó con un “hacer de la necesidad virtud”. Es decir, asumiendo que necesitaban los votos de los grupos independentistas para seguir gobernando, pero comprometiéndose a aprovechar esta coyuntura para pasar página del procés independentista. Hasta ahora, la victoria del socialista Salvador Illa en las elecciones catalanas del 12 de mayo avalan su teoría.

Pero Articulo14 avanzó que esta euforia socialista puede tener las alas cortas. Carles Puigdemont da por amortizado el acuerdo con el PSOE y parece que va a ser una de las últimas leyes a las que de su voto. Si esto pasa, la legislatura queda en punto muerto porque necesita los 7 votos de Junts para aprobar los Presupuestos Generales del Estado.

La medida de gracia no solo beneficiará a los líderes de Junts y ERC, sino que cubre a 350 personas con delitos relacionados con el procés desde 2011, es decir, desde la consulta soberanista de Artur Mas. Funcionarios, políticos, activistas y manifestantes verán su historial delictivo totalmente eliminado.

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