El CGPJ denuncia las filtraciones en el caso Errejón pero obvia el papel del juez

El abogado de Mouliáa rechaza interponer cualquier tipo de queja: "Es el juez que seguirá en el proceso y por ende no quiero tener problemas con él"

Elisa Mouliaá, durante su declaración ante el juez

En el caso Errejón, ahora hay un tercer protagonista: el juez Adolfo Carretero. Al día siguiente de la filtración de los vídeos, el interrogatorio de Carretero a la presunta víctima de agresión sexual fue extensamente criticado por la clase política e incluso por algunos jueces. Todo el mundo pudo ver a una Elisa Mouliaá vulnerable, incómoda ante las preguntas del juez y, en ocasiones, violentada. “¿No será que usted quería algo con ese señor?”, le llegó a preguntar el magistrado.

Una actuación que el abogado de Mouliáa asumió porque ya conoce al juez instructor de otros procedimientos y cree que si sigue adelante con el caso es porque “a pesar de todo encontró verdad en la declaración de Mouliáa”. En declaraciones a Artículo14, el letrado Alfredo Arrien confirma que no presentará ningún tipo de queja ante el juez porque es el que seguirá en el proceso y por tanto no quiere “tener problemas con él”.

Por su parte, asegura que la actriz “está bien” aunque un poco agobiada por el “aluvión de mensajes” que ha recibido en las últimas horas, según fuentes de su entorno. De hecho, basta con ver sus perfiles de redes sociales para ver que está repostando y haciéndose eco de todas las personas que están compartiendo el vídeo de su declaración indignadas con el trato que tuvo que recibir Mouliáa.

En la carrera judicial, oficialmente solo se ha pronunciado el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial. Pero lo único que denuncian desde el órgano de gobierno de los jueces es que los vídeos de las declaraciones hayan llegado a la prensa: “Expresa su rechazo a la filtración de los vídeos correspondientes a las declaraciones prestadas ante el juez por la denunciante y por el investigado, máxime tratándose de un procedimiento seguido por violencia sexual”, reza el escrito y recuerda “la especial protección que la ley otorga al derecho a la intimidad de las víctimas de este tipo de delitos, tal y como prevé el art. 681.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal”. Ni una palabra sobre la actuación de Adolfo Carretero. 

Sin embargo, el interrogatorio del juez, pese al impacto mediático y político, no tendrá ninguna relevancia en el procedimiento. Lo que de verdad marcará el futuro del caso serán las pruebas que aportarán este mismo jueves tanto el abogado de Mouliáa, Alfredo Arrien, como la de Errejón, Eva Gimbernat.

El objetivo es convencer al juez de cuál es la versión más veraz. Mouliáa declaró ser víctima de agresión sexual, pero Errejón rechazó las acusaciones y aseguró que las relaciones que mantuvo con la actriz fueron consentidas. Ella dijo que el día del encuentro con el ex político estaba “muy bebida” e insinuó que le “había echado algo en la bebida”. Pero, según la versión del presunto agresor, “no estaba muy ebria y sabía perfectamente lo que hacía”.

Errejón contó  que se fueron a una habitación de forma consensuada por los dos. “Estábamos en la cocina, donde estaban las bebidas, íbamos a besarnos y le dije que esperara. Le cogí de la mano, nos fuimos a una habitación y nos tiramos en una cama”. Sin embargo, Mouliáa no lo recuerda así, relató que le agarró del brazo: “Le dije que me sentía violentada y llegué a forcejear con él para levantarme azorada de la cama”. En ese momento, la presunta víctima le espetó la frase: “Íñigo, ‘solo sí es sí’, parece mentira que me esté pasando esto contigo”.

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