Díaz marca perfil propio, se aparta de Sánchez y prepara su propia agenda

La vicepresidenta rechaza la expulsión de migrantes en situación irregular y rompe el discurso del Gobierno en pleno choque con Feijóo

Yolanda Díaz ha sido la última en alejarse de Pedro Sánchez. Y en una cuestión tan delicada como la migratoria. La vicepresidenta segunda marca así perfil propio en el arranque del curso político y en un momento en el que las encuestas le siguen dando a la baja. “Seguir las mismas recetas en migración que la derecha es un fracaso y un error”, se pronunció el jueves, censurando las palabras del presidente, que abogó por la expulsión de migrantes en situación irregular para “desincentivar” a las mafias.

La tormenta perfecta sacude estos días la ya difícil relación entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo, con la inmigración como epicentro de la bronca. Esa disputa la han protagonizado el presidente, de gira oficial por tres países africanos para abordar esta temática, varios ministros del PSOE y distintos dirigentes del Partido Popular, entre ellos su líder, Alberto Núñez Feijóo. Los decibelios se dispararon al arranque de la semana, pero Yolanda Díaz no reapareció hasta la tarde del jueves.

La vicepresidenta intervino únicamente con un mensaje en la red social X, antes Twitter, ya después de que Sánchez diera por concluida su gira. La dirigente de Sumar rechazó tanto las “deportaciones masivas” a las que aludió el PP como las expulsiones a las que se refirió Sánchez y apostó por políticas “de acogida y de solidaridad, como la iniciativa legislativa popular (ILP) en el Congreso que persigue regularizar a cientos de miles de trabajadores esenciales”.

No es habitual que Díaz se pronuncie sobre cuestiones que no son competencia de los Ministerios de Sumar. De hecho, durante la mañana su equipo justificaba su silencio aludiendo a la “responsabilidad”, y de ahí la relevancia política del mensaje.

Presionada por la izquierda

Así las cosas, tras abandonar el liderazgo de Sumar por el mal resultado en las europeas, Díaz se desmarca ahora de su socio de Gobierno en un arranque de curso político en el que pondrá el foco en las cuestiones que atañen fundamentalmente a su departamento para tratar recuperar impulso. A saber, según las fuentes del Ministerio de Trabajo consultadas, la reducción de la jornada laboral y la subida del salario mínimo como “tareas urgentes”.

La propuesta de reducir la jornada laboral (finalmente a 38,5 horas) es percibida dentro de Sumar como su gran acierto en la legislatura, y es una de las pocas balas de plata que le quedan a la vicepresidenta para revitalizar su capital político. Se ha visto deteriorado por la escasa acción legislativa de la coalición, así como por las guerras internas que han perjudicado seriamente a su espacio en las sucesivas citas electorales.

El paso al lado en la vida orgánica de su organización y de la alianza de partidos que representa persigue actuar como una suerte de cortafuegos; es una forma de alejarse de las cuestiones que han deteriorado su imagen y han hecho mella en su valoración en el CIS, para enfocarse en las cuestiones que la hicieron sobresalir en los primeros compases del anterior Ejecutivo. Las fuerzas mayoritarias suelen ser las que capitalizan los éxitos de las coaliciones, y en la campaña Díaz ya mostró que entiende que debe enfatizar más su perfil propio, evitar mimetizarse con el PSOE.

El movimiento llegaba, además, después de que partidos como Comprimís marcaran posiciones duras con el PP, y de que Podemos, otrora líder de su espacio político, reaccionara con contundencia contra Sánchez. Teóricamente, la relación entre ambas fuerzas está rota, pero en Sumar son conscientes de que Podemos puede ser más rotundo porque ya no gobierna. Si no reaccionan, regalarían este espacio a los morados en un tema más que importante para sus potenciales votantes.

“Las personas en situación administrativa irregular no están así porque quieren, sino porque no hay otra alternativa para migrar. Si Sánchez compra todo el argumentario racista de la derecha nos tendrá tan enfrente como ellos”, advirtió Ione Belarra, secretaria general de Podemos, más de tres horas antes del mensaje de Díaz. Irene Montero, eurodiputada morada, directamente advirtió al presidente del Gobierno de que “las devoluciones en caliente son racismo institucional”.

Hasta su pronunciamiento en redes sociales -no en una comparecencia pública-, el silencio de la vicepresidenta y de su equipo de colaboradores más directos sobre la crisis migratoria había sido más que llamativo. Únicamente Elizabeth Duval, la responsable de comunicación del partido, avanzó que “no” compartía el discurso de Sánchez en su colaboración habitual con Al Rojo Vivo (La Sexta): “El discurso de deportaciones masivas de la derecha es una trampa retórica que no resuelve ningún problema de la vida de los españoles”, aseveró.

Sobre la cuestión migratoria, hasta ahora, Díaz había delegado su respuesta en la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego. Rego (IU) tuvo que cancelar el viaje que tenía previsto a Baleares por problemas de salud, por lo que  previsiblemente lo retomará la próxima semana, además de visitar Ceuta. Fue el secretario de Estado de su Ministerio quien se encargó de llamar a todas las comunidades, también las gobernadas por el PP, a considerar “un debate central y absolutamente inmediato” esa reforma de la ley de extranjería para instaurar un reparto obligatorio de menores migrantes.

En una entrevista en el mismo programa que Duval, Rubén Pérez incidió en que la presencia de 500 menores en Ceuta, o 6.000 en Canarias, no puede considerarse “un problema de Estado”. “Hay una pulsión”, afirmó, en parte de las comunidades gobernadas por los conservadores, con “la misma visión”, que hay que sacar “del lodazal político la cuestión de los menores”.

Escasa presencia en agosto

Si el PSOE ha medido con especial cautela sus intervenciones públicas en agosto, tras conocerse el acuerdo que otorga a Cataluña nuevas competencias fiscales, los ministros de Sumar han sido aún más discretos este verano. La agenda de Moncloa sitúa el 24 de julio la última comparecencia oficial de Rego; el 25 la de Pablo Bustinduy (Derechos Sociales) y el 26 la de Ernest Urtasun.

Junto con Díaz, Mónica García (Sanidad), aparece en el registro en dos ocasiones durante el mes de agosto. Entre el 2 y el 20 del mismo mes no se recoge acto oficial alguno de los cinco ministros que representan al socio minoritario.